Broche de oro para Gastroplan 2019 'con estrella' en el Nuevo Molino

La experiencia Gastroplan 2019 en El Nuevo Molino tiene como punto de partida la adquisición del mismo en este menú en la dirección de internet: gastroplan-estrellas. eldiariomontanes.es . A partir de ahí, se deberá reservar mesa hasta el 10 de noviembre, en los días y servicios que se indican en la ficha.

El menú diseñado por el chef se compone de tres aperitivos, dos entrantes, platos principales de pescado y carne, postre y café. El precio incluye la bebida, que llega de la mano de los patrocinadores de esta iniciativa, agua Solán de Cabras, vinos de Bodega Carlos Moro y café de Dromedario. El cuatro patrocinador de esta iniciativa es Caviar Nacarii.

Tras el recibimiento por parte del equipo de sala que dirige Elvira Abascal, el cliente se acomoda en el salón del viejo Molino y de bienvenida recibe una copa de cava rosado. De inmediato llega la degustación de panes (de maíz con pipas de girasol, rústico, de semillas y torta gallega), que permiten saborear dos aceites que se presentan en pequeños cuencos. De Tarragona, un Arbosana de La Boella, y de Navarra, un Arbequina, de Condado de Mantiniega.

Dado en 'banderazo' de salida, llegan a la mesa los tres primeros aperitivos, los mismos que este año se presentan en el menú largo y estrecho del restaurante: un crujiente de bacalao con su brandada, un juego de texturas sin renunciar al sabor; los mejillones en ceviche de maíz, un guiño de fusión; y la croqueta de carne, un modelo de cremosidad.

En primer entrante es una composición con raviolis de duxelle -un relleno- de hongos, con espárragos trigueros y una sopa de foie. Se trata de un plato que nunca ha estado en la carta del restaurante y que sorprende por su elegancia, aroma, equilibrio y sabor.

A continuación el chef propone una yema de huevo campero pleno de sabor, y sobre este posa huevas del caviar Nacarii -así logra un contraste muy interesante por la salinidad de éstas-. El conjunto lo baña con una crema de cocido lebaniego que no engaña. Talento a la hora de combinar los ingredientes y un resultado para recordar.

Sigue el recital con el plato de pescado. Cierto que la merluza en los últimos ha perdido presencia y cierto prestigio ante otras especies. Esta es la oportunidad para rememorar el sabor auténtico de un lomo de merluza, que el chef presenta con sencillez, en su punto, bañada únicamente con su propio su jugo y con única guarnición presenta una cebolla perla encurtida. Como abren las láminas de la merluza, pero sobre todo su sabor auténtico convierten a este plato en algo digno de una alta puntuación, si de ello se trata. ¡Cuánta merluza hemos tomado insípida hasta descubrir este bocado!

Toni González es unos de los chef que más trabaja y defiende la carne de tudanca, esa raza autóctona vacuna en peligro de extinción. A partir de la excelente materia prima que le suministra Carnicería Quintana de Cabezón de la Sal elabora un guiso de carne con una textura perfecta, contribuyendo decisivamente a que el plato sea sensacional el meloso de pimientos y setas que baña las dos piezas de carne.

De cierre, una fina panna cotta de chocolate blanco y yogur con sopa de fresas, que permite completar un menú exclusivo.

Incluye el menú el café Dromedario y unos petit fours como último detalle de la experiencia.