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Retrato de Manuel Oria Martínez-Conde en 1985. Fernando de la torre
Historias pasiegas

El fruto de la constancia

El médico y cirujano Manuel Oria Martínez-Conde, depositario durante años del legado del Dr. Madrazo, mostró además ser una figura altruista con respecto a la cultura de Cantabria

José Javier Gómez Arroyo

Vega de Pas

Viernes, 23 de diciembre 2022, 12:04

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No solo fue un buen médico y cirujano sino también un gran defensor de la civilización pasiega y obligado centinela del legado del Dr. Madrazo que, por añadidura, abarcaba toda la herencia cultural de la estirpe de los Diego-Madrazo y que comenzó a significarse en la historia de esta comarca con el escribano real don Joseph y su hermano el Alcalde Justicia Mayor don Leonardo Diego-Madrazo, referenciados ambos en la Real Carta Ejecutoria de Carlos III ganada por la villa de San Pedro del Romeral en litigio con el Valle de Toranzo en 1767. Este particular y destacado linaje de nuestro protagonista, que ha dado a las tres villas pasiegas en su larga historia familiar una no menos extensa lista de jueces, secretarios, médicos, abogados, boticarios o maestros, incluye igualmente a otras significativas figuras de la reciente historia de España y que van desde el político y cardenal de la Iglesia católica don Ángel Herrera Oria hasta el que fuera presidente del Congreso de los Diputados y ministro de Defensa don Federico Trillo-Figueroa y Martínez-Conde.

Licenciado en medicina y cirugía por la Universidad de Madrid, Manuel Oria Martínez-Conde obtuvo la plaza de médico adjunto en junio de 1975 en Las Palmas de Gran Canaria, puesto que no ocupó por tener que hacerse cargo entonces de la dirección del Sanatorio Quirúrgico de su tío-bisabuelo el Dr. Madrazo en Santander, pasando a desempeñar la sanidad poco después en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla hasta su jubilación. Meticuloso en la labor tanto cultural como médica, los pasiegos han sido durante años fieles depositarios de sus dolencias en su persona, para quienes siempre tuvo una inmaculada vocación de ayuda, tanto en lo profesional como en lo anímico y que en numerosas ocasiones supone un alivio tan reconfortante como la propia curación. Su amigo y colega médico Roberto Lavín Bedia, miembro de la Real Academia de Medicina de Cantabria y cofundador de la Sociedad Cántabra de Escritores, nos evocaba en el obituario publicado tras su fallecimiento en diciembre de 2021 su notoria labor: «…en el ya lejano año de 1980, tuvo Manuel Oria Martínez-Conde una destacada actuación en el XIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Patología Digestiva, celebrado en Zaragoza en abril del citado año y en el capítulo de comunicaciones y mesas redondas, donde nuestro amigo presentó el trabajo que tratamos bajo el epígrafe «Ecotomografía en el diagnóstico de la litiasis biliar y sus complicaciones», toda una novedad en aquella época y que adjuntó el Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, con el Servicio de Electro-Radiología, en el Centro Nacional Marqués de Valdecilla de Santander, trabajo que despertó gran interés y numerosas preguntas por parte de los congresistas nacionales y cuya atención y explicación corrió a cargo de Manuel Oria».

El museo de las tres villas

Conscientes de esta contribución que hizo a la medicina en España, debiéramos serlo también de su aportación a la cultura de Cantabria y más concretamente al mundo pasiego, por el que siempre sintió un profundo respeto y a quien debemos el empeño por la creación del Museo Etnográfico de las Tres Villas Pasiegas, la revista cultural 'Pasyegos', la Residencia de personas mayores y la Asociación Pasiega de Desarrollo Social y Cultural de Vega de Pas. Con una plena confianza también en los más importantes organismos culturales de Cantabria, Manolo Oria donó un considerable fondo mobiliario y documental al Centro Cultural Dr. Madrazo de la capital, además de una histórica colección fotográfica al Centro de Documentación de la Imagen de Santander y la biblioteca científica de su antepasado a la Universidad de Cantabria, que incluye también los números originales del reputado Boletín de Cirugía.

Aunque si de algo estuviese orgulloso El Dr. Oria, a quien el Colegio de Médicos de Cantabria le impuso la insignia de oro en 2015, seguro sería de la compra por parte del Gobierno regional de la casa natal del Dr. Enrique Diego-Madrazo y que tanto su viuda Chelo Azcona como su hijo Manuel han favorecido. Esta adquisición, impulsada por el vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, además de respaldada por el procedente asesoramiento de la directora de Acción Cultural Gema Agudo, donde algo habrán tenido que ver sus también raíces pasiegas, no solo enriquece el patrimonio de nuestra comunidad sino que ampara la figura del histórico cirujano pasiego, por cuya memoria y legado médico, social y pedagógico tanto combatió Manuel Oria con vehemencia. Pero que quede claro también que para Manolo, desde donde quiera que esté y conociendo su tenacidad, el objetivo de crear un museo a la figura del Dr. Madrazo no significará la culminación de su lucha, sino el arranque de ese reconocimiento por su antepasado y de quien nos queda mucho por descubrir.

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