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Tarta Tatín de manzana. DM
El 'savoire faire' de la reposteria francesa

El 'savoire faire' de la reposteria francesa

Creaciones como la Tarta Tatín, los Macarons y los Eclairs, se conocen en todo el mundo

Diego Ruiz

Santander

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Sábado, 22 de junio 2019, 07:50

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Alo largo de los siglos, la refinada repostería francesa ha ido dejando por todo el mundo una serie de productos de un gran nivel. Pasteles, tartas, galletas, hojaldres, cremas..., que en la actualidad se encuentran esparcidos por el planeta y que, en España, tienen un importante cupo en restaurantes y tiendas especialidades. A pesar de que sean varios los postres y dulces importados del país vecino, hay media docena de ellos que son ya de sobra conocidos por todos. Uno de ellos es la Tarta Tatín, inventada a finales del siglo XIX por Stèphanie Tatín en un hotel familiar situado en la localidad de Orleans. Este famoso postre de manzana parece que fue uno de esos errores que, en cocina, terminan siendo todo un éxito internacional.

Muy actuales son los Eclairs, creados por Antonine Carême, unas especie de petisús originalmente rellenos de chocolate o café, y en la actualidad con frutas como la manzana, el limón o la naranja. Eclair se traduce del francés como relámpago y parece que el nombre viene del brillo que adquiere después del glaseado. Esta es también otra creación gala que tiene sus orígenes en el siglo XIX.

Quizás los Macarons sean unos de los dulces más típicos de esa alta repostería francesa. Surgidos de un famoso obrador de los Campos Eliseos, hoy en día destacan por sus coloridos y las cremas de su interior. Esta galleta está elaborada con clara de huevo, almendra molida, azúcar glas y azúcar. Sus orígenes están en el siglo XVI, aunque los rellenos comenzaron a realizarse en el XIX.

De ese siglo de oro de la repostería francesa es también el Milhojas, siempre crujiente y relleno en un principio de crema pastelera. Hoy en día ésta se ha cambiado por otras, incluso por frutas frescas de temporada.Hay que recordar al respecto los populares hojaldres de Torrelavega que continúan con una receta artesana en la que la mantequilla es ingrediente fundamental.

El Croissant se crea en 1683 en Austria, y es consecuencia del homenaje de los panaderos del país a los soldados que, avisados por los trabajadores de este gremio, acabaron con el intento de invasión otomano. De ahí su forma de media luna.

Finalmente destacar el Coulant, obra del tres estrellas Michel Bras. Un pastel relleno de chocolate caliente. Savoire faire.

Croissant

Ee trata de un dulce de origen austriaco, aunque su versión en hojaldre se desarrolló en Francia, donde se le rinde culto sobre todo a la hora del desayuno. Ya conocido en todo el mundo, se elabora a partir de una masa de harina de trigo, levadura, mantequilla, azúcar, sal y agua. Para introducir después en el horno se le da una forma recta o transversal, esta última la más popular que recuerda a la media luna.

Macaron

Estas galletas de colores ahora muy de moda son tradicionales de la repostería francesa, si bien en Italia también son un producto abundante. En su composición llevan clara de huevo y azúcar (para elaborar un merengue), almendra molida y azúcar glass. El color de cada composición de los marcarons se logra con geles. Fue a partir del siglo XIX cuando comenzaron a rellenar con cremas de todo tipo.

Petisú

Típico francés, su traducción es 'relámpago', seguramente por el brillo que presenta. En España lo conocemos como petisú. Surge en Francia en el siglo XIX y entonces se le conoce como 'Pain à la Duchesse' o 'Petite Duchesse'. Se hace con harina de trigo floja, huevos, mantequilla, sal, vainilla (canela) y agua. A esta pasta que se hornea a continuación se la conoce como 'choux'. Los eclair se rellenan también de crema.

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