El acusado de asesinar a Celia Barquín cambia su versión inicial y se declara culpable
Collin Daniel Richards ha enviado una carta manuscrita a la jueza de Iowa responsable del caso en la que asume la autoría y pide perdón
Collin Daniel Richards había defendido en diversas ocasiones que era inocente a pesar de que todos los indicios apuntaban hacia él y los investigadores no ... tenían dudas de su implicación directa, pero después de seis meses en prisión acaba de cambiar su versión. El joven acusado de la muerte de la joven golfista cántabra Celia Barquín, que fue asesinada el pasado mes de septiembre cuando entrenaba en el campo de la Universidad de Ames (Iowa), donde simultaneaba sus estudios con su brillante carrera deportiva, ha enviado recientemente una carta a la jueza del caso en la que se declara culpable y pide «perdón».
En un documento manuscrito en el que incurre en varios errores ortográficos, el joven -cuando ocurrieron los hechos tenía 22 años, la misma edad que la víctima- también muestra su disposición a colaborar con la Justicia de cara al próximo juicio por estos hechos.
Según recoge la prensa local, la jueza de distrito Bethany Currie recibió la misiva el pasado 14 de marzo. Currie puso en conocimiento de los abogados de Richards esta circunstancia para que, si así lo consideraban, solicitaran una nueva audiencia, pero al parecer la magistrada no ha recibido respuesta. Posteriormente, la fiscal del condado, Jessica Reynolds, afirmó que su oficina no ha negociado con Richards rebajar la pena a cambio de declararse culpable. Es más, se reafirma en que mantiene la acusación de asesinato en primer grado y la pena de cadena perpetua. Después de dos retrasos, la fecha para la celebración del juicio está prevista para el 10 de septiembre.
El juicio, que en marzo se retrasó por segunda vez, está previsto para el 10 de septiembre
Los antecedentes
Los hechos ocurrieron el 17 de septiembre de 2018, cuando Barquín, con una prometedora carrera deportiva por delante, se encontraba entrenando en el campo de golf de su universidad. La ingeniera fue encontrada muerta con varias puñaladas y a las pocas horas se detuvo al ahora asesino confeso.
Entre los informes que incriminan al detenido se encuentran los elaborados por la policía, en los que queda claro que la herida que tenía Richards en la mano -todavía sangraba cuando fue arrestado- y algunas de las que se encontraron en el cuerpo de la joven se hicieron con la misma arma blanca, de al menos diez centímetros de filo.
La Fiscalía mantiene su convencimiento de que no había relación previa entre la víctima y el autor, sino que fue un «acto aleatorio de violencia», y afirma que su oficina todavía no descarta acusar a otras personas que pudieran estar en contacto con Richards el día del suceso.
Durante los registros, los agentes localizaron tres cuchillos entre las pertenencias del acusado, que no tenía domicilio conocido. El primero estaba en la tienda de campaña cercana al campo de golf donde, al parecer, pernoctaba Richards. Los otros dos en la casa de un amigo a la que acudió «sucio», mojado y con restos de sangre para ducharse. Otro testigo afirmó que le había manifestado que sentía una «necesidad de violar y matar a una mujer», aunque no hay indicios de agresión sexual.
Desde que está entre rejas -se encuentra en prisión provisional bajo fianza de cinco millones de dólares- ha declarado en diversas ocasiones ante la jueza y ha solicitado el cambio de su abogado de oficio por «falta de comunicación».
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