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Imagen del stand de Cantabria esta mañana donde ya no cabía ni un alfiler.
Banderas estrenará 'Altamira' el próximo abril en Santander

Banderas estrenará 'Altamira' el próximo abril en Santander

El presidente de Cantabria ha confirmado este viernes en Fitur la fecha del estreno, además de vender su tierra destacando la gastronomía, el carácter de la gente, el sector del turismo y el paisaje

Álvaro Machín

Viernes, 22 de enero 2016, 14:31

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Hay dos tipos de formato en la puesta en escena de Fitur. Sobre todo, en el discurso del presidente del Gobierno. Uno es el del anuncio. Aprovechar la cita en la capital de España y la presencia de una nutrida representación política, mediática y empresarial para contar un gran proyecto, uno nuevo. Un órdago. Ignacio Diego que este viernes ha estado en el acto optó por esa fórmula cuando se estrenó como presidente. El teleférico de Cabárceno aún sin estrenar fue su carta sobre la mesa. La segunda opción es la del repaso. Contarles a todos lo increíble que es Cantabria, punto por punto. Ese fue el camino que tomó después el expresidente, el mismo por el que ha optado su sucesor en el cargo, Miguel Ángel Revilla. En su intervención no hubo novedades, pero sí apuestas. Básicamente, dos. Una fue Altamira, reforzado por el estreno mundial del trailer de la película que tiene en Antonio Banderas su principal reclamo y el estreno que se llevará a cabo en la segunda quincena de abril en el Palacio de Festivales. El otro, el Año Jubilar, que ya vendió la noche antes en la Casa de Cantabria. Revilla los defendió con ímpetu, con su estilo, casi a voces y sudando, pero no contó nada que no se supiera. «Mejor no desvelar las cosas en las que estamos trabajando», dijo su consejero, Francisco Martín. Él, al menos, deslizó que tenían solucionado el problema de la coincidencia de horarios con los vuelos de Barcelona y el aumento de la frecuencia en esa línea. Eso y que tiene en mente mejorar la periodicidad del Ferry y sacar adelante un acuerdo con una entidad financiera para saber cuáles de sus clientes pueden ser potenciales visitantes en Cantabria (salvo sorpresa mayúscula, Banco Santander).

A Revilla se le escuchó desde La Rioja. No desde el stand que hay justo al lado del de Cantabria (que también). Desde Logroño. Fue un mitin sin política, una oda a gritos a la tierra. Traía ya preparada una frase que ya utilizó estos días, «hemos venido a vender», y sacó a relucir un manual de historia en el que no faltaron Catón, la Torre del Oro, el almirante Bonifaz, Quevedo, Lope de Vega, Seve Ballesteros, Gento y, por supuesto, Beato de Liébana. «Mentor espiritual de la Reconquista», 'descubridor' de la figura de Santiago Apostol y hasta organizador «de la primera Unión Europea».

Repitió también su broma respecto al tiempo «En Cantabria no llueve tanto, solo a veces y por la noche» y su afirmación respecto a que en ningún sitio «se come, en cuanto a la gastronomía media, mejor que aquí». Presumió de seguridad. «Señor delegado, estamos entre los tres lugares más seguros de España, ¿no?», le dijo a Samuel Ruiz, que estaba cerca del atril, junto a varios consejeros del Gobierno y el alcalde de Santander. Y le puso gracia a ese asunto de la delincuencia con su toque. «Un tirón es una noticia de portada. Y yo no lo aconsejo, pero dejo el coche muchas veces abierto y hasta con la llave puesta».

«Vamos a volcarnos dijo en la parte final de su intervención, no demasiada larga teniendo en cuenta sus antecedentes con el Año Jubilar. Queremos que vengan todos. Los creyentes, por partida doble. Y el resto para que vean que existe el paraíso en la tierra. Que vengan y que comprueben si exagero en todo lo que he dicho. Y el que tenga que decirme algo si cree que he exagerado, que venga y le compensaré con una lata de anchoas y un sobao». Un final made in Revilla.

Antes la intervención estuvo partida en dos, el presidente dio paso al estreno mundial del trailer de la película sobre Altamira. «Va a ser la bomba. Tenemos unas expectativas muy grandes. Sé la repercusión que tiene el cine y me cuentan que Barcelona tuvo un antes y un después de la película que hizo un tal Woody Allen». Revilla repasó méritos de la cinta. Que la distribuye l Fox («del señor Murdoch»), que es del director de Carros de fuego, que la música es de Mark Knopler... «Teniendo detrás una organización como el Banco Santander y teniéndome a mí, a nivel nacional, como anunciante... Lo vamos a mover». Porque el líder de los regionalistas vinculó mucho la película de Antonio Banderas con la oportunidad histórica de la familia Botín de resarcir a su lejano pariente, Marcelino Sanz de Sautuola, «que se fue a la tumba injustamente como un hombre que engañó a la humanidad». Y aprovechar, así, la fuerza de la entidad financiera. «Recuperar su imagen, la de un hombre bueno y sabido, era un objetivo», dijo mirando a Lucrecia Botín (sobrina de Emilio). Algo evidente al ver las primeras imágenes de la película, muy centrada en la lucha del descubridor de las pinturas por su reconocimiento a través de unas imágenes muy reconocibles para cualquier cántabro (de hecho, también se proyectó un pequeño corto en torno a las localizaciones elegidas por el equipo de producción en Cantabria). La Colegiata, el Paseo de Pereda, la Biblioteca de Menéndez Pelayo, el Capricho de Gaudí...

Y eso fue todo. Más allá de corrillos, folletos, azafatas y listas de asistentes. En un stand centrado en grandes imágenes sobre paneles blancos y una plaza que trata de transmitir la sensación de estar en una cueva. Una cueva cántabra que ayer Revilla hizo suya.

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