Cocina de mercado con platos atractivos en Norte Verdadero

Sin duda, debe resultar descorazonador para un empresario que deposita toda su ilusión en poner en marcha un nuevo proyecto encontrarse con los obstáculos y restricciones que hemos vivido desde el 17 de septiembre del año pasado, fecha en la que abrió Norte Verdadero. Se trata de un gastrobar, en la calle Santa Lucía, al frente del cual están el cántabro Raúl Herrera, y Verónica Luna. Tras más de dos décadas trabajando en grandes empresas del sector de la hostelería, Herrera regresó 'a casa' con la idea de cumplir este sueño que, pese a las dificultades, está sobreviviendo porque en este negocio se advierten ganas de agradar con una cocina actual, con toques originales que le permiten salir de los estándares que rigen los nuevos gastrobares, un buen servicio de sala y una seriedad general que otorgan confianza.

De martes a viernes, el cliente tendrá la posibilidad de elegir entre dos menús y la carta. El primer de los menús, denominado de mercado, ofrece por 16,95 euros, tres platos para elegir de primero, otros tantos de segundo y de postre. Buena relación calidad-precio en el centro de Santander. Por otro lado está el menú cachopo, que tiene el mismo precio. Una gran pieza, cuidadosamente elaborada y acompañada de pan, vino y demás, para completar un almuerzo monográfico pero no por ello menos interesante.

Respecto a la carta, como señala el propio Raúl Herrera, «planteamos un tipo de cocina de mercado, con producto de temporada. Ponemos especial énfasis en que todo esté muy fresco».

La carta es equilibrada y dinámica, ya que se van introduciendo novedades, como sucede ahora con el bonito. También los platos registran pequeñas variaciones con el fin de dar alicientes al cliente que repite. Sobre este particular, Herrera destaca que «no esperábamos esta reacción. El público nos ha recibido muy bien y estamos muy contentos pese a las restricciones, que nos animaron a montar una pequeña terraza que funciona muy bien».

Respecto a los platos que más salida tienen, hay que subrayar una original ensaladilla con huevo frito, la lasaña de txangurro con una bechamel de carabineros, el timbal de lubina relleno de un pisto casero y gratén de ali oli, el chuletón del Valle del Esla suministrado por Diecan y la torrija de sobao pasiego con un helado de queso mascarpone.

Además, de la carta son recomendables su carpaccio de bacalao sobre una crema fresca de tomate con alcaparras, zumo de naranja y aceite Arbequina; las zamburiñas a la sal; el risotto de calabaza y gambón, con un original toque de canela; el steak tartar de vaca, con trufa negra; la cazuela de mejillones en salsa marinera, o el lomo de merluza de pincho, con almejas en salsa verde.

Un sitio para descubrir y que sorprenderá positivamente.

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