La Audiencia deja en prisión a los tres jóvenes imputados en la muerte del tendero chino

La Audiencia de Cantabria ha acordado mantener en prisión a los tres jóvenes implicados en la paliza mortal propinada a un tendero de Torrelavega el 11 de noviembre de 2015. Los tres investigados -José Antonio P. A., de 24 años, Roberto G. C., de 20 y Laura B. R., de 21- fueron detenidos horas después de la agresión como principales sospechosos tras ser identificados por la viuda, testigo presencial del ataque, y dos días después el juez decretó su ingreso en el penal de El Dueso y sin fianza.

Los jóvenes recurrieron el auto judicial ante la Audiencia y solicitaron la libertad provisional, pero el tribunal ha rechazado sus pretensiones y ha ratificado ahora la medida preventiva acordada por el Juzgado de Instrucción y Primera Instancia número 3 de Torrelavega. Los tres magistrados de la Sección Tercera sostienen que existen indicios suficientes para atribuir a los tres chicos los delitos de robo con violencia, lesiones y homicidio, ya que fueron identificados por la viuda de la víctima.

La mujer, principal testigo de cargo, declaró ante la policía y después en el Juzgado que todos ellos propinaron una lluvia de patadas y puñetazos al comerciantes chino, que falleció cinco días después en el Hospital Valdecilla como consecuencia de las heridas. El testimonio de Xuzhen Huang fue decisivo para mandar a los muchachos a prisión por la brutal agresión que sufrió su esposo. Sin embargo, los encausados ofrecieron un relato de hechos muy diferente al de la testigo sobre su participación en la paliza. José Antonio P. A., que en principio aparece como principal implicado, eximió de toda responsabilidad a sus compañeros al asegurar que «sólo intentaron separarme del comerciante». Los otros dos implicados cargaron las tintas sobre su compañero. Tanto Roberto como Laura declararon al juez que fue José Antonio quien golpeó y pateó al tendero chino y que ellos únicamente trataron de separar a su amigo de la víctima. Sin embargo, la Sala no ha dado crédito a ninguno de estos alegatos.

Demasiados riesgos

Además de por la gravedad de los hechos, los jueces se han opuesto a la excarcelación de los implicados al considerar que existe «riesgo» de que regresen a la tienda del fallecido y «atenten» contra los bienes allí existentes y contra la propia viuda. Tampoco descartan que, ya en la calle, los jóvenes contacten con testigos del caso para tratar de «influir» en sus declaraciones. Todos estos argumentos abocan a la Sala a mantener la situación de prisión de los sospechosos.

Aimin Zhu, de 33 años, falleció como consecuencia de las graves lesiones que sufrió cuando tres jóvenes entraron en su tienda, situada en el barrio de La Inmobiliaria, de Torrelavega, para robarle y después le golpearon y patearon brutalmente. El suceso conmocionó a la ciudad, donde se decretó una jornada de duelo. Un centenar de personas, entre vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona, a los que se unieron los representantes políticos, celebraron una concentración y guardaron un minuto de silencio en memoria del fallecido.

El acto se convirtió en un clamor para pedir mayor presencia policial en las calles «si no queremos que este barrio se convierta en el Bronx», en alusión a la barriada neoyorkina. La presidenta de la Asociación de Comerciantes de La Inmobiliaria, María José Velado, instó a los vecinos a permanecer «unidos» para luchar contra la violencia y para que «entre todos, y con la ayuda de la Policía y de las autoridades, podamos hacer de este barrio un lugar más habitable». Mientras, la viuda, Xuzhen Huang, que ejerce la acusación particular en el caso de la mano del abogado Santiago Barquín, pedía «justicia por la muerte de mi marido».