Los testigos, sobre el investigado por el incendio de Juan de la Cosa: «No ayudó a sofocar, se fue»
El magistrado Luis Enrique García ha pedido a la defensa que informe si el imputado está cumpliendo su obligación de personarse cada quince días en el juzgado
En el caso del incendio de la calle Juan de la Cosa del pasado 17 de enero en el que perdieron la vida tres ... vecinos, la Policía Nacional dejó claro en su atestado que lo que provocó el siniestro fue el «uso de incienso, velas y aceites aromáticos», y que «no fue intencionado». Por eso, el único investigado –el inquilino de 61 años de la habitación en la que surgió el incendio y que estuvo en busca y captura durante ocho meses– está imputado por tres supuestos delitos de homicidio por imprudencia grave y un cuarto delito de omisión del deber de socorro.
El magistrado Luis Enrique García, titular del Juzgado de Instrucción Nº4 de Santander, tomó ayer declaración a cuatro testigos (cuatro inquilinos del quinto piso en el que se originó el fuego) al objeto de aclarar las circunstancias en las que se produjo el trágico suceso. Y, aunque hubo «algunas contradicciones» entre ellos, en lo que sí coincidieron tres fue en que cuando surgió el incendio –uno de ellos estaba fuera en ese momento– el investigado gritó «¡fuego, fuego!, pero no ayudó a sofocarlo; se fue y no le volvimos a ver».
Esa es la razón por la que el instructor del caso le imputa la omisión del deber del socorro, según han explicado a El Diario Montañés fuentes del caso.
Durante su comparecencia, los testigos pusieron de manifiesto que el investigado «se llevaba mal» con el casero –era uno de los cuatro inquilinos que, según señalaron, subarrendaba las habitaciones del piso– a cuenta de un calefactor eléctrico. «Además de que el aparato consumía mucha energía y disparaba el recibo de la luz, tenía miedo a que causara un cortocircuito, puesto que la instalación eléctrica del piso es antigua», afirmó el 'administrador', que inicialmente gestionaba las habitaciones a través de la plataforma Airbnb, y, a partir de septiembre de 2024, «decidió alquilar las habitaciones de forma fija». Al entender que este testigo no podía alquilar las habitaciones, el seguro de la vivienda no se quiere hacer cargo de los daños causados.
Dos de los inquilinos aseguran que vieron una discusión o una especia de «trifulca» entre el investigado y el casero, que no fue a más. ¿Y vieron ustedes en algún momento velas o incienso en la habitación del investigado?, les preguntó el juez a los cuatro testigos, uno de ellos amigo del imputado. «No», respondieron todos ellos, incluido uno que llegó a entrar en alguna ocasión en el habitáculo.
En el momento en el que surgió el fuego ese 17 de enero, los testigos recuerdan oír al investigado gritar «¡fuego, fuego!» y verle marcharse del piso «sin ayudar a sofocar» las llamas, ni avisar al resto de vecinos. Una tarea que sí realizaron el resto de inquilinos presentes en el piso en ese momento. «Estaba durmiendo y al abrir la puerta de la habitación me percaté del fuego. Avisé al 112 e intentamos sofocarlo, pero había mucho humo y era imposible. Avisamos como pudimos a los vecinos. El humo era asfixiante», apuntó uno de los testigos.
De las declaraciones del resto de inquilinos se desprende que se les «pasó» avisar a los tres vecinos del ático, en el sexto piso, que terminaron falleciendo como consecuencia de las llamas (dos en el acto y un tercero días después en el Hospital Valdecilla, donde ingresó en estado crítico).
Medida cautelar
Durante la comparecencia, el instructor manifestó a los letrados presentes sus dudas sobre si el investigado esté cumpliendo su obligación de personarse en el juzgado cada quince días. Por eso, solicitó a su letrada que informe de que su cliente está cumpliendo con la medida cautelar impuesta. En caso contrario, el magistrado García dejó claro que tendría que decretar de nuevo una orden de busca y captura como ya hizo el pasado enero cuando el investigado se dio a la fuga. De hecho, fue localizado en agosto en una comisaría de la Policía Nacional en Getxo cuando fue a renovar su pasaporte. En ese momento, saltó el control de búsqueda y los agentes lo detuvieron.
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