Los artistas que pisaron el Pereda
El 1 de julio de 1919, hace hoy cien años, se inauguró, con 'El alcalde de Zalamea', el edificio que se convertiría en el epicentro de la vida artística de Santander
Se abre el telón. Los actores comienzan a interpretar una obra en la que las tropas españolas, con motivo de la Guerra de Portugal de ... 1580, pasan por la localidad extremeña de Zalamea. Allí, un enfrentamiento entre el capitán y un vecino, convertido por sorpresa en alcalde, termina con el fatal final del primero. Es 'El alcalde de Zalamea', de Calderón de la Barca, la representación que inauguró el Teatro Pereda hace hoy un siglo. La compañía Enrique Borrás fue la primera en pasar por allí. Le siguieron cientos.
Luis Angulo, conocido popularmente en Santander como 'Dios', era tramoyista y se encargaba de subir y bajar el telón. También organizaba el escenario y los decorados. Y buscaba comparsas cuando la obra lo requería. «Salía al Río de la Pila, que estaba en el lateral del edificio, y reunía a varios vecinos de la zona a cambio de cinco pesetas para que hiciesen bulto», asegura su nieto, Juan Angulo. El hombre, que regenta el restaurante Melly, en Somo, guarda con cariño las 500 fotografías de los artistas que pasaron por el Pereda y que su abuelo coleccionaba, todas con dedicatorias.
Las claves
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Inauguración 'El alcalde de Zalamea' fue la primera representación que albergó el teatro, el 1 de julio de 1919
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Estrellas reconocidas Lola Flores, Manolo Caracol, Carmen Amayae Imperio Argentina actuaron en el Pereda
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Breve historia El edificio fue demolidoen 1966, cuando sus propietarios lo vendieron. Se construyeron viviendas
En el álbum de cuero que las aglutina puede leerse 'Fotos dedicadas de artistas'. Las letras doradas aún brillan, aunque se aprecia a simple vista que el encuadernado tiene más de 60 años. «Mi abuelo guardó imágenes desde la década de los cuarenta a los setenta», narra el nieto, mientras pasa las láminas con delicadeza. Son fotografías de estudio que lo propios artistas llevaban cuando hacían giras. El tramoyista empezó a pedir a todos los que pisaban por el Pereda que se las firmasen para crear su amplia colección. Había vedettes, cantantes, actores, magos, cómicos...
Cientos de artistas
Marisol Ayuso fue una de las vedettes «más guapas» que pasó por el teatro Pereda. «Ahora es muy conocida porque sale en la serie 'Aída', es la abuela, si te fijas tiene la misma cara», dice Juan Angulo mostrando la dedicatoria que le escribió a su abuelo. «En la ficción hace referencias a su pasado como vedette, como la Bim Bam Bun, y es verdad. Debe ser de las pocas que siguen vivas de toda la colección». Interpretó, en los 60 en Santander, 'Lecciones de matrimonio'. «Las vedettes tenían un humor muy pícaro, aunque tenían que disimular para evitar la censura». También actuó un jovencísimo Gila, que en el revelado posa con la revista satírica Codorniz. En el reverso de las imágenes Luis Angulo apuntaba el nombre, la fecha y las obras que representaba cada uno de los artistas que pasaron por allí.
Lola Flores fue una de las artistas «más grandes» que pisó la ciudad. Vino con su entonces pareja, Manolo Caracol, con quien mantenía una «tormentosa relación». Fernando Munguía, nieto del conserje del teatro, Ricardo Oñate, cuenta que su abuelo y su madre tuvieron que separarlos tras una discusión en la que llegaron a las manos. Ambos artistas firmaron fotografías para Angulo.
La cantante Imperio Argentina fue otra de las figuras reconocidas que pasó por el escenario. Y también Carmen Amaya, una de las 'bailaoras' más universales y la primera mujer en bailar flamenco con pantalones. «Además, está enterrada aquí, en el cementerio de Ciriego, junto a su marido», recuerda Juan Angulo.
Un dios polivalente
A su abuelo Luis Angulo le llamaban Dios. Fue el obispo José Eguino y Trecu quien eligió el apodo. Y no exageraba, porque estaba en todas partes. Era cartero por las mañanas, como se ve en la imagen de la izquierda, inmortalizada en los años 50 por Oñate y cedida a El Diario Montañés por Munguía. También era cofrade en las procesiones de Semana Santa, arenero en los toros, iba a los partidos del Racing como brigada de la Cruz Roja, arbitraba combates de boxeo de madrugada y también aparecía caracterizado en las obras del teatro. «¡Te he visto quince veces hoy!», le gritaban a menudo. «Y vivía de las propinillas que le daban en un sitio y en otro».
La vida del Pereda fue frenética. Pasaron por allí cientos de artistas y compañías de teatro. «Los mejores de aquellos años». También hubo cine y debutaron artistas locales. «Los famosos a nivel nacional venían en verano, cuando hacían giras por provincias», apunta Angulo.
Pero en 1966, sus propietarios tomaron la decisión de prescindir de él. Vendieron el terreno a una inmobiliaria y, desde entonces, al final de la calle Martillo (hoy Sanz de Sautuola) no hay arte, hay edificios de viviendas. Luis Angulo tuvo que lamentar su pérdida y vivió doce años más sin comprender el porqué de aquella decisión. Igual que todos los santanderinos que disfrutaron allí de conciertos, representaciones, magia, monólogos y películas. Menguía recuerda lo que decía siempre su madre. «Menos mal que tu abuelo no vivió para verlo. El Pereda era su vida».
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