En el centro de Noja: Carne y pescado con el sabor de las brasas

Este 15 de agosto, se han cumplido dos años desde que levantó el telón este asador El Caprichuco de Miliuco, ubicado en el centro neurálgico de Noja y donde su propietario, Víctor Queiruga, ha podido sortear los embates de la pandemia gracias a unas instalaciones, especialmente su terraza cubierta, que dan confianza a un comensal que cada día más busca espacios abiertos.

El nombre del restaurante responde a las inquietudes que siempre tuvo el suegro de Víctor, Miliuco, conocido porque estuvo al frente de Los Pinos, en Ris, de tener un asador. Víctor le ha querido rendir homenaje y prueba de ello es la batería de parrillas, una tras otra, que el cliente puede contemplar cuando accede a su mesa. El equipo de cocina elabora aquí tanto pescados salvajes como diferentes tipos de carne, obteniendo unos resultados que comienzan cautivando por el aroma. Ya sentados a la mesa es difícil no caer en la tentación de pedir algo elaborado a la parrilla, aunque aquí la carta es suficientemente amplia como para dar respuesta a las inquietudes de cualquier cliente.

De inicio, destacan las ensaladas, hasta ocho diferentes, llamando la atención la denominada Kila, en recuerdo de su suegra, que lleva un milhojas de tomate con queso burrata, anchoa, boquerón y bolita de helado casero. La especialidad de la casa es la ensalada denominada Miliuco, con pulpo, bacalao, langostinos, vinagreta y lechugas varias. Se sirve templada. Con estas conviven las más clásicas y otras sugerentes como la de ahumados.

En el capítulo de entrantes, la responsable de sala, Encarni, recomienda unas croquetas cremosas de jamón, pero sin olvidar los chipirones encebollados, el pulpo a la brasa, los mejillones –especialmente los elaborados al vapor–, las anchoas de Santoña, las gambas o las zamburiñas. También se sirven raciones de chorizo criollo y rojo, o de morcilla de verdura y de Burgos, cortes que también de dejan ver en una generosa degustación de ibéricos a la parrilla que consta de solomillo de cerdo, criollo, chorizo rojo, secreto, costilla, morcilla, churrasco y guarnición de patatas y pimientos.

Del Cantábrico, en temporada no faltan las clásicas sardinas, el bonito, el rape o el chicharro. También hay bacalao a la parrilla. Pero Víctor pone énfasis en que «nuestra especialidad son los pescados de roca». En la carta recomiendan preguntar por los pescados salvajes que entran cada día según lonja:lubina, machote, jargo, dorada, besugo, san martín, rodaballo...

Además de los ibéricos, la gran estrella de la carta es el chuletón, que el cliente podrá elegir entre el de vaca de pasto o el de vaca gallega de larga maduración. Además, también hay picaña, chuletillas de lechazo, churrasco, costilla Duroc, entrecot y secreto.

Para concluir hay una gran variedad de postres, desde las tartas de zanahoria, de queso al horno (con un sabor fuerte que la da personalidad) o de chocolate, hasta la crema de yogur con frutos rojos, la mousse de limón, goxua, leche frita, torrijas y brownie de chocolate.

Av. Santander nº 1. Noja. Teléfono: 942 648760. Propietario: Víctor Queiruga Gómez. Inaugurado: 15 de agosto de 2019. Cocina: Equipo de cocina. Sala: Encarni. Estilo de cocina: Tradicional, especializado en la parrilla donde elaboran tanto carnes como pescados. Precio medio de la carta: Entre 35 y 40 euros. Menú diario: No. Capacidad interior: 24 comensales. Terraza: Sí, 52 plazas. Cubierta por una carpa, válida tanto para el verano como para el invierno (climatizada). Horario: De 8.00 horas a fin de cenas. Cierra: No en temporada estival. Bodega: Unas 60 referencias. Café: Dromedario. Wifi: Sí. Aparcamiento: Aparcamiento subterráneo a 25 metros.

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