Reinosa se prepara para la rehabilitación de la avenida del Puente de Carlos III
Las obras, que afectan al tramo comprendido entre las intersecciones de la Plaza de las Casetas y la calle Vidrieras, comenzarán en cuanto lo permita el tiempo
La obra para la regeneración urbana de la avenida del Puente de Carlos III de Reinosa comenzará a ser ejecutada en los próximos días si el tiempo lo permite. Se trata de una actuación que tiene como escenario una de las principales arterias de la ciudad y cuya remodelación, en esta primera fase, afecta a la zona comprendida entre la intersección de la calle Vidrieras y la travesía peatonal de la Plaza de las Casetas.
Esta actuación, financiada por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria en un 70 % y por el Ayuntamiento en un 30 %, cuenta con un periodo de ejecución de diez meses con lo que, teniendo en cuenta que la fecha de replanteo data del 10 de diciembre, debería finalizar en octubre.
El alcalde de la ciudad, José Miguel Barrio, explicaba esta semana que se trata «de una obra en la que tenemos puestas muchas ilusiones porque va a dignificar sustancialmente esta zona neurálgica de la ciudad». Se trata de una avenida que antes era carretera nacional, «con la tipología constructiva que ello implicaba, con un vial muy amplio y farolas muy altas», explica Barrio.
Así, el objetivo del Consistorio es «cambiar su aspecto, ampliando el ancho de las aceras y disminuyendo un metro el vial. Cambiaremos también las luminarias sustituyéndolas por otras más bajas, más propias para una vía urbana que para una carretera nacional», señala.De esta forma, «entendemos que va a cambiar de una forma sustancial el aspecto del paisaje urbano en esta zona», añade el regidor.
La obra comenzará a ser ejecutada por la zona más cercana a la Plaza de las Casetas, continuando poco a poco hacia la calle Mayor. Está previsto que en una segunda fase, sea rehabilitada esta calle hasta el Parque de Cupido, donde termina. La remodelación afectará tanto a la vía destinada a la circulación rodada como a las aceras de ambos márgenes. De este modo, la intervención se desarrollará sobre un tramo aproximado de 200 metros. Con ella se pretende promover una regeneración urbana del espacio público de toda la avenida, con la renovación de los elementos que ya han llegado al final de su vida útil y con unas condiciones de diseño que homogeneicen el espacio público y otorguen una mayor prioridad a los usos peatonales sobre los vinculados al uso del automóvil.
Nuevos pavimentos
Respecto a la antigua carretera nacional, actualmente vía municipal, se trata de una calzada de pavimento con aglomerado asfáltico, de siete metros de anchura, y aceras a distinto nivel de la calzada, pavimentadas con piezas de baldosa destinadas al uso peatonal de estado variable. Éstas son muy heterogéneas dado que a lo largo de los años que han sido objeto de múltiples renovaciones parciales. Se ha previsto la repavimentación de la totalidad del espacio y la renovación de las infraestructuras de drenaje, abastecimiento eléctrico y la de iluminación, con parte del mobiliario, que también será repuesto.
Se mantendrán las zonas ajardinadas de la plaza Emilio Herrero, cuyo pavimento se pondrá al mismo nivel que las aceras, con estrechamiento de los actuales carriles para vehículos, que pasarán a ser de seis metros, en lugar de siete, para reducir la velocidad de la circulación y favorecer el tránsito peatonal.
El pavimento de esta plaza se regularizará sustituyendo el adoquín de la vía por uno más adecuado para los peatones.
