Rescatan sanos y salvos a cuatro marineros cuyo barco se fue a pique en Cabo Mayor

Cuatro marineros han sido rescatados esta madrugada después de que su barco se hundiera a unas tres millas al norte de Cabo Mayor. Se trata de la tripulación del 'Iko-Chus', un pesquero de Comillas con marinería santanderina, que sufrió una vía de agua que obligó a los hombres a saltar a su bote salvavidas. Su 'SOS' fue atendido por otro barco de Santander que faenaba cerca, el 'Brisas II', que acudió en su ayuda, rescató a los cuatro hombres y avisó por radio, a su vez, a Salvamento Marítimo. Solo uno resultó herido, el patrón del barco, que sufrió contusiones al abandonar el pesquero cuando comenzaba a hundirse, pero las lesiones "son leves" y no requirieron una evacuación médica, según ha confirmado el jefe en funciones del centro local de coordinación de Salvamento Marítimo, Alejandro Busto.

El patrón del 'Brisas II', Emilio Corona López -hijo del presidente de la Cofradía de Santander-, ha contado a este periódico que en cuanto llegó al punto en el que se encontraba el bote salvavidas, el 'Iko-Chus' "aún no se había hundido del todo, pero ya se estaba yendo a pique". Los cuatro marineros saltaron a su barco, pero después llegó la lancha de intervención rápida 'Salvamar Deneb' y el patrón del 'Iko-Chus' "decidió irse con ellos" para volver al punto en el que se había quedado su pesquero y valorar si, tal vez, pudiera ser remolcado. Corona López, por su parte, llevó hasta el puerto de Santander a los otros tres hombres. Una vez allí, compañeros de la Cofradía los ayudaron a meter su balsa en una de las bodegas del puerto.

Una vía de agua

En cuanto a las causas del hundimiento, Salvamento Marítimo ha señalado que los tripulantes reportaron en su llamada de auxilio que habían sufrido "una vía de agua" que resultó fatal para su pequeño pesquero, de 17 metros, pero que es todavía "muy pronto" para determinar las causas exactas, una labor que corresponde a la comisión de investigación de accidentes marítimos (del Ministerio de Fomento). El equipo de la 'Salvamar Deneb' no pudo ni siquiera realizar una inspección a bordo, porque cuando llegó, se encontró a los cuatro hombres y a su balsa a bordo del 'Brisas II' y "el pesquero ya estaba semihundido". Pero no se tiró la toalla enseguida. De hecho, se valoró la posibilidad de remolcarlo, metiendo unas bombas para achicar el agua. Pero no fue posible, ha explicado Busto, "nos dimos cuenta de que sería una operación que supondría un elevado riesgo para nuestras unidades, y las opciones de éxito eran muy escasas".

En cuanto a los datos exactos de este dispositivo, Salvamento Marítimo recibió el aviso a las 4.14 horas y efectuó el rescate a las 4.50 de la madrugada -hora terrestre- y tiene fechado el hundimiento del barco a las 7.07. Y en cuanto a la situación, ocurrió a ocho millas al Noroeste de la bahía de Santander, a cuatro millas de tierra.

Se vigila el afloramiento de combustible

El 'Iko-Chus' yace hundido a 50 metros de profundidad. A lo largo de la mañana han ido saliendo a la superficie efectos que llevaba a bordo, sobre todo redes y cajas de pescado, que han sido recuperados por Salvamar. Ahora, se está pendiente del posible afloramiento de combustible, ya que el barco cargaba 800 litros de gasoil y podrían activarse los protocolos correspondientes, en coordinación con el Servicio de Emergencias de Cantabria. No obstante, desde Salvamento Marítimo consideran que "las condiciones meteorológicas actuales derivarían la mancha a mar abierta y, además, es un hidrocarburo ligero", por lo que no se espera que suceda un vertido grave, "iremos respondiendo en función de lo que ocurra, aunque no esperamos que tenga un gran impacto ni que llegue a tierra".