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Dos locales que la firma textil Los Telares poseía en Torrelavega saldrán a subasta por algo más de dos millones de euros. El Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Gijón acaba de sacar a la venta dos locales que la cadena, ya cerrada, tenía en propiedad en la capital del Besaya, uno en la plaza Piqué y Valera, con entrada por la Plaza Mayor y Ruiz Tagle, y otro en el centro comercial Bulevar Altamira. El valor total que se intenta recaudar con las propiedades de la capital del Besaya en subasta pública es de cerca de un milllón y medio de euros. El lote tasado más alto es el que corresponde al local comercial ubicado en la plaza Piqué y Varela, en el centro de la ciudad, que asciende a 1.159.968 euros, reclamándose un importe para el depósito de 57.998 euros. Se trata de un local de 1.115,38 metros cuadrados en el que la empresa textil tenía una de sus tiendas de referencia en Cantabria.
Además la subasta pública agrega otro lote en esta misma dirección, que podría tratarse de un almacén u oficinas de la empresa, sobre un local de 67,34 metros cuadrados tasado en 70.031 euros. El segundo de los lotes se refiere a un local comercial de 288 metros cuadrados, cuyo precio sale en subasta en 308.233,55 euros y que se encuentra ubicado en el centro comercial Bulevar Altamira, donde la empresa tenía otros establecimiento en Torrelavega.
El número de locales que se subastan en total es relativamente bajo para un grupo que llegó a tener más de cien tiendas repartidas por todo el país. La razón es que la mayoría de los establecimientos funcionaban en régimen de alquiler. Los bajos en propiedad, además, soportaban grandes cargas hipotecarias que según fuentes próximas a la empresa sobre la situación patrimonial en la que quedó el grupo, difícilmente van a ser cubiertas con el dinero que se obtenga del proceso de liquidación. El Juzgado de lo Mercantil Número 3 de Gijón, que acaba de dar a conocer la subasta de estos inmuebles, es el mismo que el pasado mes de septiembre condenó a los administradores suizos de Los Telares a pagar 22 millones de euros de deuda como responsables del incumplimiento del convenio derivado de la quiebra de la firma textil y de su colapso financiero. El Juzgado de lo Mercantil acaba de sacar a la venta doce locales que la cadena tenía en propiedad: uno en Gijón, en la principal arteria comercial de la ciudad, y otros en Avilés, Castrillón, Pontevedra, Badajoz, además de los de Torrelavega.
En total, el juzgado intenta pretende recaudar 38,7 millones, incluyendo además una nave industrial del polígono de Las Arobias en Avilés. El lote tasado más alto, en concreto en 2.838.794,40 euros, se corresponde precisamente la tienda de Gijón, ubicada en el número 38 de la céntrica calle Corrida y que lleva ya varios años cerrada. También se subasta un bajo comercial en Piedras Blancas, dos en Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, otro en Almendralejo, en Badajoz, otro en Langreo y los de Torrelavega.
En Avilés, de donde salió en sus orígenes el grupo textil Los Telares, se subasta un establecimiento en Marcos del Torniello, una tienda en el centro comercial El Atrio y una nave industrial en el polígono de Las Arobias. La cadena textil fue creada por Julián Rus en 1975 en la calle de La Muralla con el nombre de 'Rus Pantalones'. La primera tienda abierta fuera de Asturias fue la de Torrelavega y la expansión llegó hasta Canarias, llegando a contar con 129 establecimientos.
La amenaza de cierre sobre la cadena textil Los Telares, una empresa con sede en Avilés recientemente adquirida por el fondo de inversión suizo CIB714, comenzó a cobrar fuerza la primavera de 2015. Los Telares llegó a tener 107 tiendas en 34 provincias, empleando a 600 trabajadores. En Cantabria abrió cuatro establecimientos (Valle Real, en Camargo; El Alisal, en Santander; y el Bulevar Altamira y la plaza Piqué y Varela, en Torrelavega) en los que trabajaban 22 personas.
El fondo de inversión suizo, gestionado por Ali Hussein Kasim Zahid, asumió la dirección y administración de la empresa, fundada en 1976 por Julián Rus Cañibano. La crisis la había llevado a un proceso concursal a finales del año 2012, del que había salido en abril de 2015. La falta de pago a los trabajadores, a los arrendatarios y a los proveedores, y la nula reposición de la ropa en los establecimientos comerciales obligó al cierre de algunas de las tiendas del grupo y a los primeros despidos hace dos años.
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