Postres y dulces, de verano a primavera
Cada época del año tienes sus productos con los que hacer ricos platos en función de las celebraciones
Aunque cualquier época es buena para disfrutar de un dulce, bien podría establecerse un menú en función de las cuatro estaciones del año. Por ejemplo, para este verano que acabamos de estrenar son recomendables los soufflés, mouses, tartas y bombones helados, biscuits, sopas frías de fruta (limón y sandía), pudins y sorbetes de todo tipo. Dulces y muy frescos, para tomar a cualquier hora del día. Verano es, además, tiempo de cucuruchos y tarrinas de helado, que en Santander es típico paladear mientras se pasea por el muelle.
En otoño, sin embargo, apetecen otros dulces como la tarta de manzana, los buñuelos de viento o rellenos, los coquitos –hechos con coco rallado, huevo y azúcar– y el dulce de membrillo, fiel compañero de los quesos, especialmente los frescos. Otoño es tiempo además de celebraciones tan populares como los Difuntos y Todos los Santos, y en esos días tan salados en Cantabria se pueden adquirir en la mayoría de las pastelerías los ricos huesos de santo, unos canutillos de mazapán con forma de falange rellenos de crema de yema, coco, chocolate, praliné, cabello de ángel... Y aunque en Cantabria las torrijas (tostadas) son habituales durante las fiestas navideñas, en el resto del país se consumen en Semana Santa. Muy actuales son las que se elaboran con sobao.
Durante el invierno, los alimentos que se sirven bien calientes. Los guisos, los llamados platos de cuchara, protagonizan las cartas de los restaurantes y los menús de los hogares de todo el país.
Como postres para finalizar cualquier comida son recomendables las compotas de manzana y pera, las tartas de frutos secos –en Cantabria es delicioso el puding de castañas–, la leche frita, la quesada pasiega, las trufas de chocolate y los brownies. No hay que olvidar que en invierno celebramos Navidad y Año Nuevo, donde siempre son imprescindibles en las mesas los turrones y mazapanes.
Pestiños, la popular mona de pascua de Cataluña, el arroz con leche y las fresas con nata, componen el menú de dulces típico de la primavera. A ellos se pueden unir los milhojas con frutas de temporada, el brazo de gitano, y también los souflés, el tiramisú y la tarta de limón, entre otros.