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racing

Un portero inteligente

Lo mejor que tenía Germán es la cabeza, siempre está seguro de sí mismo y aunque falle no duda nunca de sí mismo

Lorenzo A.Manchado

Miércoles, 11 de enero 2017, 07:22

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Esta mañana ayer al leerlo ustedes leía con inmensa alegría en la cuenta de Twitter de Manuel Asensio que Germán Fernández, portero del Juvenil División de Honor del Racing iba convocado para un amistoso en Menorca con la selección española sub 17. Pongo alegría inmensa y me quedo corto, pero no puedo expresarlo mejor, ya que cuento a mis amigos con orgullo que entrené a este fantástico chico durante un año cuando formaba parte del cadete B del Racing.

Esa generación de 2000 tiene grandes jugadores, algunos que ya están dando qué hablar en la máxima categoría juvenil. Siempre que me preguntan por un portero me tiene que venir a la cabeza Germán, y siempre cuento la misma anécdota supongo que voy teniendo ya esa edad en la que siempre cuentas lo mismo. Al llegar la Navidad, les pedíamos las notas a todos los chicos y las guardábamos fotocopiadas para compararlas con las de las siguientes evaluaciones. El objetivo era que las mejoraran y así se lo dijimos a todos. Hubo casos como el de Marcos Parada, gran portero y compañero de Germán desde muy pequeños, e Iván Laviada que nos hicieron dudar de si podrían mejorarlas. Luego vimos las de Germán y prácticamente dimos por hecho que eran inmejorables; imaginen un rosario de dieces, algún nueve y creo recordar uno o dos ochos.

Mientras las miraba con Pablo Sazatornil Saza, mi segundo entrenador aquel año y actualmente mano derecha de Sergio Fernández Sesi en la División de Honor racinguista, le comentamos a Germán sonriendo que no hacía falta que él las mejorara. Nos respondió, bastante serio, que sí podía. Indescriptible mi cara cuando en la siguiente evaluación efectivamente las notas fueron mejores: ningún ocho y aún más dieces.

Esta anécdota refleja la capacidad de trabajo y sacrificio que tiene este portero, algo que también aplica a sus entrenamientos. Les podría contar que es muy alto para su edad y muy ágil y rápido de movimientos para su altura, que tiene unos brazos interminables y que juega muy bien con los pies, tanto en corto como en largo. Les aseguro que va muy bien en salidas por alto y que es valiente para salir a la espalda de la defensa.

Poco más sé sobre porteros, es un mundo aparte. Pero también les voy a contar algo que me dijo alguien que de guardametas sabe mucho, Víctor Calle, actualmente en la escuela de porteros del Real Madrid en Guangzhou. «Lo mejor que tenía Germán es la cabeza, siempre está seguro de sí mismo y aunque falle no duda nunca de sí mismo; siempre es sereno». Bendita virtud la del chaval. Que la utilice.

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