Borrar
Evangelina Herranz.

«Con la enfermedad de mi marido, la pintura murió para mí temporalmente»

Evangelina Herranz recupera su pasión por la pintura y expone su obra en la Casa de Cultura de Llanos hasta el próximo 20 de diciembre

Héctor Ruiz

Penagos

Sábado, 7 de diciembre 2019, 08:55

Comenta

Evangelina Herranz Fernández, 'Bebi' (Arenal de Penagos, 1948) estuvo postergando su pasión por la pintura durante la mayor parte de su vida. Un tiempo en el que tan sólo pudo dar brochazos a unos pocos lienzos de manera autodidacta. No fue hasta 2005 cuando, ya retirada, decidió dar una oportunidad a esa voz que le decía que tenía mucho por expresar a través de los cuadros. Fue su marido el que le dio ese empujón final que necesitaba para lanzarse a ello, pero poco después, cuando él enfermó, el tiempo y las ganas por seguir creando desaparecieron de nuevo. Su esposo falleció en diciembre del pasado año, y ahora Bebi está volviendo a encajar las piezas y a sostener una vez más la brocha y su caja de pinturas con fuerza. Sus trabajos pictórico se pueden conocer ahora, por las mañanas y por tardes (de jueves a domingo) en la Casa de Cultura de Llanos hasta el próximo 20 de diciembre.

-¿De dónde viene su pasión por la pintura?

-A mí desde siempre me gustó el dibujo, ya en mi época de estudiante; pero luego por circunstancias de la vida no me pude dedicar a ello. En el 2005, cuando nos jubilamos, muy animada por mi difunto marido, empecé a dar unas clases. Hasta entonces yo no había hecho prácticamente nada de pintura, tan sólo un par de cuadros y cuatro boberías mías; todo muy autodidacta. Como digo empecé a partir de 2005, con un impasse de unos 10 años, entre 2007 y 2019, que coincidió con la enfermedad de mi marido y no fui capaz de pintar nada. He retomado hace un año escaso.

-Casi todas las piezas suyas que se encuentran en la sala de Llanos son paisajes y algún bodegón, ¿tiene alguna preferencia?

-En realidad no tengo una temática preferida. Sí que es cierto que, por ejemplo, flores no he pintado nunca. Sin embargo, me gustan mucho las marinas, y también me he dedicado un poco a hacer pintura acrílica, que me encantó y más a una nuera mía que se los lleva todos (risas). También he hecho alguna lámina de París o reproducciones de postales como es el caso de una de Santillana, ambas forman parte de la exposición de Llanos.

-¿Dónde encuentra la inspiración para crear sus cuadros? ¿tiende a fijarse en imágenes reales?

-Sí, de todas las maneras. Incluso también me gusta hacer algunas piezas más creativas a partir de arenas. Todo depende de cómo me dé.

-También ha recreado algunas obras campesinas...

-Son reproducciones de obras de autores de renombre.

-¿Alguna vez hace pintura en directo?

-No, en general no. Aunque sí que he participado en algún concurso de pintura rápida, por ejemplo en uno de Castañeda, pero eso fue durante mi etapa anterior. Ahora todavía estoy retomándolo. A partir de ahora quiero hacer más porque me veo con ganas. De hecho, he vuelto ha retomar unas clases desde octubre con el maestro Guido González Velasco, que tiene su estudio en Hoznayo.

-¿Diría que ha evolucionado su trabajo ahora que lo ha retomado con respecto a sus obras anteriores?

-Un poco sí, porque, a mi parecer, me atrevo a dar algo más de pincelada y no hacerlo todo tan excesivamente pulcro y realista.

-Esta es la primera vez que expone, ¿cómo está resultando la experiencia?

-En realidad yo no tenía ninguna intención de exponer, pero el director de la Casa de Cultura de Llanos me insistió mucho en que lo hiciera y al final accedí. No me arrepiento para nada, porque me gusta verlo aquí todo colocado, creo que ha quedado bien. Pero vamos, la de mostrar mi trabajo así no era ni mucho menos una meta establecida para mí.

-¿Dónde estaban hasta ahora los cuadros que forman parte de la muestra?

-La mayoría de ellos en mi casa sin estar esperando nada, otros estaban en casa de dos de mis hijos, el tercero también tiene un par de obras mías, pero vive en Valladolid.

-¿O sea que les ha dejado ahora huecos libres en las paredes de sus casas?

-En estos momentos sí (risas).

-¿Siempre termina una pintura comenzada?

-Sí, siempre. Sólo dejé dos cuadros sin terminar cuando comenzó la enfermedad de mi marido y me atasqué. Empecé uno y no fue capaz de seguirlo, y empecé otro y tampoco. Murió la pintura para mí temporalmente, porque para pintar tienes que estar en condiciones y expresar lo que sientes y lo que ves. Cuando algo más te preocupa no es posible.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Con la enfermedad de mi marido, la pintura murió para mí temporalmente»

«Con la enfermedad de mi marido, la pintura murió para mí temporalmente»