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El intercambio de disparos se produjo en la calle La Prensa de La Albericia. DM .
«Me despertaron los disparos, pero pensé que eran petardos o cohetes»

«Me despertaron los disparos, pero pensé que eran petardos o cohetes»

Santander ·

Un tiroteo en La Albericia, la madrugada del domingo, acaba con un policía y su agresor heridos

G. S.

Santander

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Domingo, 10 de marzo 2019

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Seis agujeros de bala han dejado tatuada la pared del taller mecánico. Dos de ellos son muy profundos. A su lado, junto a la puerta automática que los mecánicos usan para meter los coches, la acera ha quedado teñida de rojo sangre. Es todo lo que queda del tiroteo que rompió el silencio de La Albericia la madrugada del pasado domingo. Una 'balacera' –como lo llaman los latinos– que sacó de la cama a los vecinos del barrio. «Me despertaron los disparos, pero pensé que eran petardos o cohetes», explica una de ellas mientras toma un café en un bar cercano. Lo que oyó esta vecina fue el intercambio de tiros entre un puñado de policías nacionales y el agresor, un viejo conocido por sus antecedentes y por haberse visto involucrado en otras situaciones con armas de fuego. Tanto él como uno de los agentes resultaron heridos leves.

Todo comenzó sobre las cuatro de la madrugada del domingo en la calle La Prensa, el acceso principal al polígono del barrio, donde se ubican talleres, naves industriales y la central de Radio-Taxi. Varios vecinos llamaron a la sala del 091 avisando de una pelea entre varias personas en la zona y que una de ellas portaba un arma de fuego.

A los pocos minutos, varias patrullas de la Policía Nacional llegaron a la zona, donde localizaron un vehículo que podría estar relacionado con los hechos y cuyo propietario resultó ser el posteriormente detenido.

Los policías localizaron al individuo, J.G.M., junto al taller mecánico de la calle La Prensa. Allí les recibió apuntándoles con un revólver, según la versión oficial. Los agentes trataron de que el hombre depusiese su actitud dándole el alto, pero lejos de hacerlo empezó a disparar y alcanzó a uno de ellos.

Uno de los agujeros de bala en el taller mecánico de la calle La Prensa.
Uno de los agujeros de bala en el taller mecánico de la calle La Prensa. Antonio 'Sane'

Y ahí comenzó el tiroteo. El resto de sus compañeros respondió a los disparos y neutralizaron al agresor con un tiro en la pierna. Después, J.G.M. fue trasladado al Hospital Valdecilla. La Policía indicó que, tras una primera valoración clínica, las heridas que presenta «no afectan a órganos vitales y no se teme por su vida». El agente herido también pasó por Valdecilla. Presenta lesiones que no revisten gravedad, en concreto, tiene una herida de carácter superficial en el brazo.

El trabajador de un bar de la zona se encontró el domingo por la mañana con una escena de película. «Cuando llegué a las siete de la mañana estaba todo rodeado con cintas para que nadie pasara, y había policías recogiendo pruebas. No dejaban entrar ni a los taxis», describe. Durante ese rastreo de la zona, los agentes recuperaron el revólver que llevaba el agresor y también un cuchillo.

El negociador

Este hombre ya había sido detenido recientemente por diversos delitos contra la propiedad, por tenencia de armas prohibidas y por su implicación en un tiroteo –pegó dos tiros al aire con un revólver– el pasado mes de diciembre en los alrededores de un domicilio de Cazoña. Tras los disparos, este individuo escapó y se refugió en la vivienda de unos amigos. Fue necesaria la intervención de un negociador de la Policía Nacional para convencer a los ocupantes del piso de que abrieran la puerta. Los agentes de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOEs) ya estaban preparados para derribar la puerta, pero no fue necesario. Todo acabó sin heridos y con un total de cinco detenidos que fueron trasladados a dependencias policiales y puestos a disposición judicial. Ahora, sólo tres meses después, los policías se han vuelto a encontrar a tiros con él en La Albericia.

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