La ciudad de Torrelavega y los inmigrantes

En el 'Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial', Naciones Unidas, en respuesta a la petición de los diferentes pueblos y culturas representadas en ella, nos invitan a realizar un llamamiento especial contra la discriminación racial y a favor de los derechos humanos, honrando la memoria de las víctimas de la masacre que un 21 de marzo de 1960 se cernía en Sudáfrica sobre quienes se manifestaban contra las leyes de segregación racial.

Cuarenta y ocho años más tarde de aquella fatídica fecha, el régimen sudafricano del apartheid ha desaparecido, lo mismo que otras barreras que imposibilitan el pleno desarrollo de las personas por cuestiones de raza y cuyo símbolo de nuestro tiempo queda representado en la llegada de un presidente de color a la presidencia de los Estados Unidos.

Pero el día de hoy también ha de servir para la reflexión sobre aquellas manifestaciones de racismo que puedan darse dentro de nuestra sociedad, en nuestro entorno más cercano, así como la forma en que debemos trabajar para erradicarlas, renovando nuestra apuesta en aras de la justicia y la convivencia, de la integración y la interculturalidad.

Como todas las ciudades industriales de nuestro entorno europeo, Torrelavega es hoy también el hogar de gentes venidas de distintas partes del mundo. Nuestras calles se pueblan y enriquecen con un mosaico de culturas como el que desde hace mucho tiempo podía ya encontrarse en Londres, París, Berlín o Nueva York, convirtiéndose en conjunción de África, América, Asia y Europa.

El miedo o el rechazo a lo diferente suele estar todavía en el origen de gran parte de los prejuicios que conducen a la discriminación racial, por eso es tan importante el conocimiento y el acercamiento mutuos, tarea en la que trabajan diversos colectivos ciudadanos y que constituye también un firme compromiso de los socialistas, tanto desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrelavega, con la organización y apoyo de múltiples actos culturales, como desde la Dirección General de Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Cantabria, que hace unos días organizó en la ciudad actos de la 'Semana de África'.

La labor de la comunidad educativa, con el carácter capacitador y socializador de la educación, ha de jugar un papel fundamental, posibilitando la integración de los inmigrantes en igualdad de oportunidades, y evitando así la marginación. Lo mismo que el aprendizaje de nuestro idioma, o el asesoramiento en múltiples campos, legales, laborales y sociales, tareas a las que también contribuye la Oficina Municipal de Interculturalidad del Ayuntamiento de Torrelavega.

La discriminación lamentablemente suele ir acompañada de desigualdad, acrecentada en momentos de crisis económica global como los presentes. Quienes han contribuido con su trabajo y esfuerzo en la construcción, la hostelería, la industria, el campo de los servicios o las tareas domésticas, sufren ahora más virulentamente los efectos de la recesión, lejos además de sus familias y su país de origen. Por ello hemos de apoyar, como se ha hecho este año desde el presupuesto municipal, toda la ayuda social posible que asegure los más elementales derechos del ser humano.

Somos muchos los torrelaveguenses que conocemos familiares que un día buscaron su futuro como trabajadores, nuestro presente, más allá de los Pirineos o allende el océano en América, algunas veces para retornar, otras para quedarse allí. Es esta una ciudad con espíritu emprendedor y generoso demostrado a lo largo de su historia, y hoy uno de nuestros principales desafíos en la Torrelavega del Siglo XXI, es el de lograr una comunidad armónica que integre a todos sus ciudadanos por igual. Estamos llamados a realizar ese esfuerzo, y nosotros como socialistas comprometidos a poner todo de nuestra parte para lograrlo.