Una familia okupa desde hace meses la estación de tren de San Vicente
Los viajeros y los vecinos se quejan del estado de suciedad e inseguridad que presentan las instalaciones, con chatarra y presencia de perros sueltos
En la estación de tren de FEVE en San Vicente de la Barquera vive, desde hace varios meses, una familia de okupas. El edificio de ... servicio de la red ferroviaria es ya su zona de recreo y algunos viajeros, al igual que vecinos del lugar, han presentado quejas y denuncias por el estado de suciedad y abandono que presentan las instalaciones. El Administrador Ferroviario ADIF confirmaba a El Diario Montañés que ya han cursado la denuncia correspondiente por este tema.
La parada de La Acebosa es una pequeña población de San Vicente de la Barquera que cuenta con apenas 150 habitantes distribuidos en barrios dispersos. En ella se encuentra la citada estación que da servicio a la villa marinera, pero que está a casi tres kilómetros de distancia por la CA-483. Hasta allí llegó hace unos días un matrimonio madrileño jubilado que veraneaba en Ribadesella, y que decidió dar un «tranquilo» paseo en tren para comer en San Vicente que nunca olvidarán, pero para mal. Según relata ahora -ya riéndose de la experiencia vivida- Miguel Espinosa, él y su esposa decidieron viajar en tren hasta San Vicente «para disfrutar del paisaje, mirándolo tranquilo desde la ventana y todo fue una pesadilla», recuerda. «En Ribadesella ya nos contó el personal que la línea estaba muy abandonada», pero ellos no le dieron importancia.
Tras subir al tren, la pareja llegó a San Vicente y nada más bajar se encontraron con otra realidad a la soñada. «Había basura por todos los lados, chatarra de viejos raíles y un interfono tirado». Además, al margen de los okupas discutiendo entre ellos, en la estación «no había nadie» a quién preguntar por dónde se iba a San Vicente, «ni un triste cartel indicador había puesto el Ayuntamiento, nunca vi tanta dejadez», critica. El matrimonio atravesó como pudo y «a campo abierto» una finca llena de porquería y se aventuró por el paseo intuyendo el camino hasta que un ciclista les indicó el paso. Miguel y su esposa critican que una villa turística como San Vicente tenga así y sin señalizar una vía de comunicación tan importante. El pasajero -que ya ha puesto una reclamación por el mal estado de las instalaciones a ADIF y FEVE - relata cómo llegaron a la histórica villa andando varios kilómetros, comieron y volvieron deprisa para no perder el tren de vuelta.
Desde la Junta Vecinal se requirió a ADIF para interponer una denuncia, tienen fecha de juicio «para septiembre»
La experiencia no fue mucho mejor al regreso. «Nos encontramos allí de nuevo con los okupas gritando y un mendigo que salía de la estación con un tetrabrik en la mano», relata. Más tarde llegó otro viajero y, mientras contaban ansiosos los minutos, llegó el tren. «En ese momento parecía que se nos había aparecido la Virgen a todos», relata bromeando y a toro pasado. Ya en el vagón, una trabajadora les reconoció que la situación era «surrealista y vergonzosa». «A mis 76 años le puedo decir que jamás he vivido una situación tan sumamente desagradable, ni cuando los trenes tenían vagones de madera», concluye.
Denuncias
Desde el pasado mes de mayo una familia decidió habitar la vivienda de servicio que se ubica en el piso superior del inmueble público, pero su dominio, poco a poco, se ha ido extendiendo hasta la planta baja, andén, y zonas de uso compartido. Según relatan los vecinos de la pedanía barquereña, los residentes en el edificio forman parte de un clan familiar que inició la okupación de viviendas hace casi una década. Precisamente ha sido la Junta Vecinal quien dio traslado el pasado mes de mayo a ADIF del caso de la estación. Lo hicieron porque los incidentes con algunos de estos okupas y sus animales («perros de presa» en algún caso) comenzaban a ser frecuentes. «Tienen los animales sueltos y han mordido a más de uno, pero te insultan si les llamas la atención», explican.
Desde la Junta Vecinal de La Acebosa relatan que, aunque llaman a la Guardia Civil cuando hay incidentes, estos vienen y no pueden hacer nada «sin denuncia de la propiedad». Además, añaden que suelen «meter los perros en casa» y así la benemérita no puede verificar qué animal ha agredido.
La Junta también ha dado traslado al Ayuntamiento de San Vicente de todo esto. Según ADIF esa reclamación judicial para expulsar a la familia de la estación se puso el pasado «12 de mayo» tras tener conocimiento del caso «el 9 de mayo». Asimismo, también confirmaron que ya había fijada una fecha de juicio para dilucidar si se expulsaba a la familia «en septiembre», sin dar más detalle sobre la okupación.
Según añadieron desde la Junta Vecinal, el fenómeno de la okupación llegó hace «más de nueve años» a La Acebosa y empezaron por una casa hasta que, en la actualidad, «hay ya cuatro viviendas okupadas» en la zona. «Suelen ser familiares, y unos se llaman a otros», concretan. «Si llevasen una buena convivencia no habría problema, pero es que no es así», inciden. «Sabemos que el malestar del pueblo es grande pero nosotros llegamos hasta donde llegamos», sentencian desde la pequeña Junta Vecinal.
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