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Un paseo en tiempos de indianos
La fiesta de 'El retornar del indiano' de Medio Cudeyo superó su propio récord de 2.000 visitantes alcanzado en la anterior edición
José Ramón Velarde se estrenó este sábado como actor y, además, no lo hizo con un papel menor, sino por todo lo alto, convirtiéndose en ... su tocayo Ramón Pelayo de la Torriente, más conocido por su título de marqués de Valdecilla. En su finca es donde tuvo lugar la fiesta de 'El retornar del indiano', que cada año se encarga de rendir culto y recrear la vida y obra del famoso noble cántabro y que desde la pasada edición se celebra bajo el amparo de la Red de Municipios Indianos.
Junto a Velarde, que por un día dio vida al marqués, 60 actores amateur de la Escuela Cultural de Teatro de Medio Cudeyo y la agrupación Dantea participaron en las escenas de microteatro que a lo largo del día se representaron de forma continuada en la finca. Los intérpretes asumieron papeles de guardiacivil, militares, obreros, señoras, doncellas e incluso niños que deben dejar los pupitres por el duro trabajo en el campo.
El artífice de las representaciones es, un año más, el actor Fernando Rebanal, quien se sienta en la silla de dirección y se encarga de los guiones, que cada año son renovados. «Esta vez abordamos especialmente el periodo de 1898 a 1920 y hemos dado todavía más peso a las piezas cómicas», explicó Rebanal, que para la creación del montaje realiza una documentación a fondo sobre la época. Además, se ensalza la figura de Ramón Pelayo al centrarse, por ejemplo, en la labor que llevó a cabo por la educación.
Las escenas teatralizadas no es lo único que ofrece 'El retornar del indiano', una cita que especialmente ha salido adelante cada temporada por el empuje de las asociaciones de mujeres del municipio. Las socias de Amasol y Torre Alvarado preparan un arsenal de rosquillas, bizcochos, tortillas, sangría y chocolate para alimentar a todos los visitantes. «Esta año hemos hecho todavía más, porque el pasado nos quedamos cortas», apuntaban desde sus puestos de venta.
Además, las vecinas acuden o con delantal y cofia de sirvienta o con trajes de época. Y no son las únicas, otras aficionadas a estas citas como Paqui Bolado, acuden con sus vestidos, que en origen fueron confeccionados para los Baños de Ola pero que encajan como la ficha de un puzle en Valdecilla.
Asimismo, desde el Ayuntamiento valoraron que este año, a diferencia de los anteriores, la mayoría de asistentes respetaron la etiqueta y, ante la falta de un buen traje indiano, acudieran vestidos de blanco. Un gesto que «favorece mucho a la estética cubana», comentó Yolanda Valle, concejala de Cultura de Medio Cudeyo. La edil a su vez apuntó que la afluencia de público fue mayor que los 2.000 asistentes de la pasada edición. «Por la mañana acudieron más personas de las previstas», consideró al tiempo que recalcó que «'El retornar del indiano' cada vez está más asentado».
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