La calle San Francisco volverá a brillar esta Navidad con un techo de luces

Fue la primera calle peatonal y comercial de Santander, hace ya 200 años. Durante décadas fue la más transitada por aquellos que iban de paseo y de compras por la capital cántabra. No tenía rival. También fue la primera en tener iluminación navideña, en 1949. Pero la competencia de su vecina, Juan de Herrera, ha provocado que, con el tiempo, haya perdido protagonismo. «La gente no pasa por aquí porque está muy oscura», lamentan sus comerciantes. En los últimos años, apenas han tenido luces de Navidad. «Cada vez había menos negocios para recaudar el dinero, no teníamos a nadie que lo gestionase y perdimos las ganas...», lamenta Lola Rodríguez, de la perfumería Villafranca. Hasta que llegó Roberto Tronco, de La Osa Decoración, y se puso manos a la obra para recuperar el brillo. Esta navidad, la calle contará con un techo de pequeñas luces que recorrerá el largo de la vía como si fuera una lengua, dejando de lado los habituales arcos que se utilizan en el resto de la ciudad. «Será la iluminación más diferente», aseguran los comercios.

Ya hacía varias navidades que se colocaban pocos arcos de luces a lo largo de la calle, lo que generaba imagen de dejadez. En algunas ocasiones, incluso, se ponían más tarde que en el resto de la ciudad por falta de consenso. Tronco abrió su tienda junto a su socia en junio de este año y durante la Semana Grande ya pidió una reunión al Ayuntamiento para pedir colaboración para la iluminación navideña. «Me dijeron que todavía era muy pronto». El comerciante no sabía si contaría con el respaldo del resto de negocios de San Francisco para reunir el dinero para las luces. «Pero ha sido increíble, hasta las grandes cadenas y los bancos han querido participar». Con la contribución de 49 locales, no han necesitado poner una gran cantidad económica cada uno para poder sacar adelante la propuesta, en la que también colabora el Ayuntamiento y la compañía de energía Aldro. Tronco contactó con más de cuarenta empresas hasta encontrar una dispuesta a ayudarlos y, cuando le dieron el 'sí', informó al Consistorio para que realizaran la gestión, ya que a título personal no se podía firmar el acuerdo. «La primera idea era colocar un túnel de luz, pero el andamio que hay sobre La Osa no lo permitía», narra Tronco. Entonces, propuso a Chispas, la empresa que coloca la iluminación en la ciudad, el manto de luz. «Como era factible, lo fui consultando comercio pot comercio y al final se ha conseguido». «Todo lo que sea colaborar para que la calle esté mejor, nos parece bien», dice Luis Rodríguez, de Komosy.

La calle dará un cambio radical esta semana porque también se colocarán acebos, se hará una limpieza exhaustiva y se cambiarán los bancos y las papeleras. «Roberto ha revolucionado la calle, es un crack», apunta Rocío Fernández, la propietaria de Mamina, la tienda situada enfrente de La Osa. «También vamos a hacer un concurso de escaparates para dinamizar». En los locales vacíos, los comerciantes quieren colocar vinilos con fotografías antiguas de la ciudad para que la imagen general de la calle sea más estética. «También hablaremos con los propietarios de algunos de ellos para ver si les apetece que utilicemos sus escaparates para colocar cestas o productos que sortearemos entre los clientes», añade Lola Rodríguez. «Y realizaremos concursos a través de redes sociales para potenciar el comercio tradicional y el digital».

Una de las desventajas de San Francisco es que actúa de 'trastero' de Juan de Herrera. Algunas cadenas comerciales tienen cerrada la entrada por la calle antigua, lo que obliga al cliente a entrar por el otro lado. «Ya nos han dicho que durante las navidades tratarán de abrir las dos puertas para fomentar que los clientes paseen también por esta vía, explica Tronco. «Esperamos que todo esto ayude a que la calle sea más apetecible y tenga más ambiente», apuntan Alicia Gómez, de la tienda Mood, y Lourdes Güezmes, de Perfumerías Güezmes.