Los vecinos de Sopeña vuelven a protestar por las obras del entorno de la iglesia
Acusan a Obras Públicas de no tener en cuenta sus opiniones y piden que no se utilice granito para asfaltar la calle ya que daña la estética local
Lucía Alcolea
Cabezón de la Sal
Lunes, 11 de noviembre 2019, 08:01
Alrededor de medio centenar de vecinos se reunieron en las antiguas escuelas de Sopeña, en Cabuérniga, para solicitar explicaciones a la Consejería de Obras Públicas ... sobre las obras de renovación que está llevando a cabo en la zona de la Iglesia, y que suponen un cambio importante desde el punto de vista estético. Es al menos el tercer encuentro que mantienen los habitantes de este pueblo cabuérnigo desde que comenzasen los trabajos antes del verano, con el objetivo de protestar conjuntamente por lo que consideran «un atropello». Los afectados sostienen que las obras de la Consejería «no pegan con la estética del pueblo», critican que se utilice «granito» para asfaltar y avisan de que «se ha elevado el nivel de las aceras y de los viales, lo que puede provocar inundaciones en caso de que se desborden los arroyos». La Consejería informó hace unas semanas de que «ante la disparidad de opiniones entre los vecinos», no emplearían granito en los trabajos. Sin embargo, el alcalde, Nicolás Toral (PSOE), que estuvo presente en la reunión, aseguró ayer que la información de Obras Públicas «es falsa».
La obra, aunque ya se encuentra bastante avanzada y alrededor de la iglesia lucen las baldosas nuevas, todavía está sin terminar y la parte central de la plaza y los viales continúan sin acometerse. El alcalde asegura que «Obras Públicas ha dicho que si no queremos adoquines de granito, sea el Ayuntamiento el que finalice las obras con el material que se decida, pero el Consistorio no tiene por qué pagar el asfaltado de 1.000 metros cuadrados de viales, porque es un proyecto que se comprometió a subvencionar la Consejería». Lo que pedimos, dijo, «es que escuchen a los vecinos y empleen hormigón estampado, que además es más barato», aseguró.
La otra preocupación de los ciudadanos es lo que sucederá en caso de que vuelvan las lluvias torrenciales tras la transformación que se ha ejecutado en la estructura del pueblo. «Están preocupados por la altura a la que se están dejando los viales y las aceras en el entorno de la iglesia». Las obras de acondicionamiento «han cambiado la fisonomía de las calles y a partir de ahora es más fácil que entre el agua en las viviendas», advierten los afectados. Estéticamente, insisten en que «lo que se está consiguiendo con esta obra es cargarse uno de los pueblos mejor conservados y con mayor valor arquitectónico de Cabuérniga». Acusan a Obras Públicas de emplear «materiales propios de un entorno más urbano» y apuntan también a que los trabajos, que empezaron en mayo, «comienzan a hacerse largos».
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