«El cuerpo será quien nos muestre la cura a cualquier enfermedad»
Bill Guyer, vicepresidente senior de Medical Affairs de Gilead, avanza cómo serán los tratamientos médicos del futuro de dolencias tan graves como el cáncer
ARANTXA HERRANZ
MADRID.
Miércoles, 25 de octubre 2017, 20:35
Bill Guyer es el vicepresidente senior de Medical Affairs en Gilead y su trabajo consiste en estar en contacto con agentes externos a la compañía en materia de innovación, como los profesionales clínicos y otros centros de investigación, asociaciones de pacientes. Su misión es llegar a acuerdos de colaboración con gobiernos. « Soy la cara visible y externa de Gilead», asegura. Aunque no forma parte del equipo de investigación «conozco muy bien su trabajo y las estrategias que tenemos en materia de I+D». De alguna manera, su labor consiste en adelantarse al futuro de la investigación y cómo la industria farmacéutica lucha por curar enfermedades que hoy son mortales.
-¿Cuál es el secreto de su éxito?
-Estamos en el mercado desde hace 30 años. Cuando pensamos en quiénes somos y qué es lo que nos hace diferente, vemos que somos una empresa basada en la Ciencia. Estamos centrados en ofrecer soluciones a necesidades médicas no cubiertas. Así es como formamos la compañía.
«La química es clave, pero la autoterapia basada en genes es la siguiente fase de la innovación»
Trabajamos con un planteamiento altamente científico para responder a las necesidades médicas de distintas enfermedades en sus distintas fases y ver así cómo podemos mejorar las vidas de los pacientes. Ése ha sido nuestro enfoque desde el día 1. Así fue como nos introducimos en el VIH y la hepatitis C y B. Nuestro planteamiento no es simplemente estar en un área para conseguir autorización para un fármaco, sino responder a sus necesidades médicas. Creemos que si te enfocas en el paciente y después planteas las necesidades técnicas y las pruebas, las medicinas serán mejores para el paciente y tendremos éxito.
-El I+D en el sector farma está cambiando. Antes se encontraba una molécula y se desarrollaba. Ahora mucha investigación se centra en el ADN. ¿Cuáles son los principales cambios y retos?
-Estamos en ambas fases, mejorando en ambas áreas. Cuando observamos cualquier terapia, tenemos un gran bagaje en biología y farmacología, así que podemos mirar al receptor, por ejemplo en el VIH, y desarrollar un fármaco que puede dirigirse a una parte específica del VIH. Sucede lo mismo en el caso de la hepatitis B y C. Pero no se trata solo de eso. La química y la biología también nos ayudan a entender el estado de la enfermedad y a manipular la estructura molecular para evitar la toxicidad. Ése es el reto. Queremos desarrollar fármacos que sean muy eficaces pero también seguros. La química juega un papel clave en Gilead. Pero también reconocemos que la autoterapia basada en genes es la siguiente fase de la innovación. Por eso anunciamos nuestra intención de comprar Kite, dado que son los líderes en innovación en este terreno. Creemos que son una parte importante para que podamos desarrollar nuestra próxima fase de innovación en este tipo de terapias. Y es solo el principio.
«Quizá en 30 años podamos curar enfermedades consideradas hoy incurables»
-¿Estamos cerca de unos tratamientos personalizados basados en la genética?
-Creo que estamos haciendo grandes avances en este terreno. Así vemos los avances que hace Kite 'reprogramando'el sistema inmune para regenerar y luchar contra diferentes tipos de cáncer. Es una manera de modular el sistema inmune. En lo que se refiere a terapia génica, creo que como industria podemos ser mejores y pensar cómo podemos desarrollar tratamientos más personalizados. Es la próxima etapa de la innovación.
-¿Cómo podemos lograr este tipo de tratamientos?
-Tiene que haber una gran colaboración entre muchas partes. Cuando miramos a nuestro éxito pasado, y espero que también el presente y futuro, nos damos cuenta de que no podemos hacerlo todo solo como Gilead. Tenemos que asociarnos con investigadores externos, agentes sanitarios, asociaciones de pacientes, gobiernos, organizaciones de investigación. En la medida en que colaboremos con ellos de manera externa seremos capaces de lograr estos avances. Ésa ha sido la clave de nuestro éxito en el pasado y la base para el futuro.
«El objetivo no es mejorar la supervivencia de los pacientes en meses o años, sino curar»
En VIH, esta gran epidemia mataba hace 30 años a los pacientes en menos de un año. Y no fueron solo las farmacéuticas, sino que los gobiernos, los centros de investigación, la industria farma... todos juntos colaboraron en busca de una terapia, de manera que ahora los pacientes puedan vivir una vida normal tomando una pastilla al día. Lo mismo pasa con la hepatitis C. Había muchos pacientes que morían esperando un trasplante de hígado. No fue solo la industria farmacéutica, sino la colaboración de muchos agentes lo que permitió cambiar los tratamientos y que ahora hablemos de unos ratios de cura superiores al 95%.
Lo mismo pasará con las terapias genéticas y las autoterapias. Se necesita la colaboración con agentes externos, gobiernos, institutos de investigación, asociaciones de pacientes, para ayudarnos a ir en la dirección correcta.
-¿Qué busca Gilead en este tipo de colaboraciones?
-Buscamos a los principales líderes de investigación para que nos ayuden, que nos guíen. Nos ayudan a empezar, pero después a implementar. Cualquier transformación necesitas algo más que a un líder de investigación. Necesitas ir un paso más. A veces nos centramos en trabajar con las instituciones de investigación más importantes, y lo hacemos. Pero también intentamos trabajar con investigadores de la comunidad científica. Eso es lo que nos permite alcanzar a un mayor número de pacientes y tratarlos de manera global.
«No podemos hacer solos nuestro trabajo. Tenemos que asociarnos con agentes externos»
-En este ecosistema, ¿tener más dinero te hace tener más oportunidades?
-No es cuestión de dinero o poder. Se trata de una buena estrategia. Se trata de cuál es el siguiente paso en innovación. Estamos evaluando el montón de oportunidades que hay, las muchas innovaciones que se producen. Miramos cómo, de manera científica, podemos mejorar los fármacos. Así que no es cuestión de dinero, sino de ver estratégicamente qué están haciendo las actuales terapias, cuales son las necesidades médicas y qué es lo que se necesita. Esto es básico para cualquier área del tratamiento. Ahí hay que empezar a tomar decisiones estratégicas sobre cuáles son las necesidades médicas y tratar de ofrecer una solución. Puedes gastar mucho dinero tratando de responder a muchas de estas preguntas. Nosotros tratamos de tener un planteamiento metódico. Y estamos buscando la próxima gran transformación e innovación en terapia, bien porque la creamos nosotros de manera interna o con colaboraciones externas.
-¿Cómo está España en materia de innovación?
-España es uno de nuestros mayores y tradicionales colaboradores en innovación. Por ejemplo, y hablando de las actuales terapias, en VIH, ya sea el gobierno o los investigadores clínicos, nos han ayudado a entender constantemente nuestros medicamentos y cómo se pueden utilizar mejor. España, en este sentido, ha jugado un papel clave. Si hablamos de innovaciones futuras, si hablamos de una de nuestras nuevas áreas, NASH, tenemos 15 investigadores aquí en España ayudándonos en la investigación en fase 3. Sobre Hepatitis, el primer paciente que tratamos fue en España. También llegamos a acuerdos con organizaciones externas e intentamos tener más programas de becas . En los últimos 5 años, con nuestro programa Fellowship, hemos concedido becas por valor de 4 millones de euros para ayudar en la investigación con nuestros programas de becas. Más que en cualquier otro país de Europa.
-Uno de sus próximos desarrollos es CART. ¿Qué puede explicarnos de él?
-Es una de las terapias más transformadoras. Cogemos células del cuerpo del paciente y las reprogramamos para atacar las células cancerígenas. Es solo el principio, a partir de ahí podemos construir para tratar mejor y curar más pacientes. Lo mismo ocurre con nuestro tratamiento de VIH, lanzado en 2001. Fuimos los primeros y hora tenemos cinco fármacos aprobados y en breve esperamos que sean seis. En hepatitis ocurrió algo parecido, fuimos añadiendo tratamientos porque vimos que podríamos modificar el tratamiento. CART es igual. Es el comienzo, pero la fundación de algo nuevo.
-¿Cómo van a impactar estas terapias y tratamientos en el futuro, en personas como usted y como yo?
-Ahora mismo estamos en fase de diseño de terapias para problemas específicos. Estamos empezando a utilizar el cuerpo para luchar contra enfermedades concretas. Para nosotros, en el futuro, nos mostrará probablemente la cura para cualquier enfermedad, como la diabetes, y cómo emplear nuestro propio cuerpo para combatirlas. Es algo que no entendemos ahora pero que podrá ser una nueva manera de tratar a los pacientes. Es la nueva innovación que está llegando.
-¿Los fármacos va a resolver las enfermedades o solo serán tratamientos dedicados a cronificar la enfermedad y paliar sus síntomas?
-Algunas enfermedades son crónicas. Hepatitis B es crónica, la C era crónica y el HIV es crónico. Lo que hemos hecho ha sido ver la hepatitis C y pensar ¿cómo tratamos esta enfermedad? Hace 30 años, se lograba curar un 6% de los casos de hepatitis C. Ahora estamos curando entre el 95 y el 99% de los casos. Así que pensamos, «si hemos logrado esta tasa de curación con la hepatitis C, ¿por qué no empezamos un programa para hacer algo parecido con el VIH?». Así que ahora tenemos este programa para ello. Sabemos que algunas enfermedades son muy difíciles de curar y que habrá que lograr una cronificación, pero si tu objetivo inicial es más ambicioso, es lograr la cura, al menos vamos a intentarlo con ahínco. Sin duda se pueden cometer errores a lo largo del camino, pero hay que seguir esforzándose por lograr ese objetivo. Si nunca hubiéramos tenido ese objetivo con la hepatitis C, ahora no estaríamos curando al 95-99% de los pacientes.
-También se habla mucho del impacto de técnicas como el Big Data en el sector.
-Relacionado con el Big Data está el análisis Genome Wide Association Study (GWAS). El análisis de datos nos ayuda a conocer y a guiarnos sobre qué pacientes tenemos más beneficios en nuestras terapias.