Liérganes continúa cargando con la cruz
El Ayuntamiento aún no ha valorado qué hacer con el monumento de los caídos de Pámanes que sí aprobó retirar de Liérganes en 2020
Poco, o más bien nada, tiene que ver la antigua plaza de los caídos de Liérganes con la imagen actual que presenta el espacio. Su cruz central fue retirada envuelta en polémica hace ya más de un año, y ahora su lugar lo ocupa un letrero turístico a gran escala. La firme decisión tomada por el equipo de gobierno municipal −Unión por Liérganes y Pámanes en bipartito con el Partido Regionalista− de pasar página y fulminar los últimos vestigios franquistas en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica se ha culminado en la villa. Pero no ocurre así con otra parte del municipio. En el pueblo de Pámanes se sigue erigiendo hoy día una cruz de los caídos sin que hasta la fecha el Ayuntamiento se haya planteado seriamente qué hacer con ella.
Lo concerniente al monolito de Liérganes formaba parte de la larga lista de objetivos que independientes y regionalistas se comprometieron a sacar adelante a lo largo de la presente legislatura en su acuerdo de gobernabilidad, y como tal cumplieron pese a la indiscutible controversia que esa decisión despertó en la localidad. Una vez más, dos bandos: los que no veían oportuno remover la historia y preferían dejar las cosas como estaban frente a los que apreciaban en el símbolo una piedra con la que no querían seguir tropezando.
El Pleno, con el apoyo del equipo de gobierno en mayoría y la negativa del PP, aprobó la retirada del monumento de los caídos en septiembre de 2020. Pocos días después, alguien se adelantó a los operarios y sustrajo la cruz para a las pocas horas abandonarla en un campo (fue recuperada por el Consistorio, que tiene previsto llevar a cabo el proceso oportuno para cederla a la Iglesia para su colocación libre de inscripciones). A lo largo del pasado año se acometió una profunda reforma del antiguo emplazamiento del monumento, y ahora en su lugar hay un letrero turístico de Liérganes junto a una escultura del Hombre Pez.
Para el alcalde, el independiente Santiago Rego, tal y como señala ahora a preguntas de El Diario Montañés, era «urgente una transformación de la plaza, que es decimonónica y estaba en muy mal estado». No obstante, esa necesidad acuciante no la replican para la cruz de similares características que se halla en Pámanes. Son varias las diferencias que enumera entre una y otra, como por ejemplo que esta última «no se encuentra tan deteriorada», «no presenta pintadas como la otra», «es de mayor envergadura y más artística» y «se emplaza cerca de la iglesia», aunque en parcela municipal.
El regidor confiesa que así como la del 'Pueblo Bonito de España' era un punto perentorio a resolver, hasta la fecha no se ha abordado qué hacer con su homóloga del pueblo vecino. Y llegado el momento, dice, «siempre habrá que contar con la opinión tanto de la Junta Vecinal como del párroco». Además, como se hiciera en su momento con la anterior, habría que pedir un informe a la Dirección General de Memoria Histórica; aunque en opinión del primer edil «tal vez bastaría con tapar el símbolo de la Falange y su inscripción, que ya casi no se ve, para mantener la cruz en su lugar». De ser así, el municipio de Liérganes sí que quedaría ya libre de los vestigios de un periodo para el olvido.
