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ISABEL AROZAMENA
SANTANDER.
Viernes, 23 de febrero 2018, 07:36
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La firma del convenio colectivo de la multinacional Bridgestone prevista para hoy, viernes, está en el aire. Cuando parecía que se había alcanzado un preacuerdo de la mayoría sindical del grupo, que cuenta con una planta en Puente San Miguel, SITB-USO anunció ayer su bloqueo al pacto laboral al considerar «imprescindible» la modificación de varios artículos.
El desmarque de USO puede abortar la firma del convenio ya que CC OO también cree que hay artículos que «empeoran» el texto actual del convenio de eficacia limitada con lo que no se consigue por UGT y BUB la mayoría sindical que requiere el acuerdo.
La postura de USO traslada a la empresa una nueva decisión que intente resolver el conflicto, que incluyó una convocatoria de huelga que luego se suspendió. El sindicato plantea las modificaciones tras las asambleas con afiliados celebradas en las distintas plantas del grupo en España: Puente San Miguel, Burgos y Basauri. SITB-USO considera «imprescindible» modificar aspectos como la regulación del contrato en prácticas y el porcentaje máximo de trabajadores eventuales fijado en convenio.
En un comunicado, el sindicato muestra su disposición a suscribir el convenio de eficacia general «pero no a cualquier precio» pues, a su juicio algunos «pilares básicos» de la negociación no están reflejados en el último texto propuesto por la empresa.
Así, se señala la escasa regulación de la flexibilidad laboral en algunos supuestos o el aumento de las causas de su aplicación, lo que para SITB-USO «abre un amplio abanico de posibilidad y excusas para aumentar o reducir la jornada» a los trabajadores.
Los representantes sindicales mantuvieron ayer diversos encuentros para intentar acercar posturas de cara a la reunión que se celebrará hoy con la empresa.
CC OO, según fuentes del sindicato, mantiene serias dudas respecto a su apoyo al acuerdo de eficacia general ya que «una vez analizados los textos vemos una serie de artículos que empeoran lo que hay en la actualidad». El sindicato reconoce que hay una ligera mejora económica pero no ocurre lo mismo con otros aspectos como la flexibilidad. Por ello, mantendrá la próxima asamblea asambleas en los distintos puntos de trabajo al tiempo que remitirá a la empresa sus aportaciones. Por su parte, ELA aseguró la pasada semana que se pronunciará al respecto en la jornada de hoy.
El preacuerdo alcanzado garantiza hasta 2019 revalorizaciones salariales conforme al índice de precios al consumo, que la flexibilidad no se aplique de manera individual como pretendía la empresa y la transformación de al menos cien contratos eventuales en fijos en los próximos dos años.
Si se concreta la firma de este pacto laboral, se pondría fin a más de año y medio de conflicto en las plantas del grupo en España debido a la falta de acuerdo sobre la firma del convenio para el periodo 2016-2019.
El comité intercentros del grupo está formado por 13 delegados: UGT y Comisiones Obreras cuentan, cada uno de ellos, con cuatro miembros, USO y BUB con dos en cada caso y otro lo tiene ELA. La compañía cuenta con 2.700 trabajadores en España, de los que 360 corresponden a la planta cántabra.
La pasada semana, con el preacuerdo alcanzado, UGT y BUB desconvocaron el calendario de movilizaciones previsto.
La compañía hizo un llamamiento «a la construcción de futuro y al respeto mutuo entre compañeros», fruto de lo cual es su decisión de no hacer ningún descuento a los trabajadores por la jornada de huelga del lunes de la pasada semana.
Bridgestone había advertido en las últimas semanas de que el cisma laboral ponía en riesgo el calendario de inversiones programado por la compañía para sus complejos de España en los últimos cinco años, lo que podía comprometer el futuro de alguna de las factorías.
La multinacional japonesa es, junto con Michelin, el mayor fabricante de neumáticos del mundo. En 2017 contabilizó un beneficio neto atribuido de 288.275 millones de yenes (2.165 millones de euros al cambio actual), lo que supone una subida del 8,6% respecto a 2016.
La compañía explicó que sus resultados anuales se vieron afectados por la mayor debilidad del yen en comparación con los datos de 2016, así como por el incremento del precio de las materias primas, aunque se beneficiaron del mayor volumen de producción mundial de vehículos. La multinacional asiática contabilizó una cifra de negocio de 3,64 billones de yenes (27.373 millones de euros), lo que se traduce en un incremento del 9,2%.
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