El restaurante La Flor de Miranda dedica unas jornadas gastronómicas a la langosta

Es la reina del Cantábrico y posiblemente el marisco más aspiracional para cualquier amante a la buena mesa. Sin embargo, habitualmente su precio la convierte en un producto casi prohibitivo para la mayoría. Este crustáceo, que vive de forma solitaria en fondos rocosos, en hendiduras o madrigueras debajo de las rocas, tiene una apariencia casi prehistórica, pero desde el punto de vista organoléctico es una joya, independientemente de cómo se prepare. A diferencia de las que se crían y capturan en otras aguas, las del Cantábrico destacan por un sabor intenso y una textura firme. Las aguas frías y bravas, además de la alimentación que les permite crecer hasta pesar más de dos kilos son claves para que su carne se presente jugosa y al mismo tiempo delicada.

Con estos argumentos, una oportunidad como la que brinda el restaurante La Flor de Miranda hasta el próximo 22 de junio (cuando sus responsables y personal cogen unos días de vacaciones antes de la temporada estival) no se puede desaprovechar. El precio de la langosta, a partir de piezas de uno a algo más de dos kilos, es fijo a 99 euros/kilo más IVA. Puede parecer muy elevado, pero lo habitual es que oscile entre 140 y 150 euros/kilo.

Miguel Ángel y Cristian, responsables del restaurante, defienden que productos de esta calidad debe tener un tratamiento muy respetuoso. Por ello, en su caso se decantan por ofrecerla a la plancha o cocida. Al tratarse de piezas grandes, la langosta se puede compartir entre varios comensales. Y, como está de moda, especialmente en Menorca, también se prepara con huevos y patatas fritas.

Las langostas se mantienen menos de una semana en los tres viveros propios del restaurante y, según tamaño, tardan en cocer unos veinte minutos.

En La Flor de Miranda siempre ofrecen, además de su carta, selectos productos de temporada. Atrás han quedado las angulas, pero aún se mantienen las setas de primavera, los perrechicos, que se ofrecen con jamón, con tocino, en revuelto o a la plancha.

Otra sugerencia digna de ser tenida en cuenta con los berberechos gallegos, de gran calibre y muy sabrosos, que se preparan a la sartén –como las almejas– y dejan una salsa capaz de terminar con las existencias del pan.

No menos sugerente son las gambas rojas de Palamós; las cigalas –exquisitas a la plancha– y los percebes de aquí.

En postres, la novedad es el tiramisú.

Dirección: Paseo del General Dávila, 2. Junto a la rotonda del Alto de Miranda. Santander.

Teléfono: 942 28 10 81.

Propietarios: Familia Cuartas.

Reinaugurado: 2013.

Dirección: Miguel Ángel Cuartas Constanzo y Cristián Peramato.

Cocina: Equipo de cocina.

Sala: Equipo de sala.

Estilo de cocina: Tradicional, de producto de temporada.

Precio medio de la carta: 60 €.

Capacidad: 150 comensales. Dispone de un comedor privado.

Terraza: Sí.

Horario: De 12.30 a 23.45 h.

Cierra: Miércoles.

Bodega: Unas cien referencias.

Cafe: Dromedario.

Wifi: Sí.

Aparcamiento: Sí, propio, apenas a cien metros.

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