Otros dos bares multados por la Policía Local de Santander y un detenido por agredir a los agentes
Santander ·
La Policía Local de Santander ha denunciado a los responsables de dos establecimientos hosteleros de la ciudad por incumplir la normativa sanitaria contra el Covid.
A uno de ellos, a las 17.40 horas en la calle Cardenal Cisneros, por permitir la entrada de clientes al local y servirles en el interior del mismo, pese a la restricción que prohíbe hacerlo.
Y al otro, a las 18.55 horas en la Avenida San Martín del Pino, por dar servicio a cerca de medio centenar de personas concentradas en la terraza, de pie y sin guardar la distancia de seguridad.
También han denunciado a tres personas por consumo de alcohol en la vía pública, varios controles en la tarde noche del jueves, y a seis responsables de viviendas por ruidos por la celebración de fiestas durante la madrugada.
Además, la Policía Local detuvo este jueves por la noche a un hombre en Santander, al que varios agentes tuvieron que reducir mientras les lanzaba patadas y puñetazos. A uno le ha dio un manotazo y a otro le lanzó una bandolera a la cara. Todo ello después de propinar dos puñetazos por la espalda a un hombre -que fue quien avisó a los policías- y patadas a puertas y persianas de establecimientos donde sucedieron los hechos, a las 20.25 horas en la calle Burgos.
El implicado, de 30 años, está acusado de un delito de atentado agente de la autoridad, según ha informado la Policía Local.
En la tarde-noche del día de Nochevieja, un transeúnte requirió la presencia de los policías en la citada hora y lugar, manifestando que momentos antes, cuando paseaba por la zona, se le acercó este individuo, al que no conocía de nada, y le había dado dos puñetazos en la espalda. También dijo que posteriormente comenzó a dar patadas a las puertas y persianas de los establecimientos de la zona. Los efectivos localizaron al sospechoso en la confluencia de la calle con Jesús de Monasterio.
En el momento de identificarle, respondió con insultos y amenazas y al tratar de tranquilizarle para que depusiese su actitud agresiva, continuó con los insultos y amenazas. Terminó reaccionando de forma violenta contra los agentes, propinando un manotazo a uno de ellos y arrojando una bandolera a la cara de otro.
Finalmente, tras quitarse el abrigo que llevaba, se dirigió a ellos en tono amenazante y tomó impulso para acometer a los agentes. Tuvo que ser reducido mientras les lanzaba patadas y puñetazos.
