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Los mensajes de apoyo han aparecido junto al cajero donde aparedio G.D.

Encuentran en un cajero de la calle Alta el cadáver de «un chico de barrio sin suerte», para los que lo conocían

El cuerpo de G.D., de 45 años y conocido en la zona como 'El Guti', no presentaba signos de violencia y todo apunta a que murió por causas naturales

Mariña Álvarez

Santander

Jueves, 17 de septiembre 2020

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Un hombre de 45 años de edad fue encontrado muerto ayer por la tarde sin signos de violencia, dentro del espacio destinado a cajero automático de una entidad bancaria situada en el número 48 de la calle Alta. El hombre fue identificado como G.D. por la Policía Local de Santander, que acudió al lugar sobre las cuatro y cuarto de la tarde de ayer, miércoles, para prestar apoyo a la ambulancia del 061 que se desplazó hasta allí cuando se pensaba que estaba inconsciente. El médico solo pudo certificar el fallecimiento y las diligencias pasaron a manos del Cuerpo Nacional de Policía.

Según fuentes policiales, G.D. «contaba con antecedentes policiales» y utilizaba el cajero automático para dormir. Para los vecinos de la zona, esas frías iniciales corresponden a 'El Guti', un hombre «muy querido» a pesar de esas actividades delictivas que constan en los archivos policiales, un «callealtero de barrio que no tuvo suerte» muy conocido en la zona.

Era, según un vecino de su generación, un «superviviente» en un barrio castigado por las drogas, con una complicada situación personal.

Desde crío, cuentan, «las ha liado pardas», y en la calle Alta todos saben que «a veces ha robado para beber, para comer o para comprar droga», pero 'El Guti' también ofrecía su cara más amable: «era bueno con todos, el primero en ayudar a la gente en lo que podía. Te veía cargado y enseguida se ofrecía a llevarte las bolsas o lo que fuera», apunta un representante vecinal que prefiere no dar su nombre. «Te veía por la calle y pedía 'déjame un euro', y le comprabas un pincho para que no invirtiera ese euro en lo que no debía... No hacía daño a nadie. Y en el barrio todos lamentamos su triste final. Porque tal y como iba, a él ya todo le daba igual. No era consciente de su enfermedad. Para vivir así, él prefería morir», comenta apenado, pero con la intención de descubrir «a la persona» que hay detrás del suceso y brindar un pequeño homenaje a quien «bastante había sufrido ya en la vida».

Oficialmente, todo apunta a que murió por causas naturales, aunque se está a la espera de que se le practique la autopsia. A pie de calle, los que lo conocían apuntan a un fallo cardiaco debido a su mala salud por el consumo de sustancias.

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