PRC y PSOE defienden el uso cultural del Palacio municipal de Torrelavega y seguirán buscando financiación
La coalición de gobierno considera «superado» el debate alrededor del uso futuro de la Casona, que el PP insiste en recuperar como sede administrativa
Aunque la costosa restauración del Palacio municipal de Torrelavega y su transformación en un centro cultural no conocen una vía de financiación clara todavía - ... se ha quedado fuera de las ayudas de los fondos Feder, aunque el Consistorio ha presentado recurso-, el proyecto sigue contando con la confianza de los partidos de gobierno (PRC-PSOE). El Pleno ha escenificado esa defensa este miércoles por la mañana, durante una sesión extraordinaria en la que, entre otras cosas, se ha reabierto el debate sobre su futuro uso mediante una moción del Partido Popular. Esta iniciativa, orientada también a la apertura de negociaciones con la familia de Demetrio Herrero hacia una eventual compra de una parte de la Casona -la que linda con la calle Julián Ceballos-, ha terminado rechazada por la mayoría de la coalición, que sigue defendiendo el carácter positivo de esta transformación cultural y un futuro del antiguo Ayuntamiento más allá de la actividad administrativa. De cumplirse el enfoque de regionalistas y socialistas, dicha rutina quedará relegada al resto de sedes municipales del Consistorio -en La Llama, Baldomero Iglesias, El Zapatón, etc.-, mientras que la antigua residencia de Luciano Demetrio Herrero adoptará un papel más institucional, cultural y de ocio, acogiendo actividades de diversa índole y una dinámica de puertas abiertas.
Más allá de esos detalles y los más de ocho millones de euros que necesita Torrelavega para hacerlos realidad, una de las ideas que han dejado clara este miércoles el PRC y el PSOE es que ese debate sobre el futuro del Palacio municipal «está superado». Lo ha dicho literalmente con esas palabras el portavoz regionalista, Pedro Pérez Noriega; y, de otra manera, apelando a la «recuperación del patrimonio arquitectónico» y a «cualquier oportunidad que tengamos para conseguir esos fondos», el secretario general socialista en la ciudad, José Luis Urraca. «Lo mejor es que se amplíe ese uso», defiende Noriega; «hay que conseguir ocho millones», insiste Urraca.
Las dudas sobre la financiación y el 'traspiés' del proyecto en la convocatoria de los fondos europeos Feder -que habrían traído a la ciudad 5,2 millones de euros- no alteran los planes de PRC y PSOE, que mantienen firme su idea de convertir el Palacio municipal en un espacio cultural. Y se mantienen así contra el criterio del PP, que entiende el tropiezo en la convocatoria de subvenciones como una oportunidad para «rectificar». Esa es la expresión que ha utilizado el concejal Enrique Gómez Zamanillo, en una intervención en la que ha defendido el Palacio como «sede administrativa del Ayuntamiento» y en la que ha cargado también contra la dispersión de las sedes municipales. «¿Debate superado? No se ha consultado a la ciudadanía», ha declarado, tras escuchar las explicaciones del PRC sobre las reuniones mantenidas con las asociaciones de vecinos. Estas, ha opinado Zamanillo, no ofrecen una «opinión completa de lo que piensa la ciudadanía».
El debate sobre el futuro del Palacio parece estar bastante polarizado y con dos visiones del edificio muy distintas, pero también opiniones a mitad de camino, como la de Vox -que se abstuvo en la moción-. Su portavoz, Roberto García Corona, defendió como todos los partidos la singularidad y el valor del inmueble, pero mostró sus dudas sobre destinarlo únicamente a la actividad administrativa. «Dedicar el 100% a sede administrativa quizá nos parece una oportunidad perdida», dijo, partidario de una visión «mucho más potente, ambiciosa y con nuevas intenciones en su uso». El otro grupo que se abstuvo es Torrelavega Sí. Aquí, Blanca Rosa Gómez Morante se inclinó por el enfoque tradicional del Consistorio y reclamó financiación para restaurar la Casona. «Esa es la prioridad».
Negociaciones con la familia
PRC y PSOE dejaron clara su visión de transformar el Palacio en algo más que un Ayuntamiento tradicional y también las dificultades de la Administración para invertir ahora mismo en la compra de la parte superior del edificio, aún en posesión de la familia y los descendientes de Demetrio Herrero. Aunque «las puertas del Ayuntamiento están abiertas para la negociación», como dijo Noriega, «no es el momento ideal para meternos en una inversión de este tipo».
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