Escenario de fantasía para una cocina excelsa en el restaurante El Remedio de Ruiloba

Hasta que hace once años se ubicó en Ruiloba el chef Samuel Fernández con la ilusión de proyectar directamente al cliente los conocimientos gastronómicos que había adquirido en grandes restaurantes durante su etapa de formación, apenas era muy conocido este rincón presidido por la ermita que da nombre al restaurante desde el que se disfrutan unas vistas espectaculares del litoral Cantábrico. Hoy, y más a partir de ahora en temporada estival, El Remedio es uno de esos sitios que prácticamente todo el mundo conoce y al que gusta llevar a quien manifiesta no haber estado aún. La experiencia es sobresaliente, por las vistas y, por supuesto, por la cocina, excelsa, sensata, de sólidas bases tradicionales pero con toques creativos que el cliente más gourmet sabrá apreciar.

Samuel Fernández pivota este proyecto con talento y una de las claves del éxito es que ha sabido acercar sus platos a todo tipo de clientes, dando prioridad al producto de temporada, pero tratándolo con técnica y un exquisito gusto. Ha tenido criterio para respetar especialidades de siempre y hoy por hoy imprescindibles, como las rabas (de calamar fresco con compota de limón de Ruiloba y jengibre), las croquetas (de jamón ibérico), la ensaladilla (con langostinos de Sanlúcar), los ibéricos o la anchoa (de Codesa con mozzarella de búfala); y, al mismo tiempo, introducir otras que otorgan personalidad a su cocina como los mejillones tigres picantes, vitello tonnato, fritos de rabo de toro con salsa barbacoa casera, flan de morcilla de Villada con queso de Cóbreces y piquillos, terrina de hígado de pato al vapor, manzana y panettone o un delicioso tartar de salmón Ora King de Nueva Zelanda.

En el capítulo de ensaladas, un sobresaliente para el resultado conseguido con la de sepia en vinagreta con su mayonesa. También son interesantes la de espinaca, uva, queso ahumado y avellana, o la más clásica de tomate de Cantabria con ventresca de bonito y cebolla.

Lo atractivo de su cocina y el icónico paraje han decidido a Samuel a instalar en la explanada que hay entre el restaurante y la ermita una carpa para poder atender eventos, algo que sin duda fortalece al establecimiento.

En los eventos se proponen también algunas especialidades de la casa, como alguno de los platos principales de la carta entre los que destacan el lomo de bacalao con pisto y velo de pimiento rojo; los pimientos rellenos de bacalao; la cebolla rellena de lechazo con crema de patata, o el solomillo de vaca pinta con patata al romero y salsa périgueaux.

Los pescados son una de las referencias de la zona y en el propio restaurante, pero en carta se indica que se ofrecen fuera de la misma «porque buscamos lo mejor de la lonja cada día». Cualquiera de las joyas del Cantábrico se puede encontrar aquí elaborada en su punto a la plancha con un toque final al horno, aunque la técnica se decide en función del tipo de pez. Además, por encargo, también se pueden reservar mariscos y arroces.

El restaurante tiene una bodega de gran nivel, con abundantes referencias de champagnes. No faltan los vinos de Cantabria. Y entre los postres de la casa, interesante el yogur ligero con helado de mango y frambuesa. Fresco y veraniego.

Dirección: Barrio Liandres, s/n, Ruiloba.

Teléfonos: 942107813 y 673164082.

Propietario: Samuel Fernández.

Inaugurado: 2011.

Jefe de cocina: Samuel Fernández.

Sala: Rubén Feijoo.

Equipo de cocina: Luis Fernández, Carlos Bengoechea y Javier Arrieta.

Equipo de sala: José Antonio Vallina, Alberto Selmo, Manuel Gutiérrez, Natalia Cayón y Ana Arroyo.

Estilo de cocina: Tradicional con algunos toques de autor.

Precio medio de la carta: Entre 45 y 50 euros.

Menú degustación: Consultar.

Capacidad: 70 comensales.

Terraza: Carpa para más de 150 personas y amplio jardín con más de una veintena de mesas.

Horario: De martes a sábado: Comidas y cenas. Domingo: Comidas (agosto también cenas).

Cierra: Lunes.

Bodega: Unas 200 referencias.

Café: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Sí.

• Temas
• Restaurantes
• Ruiloba
• Gastronomía de Cantabria
• Cantabria en la Mesa