El Ayuntamiento suspende los cambios «unilaterales» en el callejero de Tanos tras la polémica con los vecinos

La gente no daba crédito a todos estos cambios de la noche a la mañana. «¿Pero cómo qué Las Palmeras?», «¿o sea que yo nací en la calle Miguel de Unamuno?», «¿qué broma es esta?», alternaban. Sus caras, a caballo entre la incredulidad y la indignación, lo decían todo el miércoles de la pasada semana a primera hora de la tarde. Unos días después de reflejar su estado de ánimo y dar a conocer la noticia, y reunión con la Asociación de Vecinos mediante, el Consistorio da marcha atrás y tiende la mano para abordar, «de manera conjunta» y «consensuada» la nueva configuración del callejero de Tanos, un proceso participativo para bautizar las calles del pueblo y que, garantizan, se hará de la mano de sus vecinos.

Adiós a ese misterioso mandato de hace once años que, al parecer, emanaba de un Pleno municipal y ordenaba cambiar los nombres de las calles de Tanos de un día para otro. El Ayuntamiento de Torrelavega dio marcha atrás ayer y se desentendió para siempre de aquel enigmático encargo, una supuesta orden plenaria de la que en realidad nadie supo dar demasiadas explicaciones la semana pasada, cuando este periódico trasladó las quejas vecinales a diferentes responsables del equipo de gobierno (PRC-PSOE). Algunos incluso reconocían no saber a qué departamento concreto corresponde este despropósito, un episodio que a efectos prácticos ha durado poco más de una semana y que algunos en el pueblo, ayer, llegaban a resumir como una comedia satírica «propia de Berlanga».

La «broma», otra palabra que se utilizó mucho el otro día, se acabó en las últimas horas, después de que el Consistorio tuviera a bien hablar ahora con la Asociación de Vecinos de Tanos. Plano sobre la mesa, comenzaron a repasar lo que había pasado, lo que está bien, lo que está mal y lo que –si hubiera que cambiar algo– habría que hacer. El problema nunca fue tanto el qué, los nombres de las calles, como sí el cómo, la «unilateralidad total» demostrada por el Ayuntamiento para ponerse a cambiar el callejero de un pueblo de un día para otro. Ayer, acercaron posturas y de hecho sellaron la paz, anunciando finalmente el inicio de «un trabajo detallado barrio por barrio» y que consistirá en aquello que los residentes reclamaban la semana pasada, a raíz de toda esta polémica: diálogo, trasparencia y consenso.

Enterrada el hacha de guerra, llega el momento ahora de hacer propuestas. Todas «serán debatidas en asamblea vecinal antes de su presentación oficial», como avanzaban ayer desde el Consistorio. La 'mesa de trabajo' sobre el callejero de Tanos comenzará a partir de «la próxima semana»; entre tanto, lo dicho, «se dejará en suspenso todo el cambio de denominación previsto en acuerdos plenarios de otras Corporaciones», como declaró el alcalde, Javier López Estrada.

No habrá cambios en el callejero sin consulta a los vecinos, ni aval de la Comisión Informativa o el Pleno. Después de estas horas marcadas por la confusión, el malestar y las críticas por parte de algunos taniegos, que no tardaron en calificar los cambios de «cacicada», el Ayuntamiento ha puesto «todos los recursos municipales» a disposición de la Asociación de Vecinos de cara a un proceso de participación transparente y con garantías. La próxima vez, los cauces y el origen de las decisiones sobre el callejero sí estarán claros.