Absuelven a cuatro empresarios acusados de traficar con marihuana cuando era cáñamo

Los cuatro investigados han quedado libres de cualquier cargo al comprobarse que el laboratorio cometió un error al determinar que las 800 plantas incautadas eran marihuana en lugar de cáñamo. Y es que ambas plantas son la misma especie botánica, la cannabis sativa L., teniendo como principal diferencia que la concentración de THC (principal compuesto psicoactivo) en el cáñamo no supera el 1% , siendo legal al resultar inocua para la salud pública.

Fue el pasado 26 de agosto de 2021, cuando la Guardia Civil se presentó en la finca de los cuatro empresarios para intervenir un cultivo de marihuana de media hectárea adjunto a un maizal. Durante la inspección, los propietarios de la explotación agrícola facilitaron al instituto armado toda la documentación necesaria para acreditar que su cultivo se encontraba en regla, por lo que los agentes se limitaron a tomar muestras de las plantas para confirmar que se trataba de cáñamo.

El pasado 14 de septiembre, los agentes procedieron a «destruir el cultivo» y a detener a los cuatro dueños de la empresa, acusándoles de un presunto delito contra la salud pública por cultivo de marihuana. El motivo era que los análisis practicados por el Laboratorio de Sanidad Exterior de la Delegación del Gobierno en Cantabria, indicaban que esas plantas contenían un 16,3% de THC, siendo por tanto marihuana y no cáñamo. Durante la intervención se confiscaron más de 800 plantas de cannabis, arrojando un peso superior a los 700 kilos.

El abogado de los cuatro empresarios, Antonio Bezanilla Cobo, apunta que desde el primer momento reivindicó su «inocencia», atribuyendo los resultados farmacológicos a errores en el protocolo analítico del laboratorio de sanidad exterior de Cantabria, por lo que solicitó un contra análisis en el Instituto Nacional de Toxicología de Madrid, que el 26 de abril concluyó que las plantas tenían un 0,163% de THC, por lo que se trataba de cáñamo legal y no de marihuana. El Laboratorio de Sanidad Exterior de Cantabria «olvidó colocar un 'cero coma' delante de los resultados provocando esta desafortunada intervención que arruinó la reputación y negocio de cuatro inocentes, que están estudiando emprender acciones legales por funcionamiento anormal de la administración, para restaurar su honor y su patrimonio».