Borrar
El primer gran incendio del verano en España, en Lleida. EFE

El fuego abrasa a dos agricultores en Lleida en el primer gran incendio del verano

La ola de calor y el fuerte viento hicieron que unas llamas desbocadas devorasen 6.500 hectáreas en pocas horas y obligasen a confinar a 20.000 vecinos

Miércoles, 2 de julio 2025, 11:21

El primer gran incendio forestal del verano, un superfuego que por su enorme virulencia desbordó en muchos momentos la capacidad de los equipos de emergencia, quemó entre la tarde del martes y la madrugada de hoy unas 6.500 hectáreas en las comarcas leridanas de Segarra, Urgell y Noguera, confinó en sus casas a 20.000 vecinos de los pueblos de la zona y desencadenó la tragedia al causar la muerte de dos agricultores que quedaron atrapados por las llamas.

Los dos fallecidos, cuyos cuerpos fueron hallados por los bomberos a última hora del martes, cuando inspeccionaban una masía dentro del perímetro del incendio, son dos agricultores de 30 y 50 años, muy conocidos en la zona y residentes en la población de Renan, según explicó el alcalde de Guissona, Jaume Ars. Ars relató que se trataba del propietario de una finca agrícola y de cría de cerdos que acudió al rescate de un trabajador que se había quedado atrapado por las llamas y que le llamó para pedir ayuda.

Aunque la investigación de las muertes que realizan los Mossos d'Esquadra está en sus inicios, el alcalde comentó que, al parecer, ambos intentaron esquivar el fuego en las cercanías de la finca, pero la virulencia del incendio acabó siendo una trampa mortal. Primero trataron de huir en un vehículo aparcado junto a la masía, en el término municipal de Coscó, pero quedaron atrapados por el fuego, por lo que tuvieron que seguir a pie y al final murieron junto a unas rocas en las que intentaban resguardarse.

El dispositivo contra el fuego, que llegó a reunir unos 40 vehículos, doce medios aéreos y 150 efectivos, tuvo que enfrentarse en un lapso de menos de tres horas a dos incendios casi simultáneos y muy próximos en la comarca de Segarra. Uno iniciado sobre las 14:30 horas en el término municipal de Sanaüja y, el más grave, sobre las cinco de la tarde, en Torrefeta, un pueblo de poco más de 500 vecinos. Ambos fuegos se iniciaron por razones que aún se ignoran y se investigan, según confirmó el presidente catalán, Salvador Illa.

El efecto de las altísimas temperaturas de la primera ola de calor del verano combinado con una tarde de fuerte viento, con rachas cambiantes de hasta 125 kilómetros por hora, desencadenaron un superfuego desbocado que se propagó por los campos de cereal y los matorrales del monte bajo a velocidades próximas a los 30 kilómetros por hora, obligando en muchas ocasiones a los miembros del dispositivo antiincendios a replegarse porque su vida estaba en peligro, según explicaron los propios Bomberos de la Generalitat. Al tiempo que avanzaba sobre unas 6.500 hectáreas de territorio formó una inmensa columna de humo blanco y cenizas de combustión de unos 14 kilómetros de altura, que elevó aún más el peligro tanto para las emergencias como para la población.

Alertas de Protección Civil

Fue el momento en el que la errática y veloz propagación de las llamas y la inmensa humareda tóxica llevó a los responsables de Protección Civil a emitir sucesivos mensajes de emergencia a los móviles de los vecinos, que terminaron por confinar en sus casas, hasta aproximadamente las once de la noche del martes, a unos 20.000 residentes en los pueblos y aldeas de nueve municipios leridanos.

Los bomberos declararon estabilizado el incendio poco después de 22:30 horas del martes, pero dedicaron toda la noche y la mañana del miércoles a recorrer el perímetro del fuego, a sofocar llamas y a enfriar el terreno para evitar reactivaciones. Además de las dos muertes, el fuego obligó a rescatar a vecinos de casas rurales, quemó varias viviendas e instalaciones agrícolas, obligó a cortar temporalmente dos carreteras locales y causó lesiones a dos bomberos.

Verano de muy alto riesgo

El presidente catalán suspendió su agenda del miércoles y se desplazó a Guissona, donde se ubicó el puesto de mando del incendio, para mostrar su pesar por las dos muertes y para conocer la magnitud de la tragedia sobre el terreno. Salvador Illa pidió a los ciudadanos la máxima prudencia este verano, en el que todo apunta que habrá un muy alto riesgo de grandes incendios.

Su aviso coincidió con el ya lanzado hace varias semanas por los responsables nacionales del plan antiincendios, que han reforzado los medios humanos y materiales del dispositivo y han extendido su vigencia hasta el 31 de octubre, porque esperan un verano de proliferación de las llamas en los espacios naturales. Temen la confluencia de unas temperaturas que cada año son más elevadas (con frecuentes y largas olas de calor) con la existencia de una enorme cantidad de masa forestal derivada de las lluvias masivas de los primeros meses de 2025, especialmente de un marzo que fue el tercero más húmedo de toda la serie histórica.

Creen muy probable que en las próximas semanas se trunque el buen arranque del año, en cuyos primeros seis meses -hasta el 22 de junio- se han quemado en toda España solo 16.734 hectáreas de bosque, pastos y monte bajo, lo que supone un 35% menos de terreno que el calcinado en el mismo período temporal del año pasado y menos de la mitad de lo que se quemó de media entre enero y junio en la última década.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El fuego abrasa a dos agricultores en Lleida en el primer gran incendio del verano

El fuego abrasa a dos agricultores en Lleida en el primer gran incendio del verano