El Ayuntamiento de Santander audita los contenedores soterrados para solventar su «mal estado»

Esta auditoría servirá para determinar en qué estado se encuentran todos los contenedores de este tipo -hay 220 en toda la ciudad-, por qué hay tantos estropeados y cómo pueden arreglarse para que no den más problemas en el futuro. A medida que se analizan, también se van reparando. Este mal estado se desencadena a partir de la falta de mantenimiento que estos contenedores acumulan desde hace años, como también señalan desde las asociaciones de vecinos.

No hay una zona concreta de Santander donde este problema sea más evidente que en otras, sino que se trata de un «mal generalizado», afirma el presidente de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos (Fecav), Ricardo Sainz. «Se están empezando a reparar, pero aún queda mucho por hacer. Al igual que los soterrados, el resto de contenedores también están mal y muchos no tienen ni tapa. Aunque se aprecia una mejora en la limpieza, aún queda mucho por hacer». Para este vecino, la razón por la que esto ocurre es que «en esta ciudad se hacen las cosas, pero luego no se mantienen». Como ejemplo, señala también «las deficiencias en algunas escaleras mecánicas, es habitual que estén estropeadas».

En la zona de Castilla-Hermida, todos los contenedores son soterrados y llevan meses dando problemas, «aunque hemos notado la reparación poco a poco», reconoce el presidente de la asociación de vecinos, Juanjo de la Torre. Como causas del deterioro, indica «la humedad y las ratas, que se comen los cables de la recogida neumática y fallan los sensores». Todo ello, coincide con Sainz, a causa de la falta de mantenimiento del servicio de limpieza viaria durante años.

En el barrio de La Florida, la presidenta de la asociación de vecinos, Pilar Iglesias, asegura que los contenedores soterrados de la calle Cervantes «o no han funcionado bien o no han estado limpios». «O están envueltos en plástico o están rodeados de basura que no entra y que la gente deja por fuera, es imposible verlos despejados y funcionando».

Desde el Ayuntamiento explican que Ascán ya ha devuelto todo el material que, tres meses después del cambio de empresa, seguía en sus instalaciones. «Han devuelto todo lo que tenían, pero no todo lo que aparecía en el contrato», precisan desde Medio Ambiente. Con ello se refieren a que, aunque en los pliegos se recogía una serie de vehículos y materiales que la concesionaria debía poseer para realizar correctamente sus labores, no tenían todo y, por ello, no han podido devolverlo. «Se hará una reclamación de todo aquello que figura en el acuerdo». Para ello, se realizará un listado que recoja todas las ausencias. Algo similar ocurrió con los contenedores ya que, cuando el contrato con Ascán terminó y comenzó PreZero -antes Cespa-, la primera retiró gran cantidad de cubos alegando que eran de su propiedad. Y sí lo eran, pero con ellos cubrían los espacios que debían ocupar los contenedores contemplados en el contrato.