Paralizan el desahucio del gimnasio Sant Pau, convertido en un icono social
El emblemático edificio de Barcelona se ha erigido en todo un referente en la lucha contra la pobreza y la desigualdad
Cristian Reino
Barcea
Jueves, 29 de abril 2021, 18:13
El gimnasio Sant Pau, en Barcelona, consiguió ayer in extremis paralizar la orden de desahucio que estaba prevista para hoy. Un juzgado de Barcelona suspendió la ejecución del desalojo, tras una fuerte presión social y política y después de que lo pidiera formalmente el Ayuntamiento, que se ha comprometido a negociar con el propietario del inmueble para la compra del local, en pleno centro de la ciudad, todo un caramelo para los inversores inmobiliarios.
El Sant Pau, con su piscina, sus salas de fitness y de musculación, se ha convertido en todo un símbolo social en Barcelona, donde se estima que unas mil personas duermen todas las noches en la calle. Abrió hace 80 años como baños populares para combatir las infecciones. Para que la gente que no tenía posibilidad pudiera darse una ducha o bañarse en la primera piscina con cloro de la ciudad condal. Ahora, en plena pandemia, se ha erigido en todo un referente en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Ubicado en el Raval de Barcelona, antiguamente el barrio Chino, tiene más vidas que un gato. Como dicen sus responsables se trata de un proyecto social en forma de gimnasio o un gimnasio que se ha convertido en proyecto social.
En solo un año, ha dado servicio, desinteresado, a 2.500 personas, la mayoría sin hogar, a los que se les ha permitido usar las duchas, cambiarse de ropa o comer un plato caliente. En el año 2012, los trabajadores del centro deportivo convirtieron el local en una cooperativa sin ánimo de lucro. Un rara avis en el sector. En los años sesenta fue sede del club natación Montjuïc y hasta acogió unos europeos de natación.