La vigilancia policial vuelve a evitar el botellón en Cañadío y el Río de la Pila

El nuevo dispositivo de vigilancia policial volvió a evitar el botellón en la plaza de Cañadío y, esta vez, también en el Río de la Pila, al menos hasta las tres de la madrugada del sábado.

El Ayuntamiento de Santander, que se ha visto obligado a reforzar la presencia de la Policía Local en estos dos puntos por la presión vecinal, informó ayer de que se impusieron esa noche un total de 11 denuncias por consumo de alcohol en la vía pública y alguna más a establecimientos de hostelería por no cumplir la ordenanza de ruidos o la del horario.

Pero el Consistorio no facilita datos sobre el número de agentes que circulan en los días preferidos para invadir el centro con bolsas de plástico llenas de botellas (viernes y sábado) ni sobre las horas en que empieza y acaba el dispositivo o el número de agentes que integran estas patrullas. Mucho menos sobre las áreas que controlarán.

Ya lo advirtió el alcalde hace 10 días, cuando anunció que empezaría una actuación específica de control: no se quiere dar pistas a los practicantes del botellón para que no puedan planificar su salida teniendo de antemano los datos de lo que piensa hacer la policía.