«¡Pero cómo voy a dejar a mi hijo jarreando a 300 metros del colegio!»
La campaña Kiss & Go pasa desapercibida en Torrelavega porque los padres consideran que la zona permitida para parar el coche está «lejos» del colegio
Un clásico cada mañana al dejar a los más pequeños en el cole: coches en doble o triple fila, sobre la acera, sobre el paso ... de cebra... Y lo mismo ocurre a la hora de la salida para recoger a los niños. «Todos los días hay coches mal aparcados, y los días de lluvia -como ayer- esto es un caos», se queja un conductor. «Yo vivo a ocho kilómetros y es imposible venir andando», se justifica una madre.
El Ayuntamiento de Torrelavega ha decidido poner fin a este problema permitiendo durante un minuto entre las 08.30 y las 09.15 y de 13.30 a 14.15 horas aparcar frente al colegio Sagrados Corazones, en Sierrapando, coincidiendo con el horario de entrada y salida de los alumnos.
La medida no parece haber calado entre los padres y madres de los escolares, unos por desconocimiento -«no tengo ni idea, ni siquiera sé que significa la señal», decía uno-, y otros porque dudan de la medida. «¡Vamos a ver, cómo voy a dejar a mi hijo jarreando a 300 metros del colegio, es que no tiene sentido!», criticaba una madre mientras resguardaba de la lluvia a su hija de seis años con un paraguas hasta la puerta del centro.
Ayer, al menos, día de lluvia, los coches subían hasta la puerta de entrada del colegio, quedando prácticamente vacía de vehículos y sin utilizar la zona habilitada por el Ayuntamiento señalizada como área Kiss & Go («Besa y vete») en una de las rectas del Bulevar Ronda. Según los acompañantes de los niños, «en días de lluvia no es efectiva la medida porque está muy lejos del colegio, no puedes dejar ahí a los más pequeños. Incluso sin que llueva, creo que es una zona que está alejada del centro para que los niños más pequeños vayan solos al cole», explicaba el padre de dos menores.
Y es que en otros municipios en los que se ha puesto en marcha una medida similar los padres y madres disponen de diez minutos para aparcar, es decir, pueden estacionar y acompañar a los pequeños a la puerta, «no parar y dejar a los niños solos», como critican en Torrelavega.
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