«Habrá una gran renovación en la lista al Parlamento, pero sin cuentas pendientes»
«No anunciaré mi candidato a la Presidencia del PP hasta que se pronuncie la militancia. Debo ser neutral hasta entonces para no influir. Tendré en cuenta su voto y el papel que juegue el PP cántabro en Génova»
María José Sáenz de Buruaga respira aliviada y profundamente reconfortada desde que la Justicia ratificó su victoria en el Congreso y puso un «broche ... de oro» al proceso de reconciliación en el que está inmerso el Partido Popular de Cantabria. Reconoce que lo ha pasado muy mal y que ha «sufrido mucho», especialmente por su hija, pero ya ha pasado página y afronta el futuro «sin cuentas pendientes con nadie». Inmersa en las primarias nacionales para elegir al sucesor o sucesora -en este caso el matiz es importante- guarda una aparente neutralidad, aunque de sus palabras y sus silencios se desprende que su favorita es la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
–¿Usted hubiera preferido un Rajoy dimitido antes que tumbado por una moción de 180 escaños?
–Se ha sido profundamente injusto con Mariano Rajoy y, así todo, se ha ido como el gran hombre y el gran presidente que ha sido desde el minuto uno. Ha salido por la puerta grande y ha dado una gran lección. El comportamiento que estamos viendo estos días, aunque algunos le llamen el registrador de Santa Pola, es del mejor presidente del Gobierno. Rajoy se ha ido de la mejor forma para todos nosotros y lo que ha hecho está bien hecho, no le voy a cuestionar yo.
–¿Cómo puede su partido sacudirse el estigma de haber sido condenado por el caso Gürtel y por funcionar con una caja 'B'?
-Hemos pasado tiempos muy duros. Efectivamente, en el PP ha habido casos de corrupción que nos han hecho sufrir, que nos han hecho mucho daño, pero la actuación ha sido la correcta. Ninguna de esas personas está en el PP. Hemos pedido perdón porque algo ha fallado o tuvo que funcionar mejor, y hemos hecho lo necesario para que esas cosas no vuelvan a ocurrir. Si el PP ha tenido que pagar algo, ya lo ha hecho. Ahora lo que hay que hacer es mirar hacia delante y concebir el Congreso Extraordinario como una verdadera oportunidad para rearmarnos, fortalecer nuestro proyecto político y para ilusionar y ganar la confianza mayoritaria de los españoles.
-El partido abre un proceso inédito a nivel nacional. Es la primera vez que el presidente no será elegido a dedo. ¿Cómo tiene que ser la nueva dirección?
-Fui una de esas primeras personas que me manifesté deseando que hubiera una candidatura única y de consenso, pero las primarias no se tienen que ver ni con temor ni como un problema. Hay numerosas personas con capacidad, con valores, con trayectoria y con liderazgo en el Partido Popular para poder asumir el reto. Lo importante es que hasta el día 5 de julio la voz la tomen los militantes, que son los verdaderos protagonistas de este proceso.
-Precisamente la baja participación ha centrado estos días la batalla entre los candidatos y el cruce de los primeros reproches.
-Nosotros estamos relativamente satisfechos por el porcentaje que hay en esta comunidad autónoma, que supera el 10%, por encima de la media nacional. No es nada extraña la baja participación. Ya pasó en menor medida en los congresos regionales. Lo que está pasando es que todo en la vida requiere un aprendizaje y tiempo para ir calando. Es un proceso nuevo, desconocido, complejo y tiene que ir abriéndose en la militancia. Nuestras bases tienen poca cultura de participación directa.
Expediente a los diputados | «Hace tiempo acordé con Génova levantar el pie del acelerador. Si de mí depende, está cerrado»
-¿Teme que se reedite la guerra fratricida que vivieron aquí en las primeras primarias?
-No. Estamos en una campaña entre compañeros y se están comportando con normalidad democrática, inteligencia y sensatez. Cantabria será un punto donde recalen a lo largo de los próximos días. Ya han venido José Ramón García-Hernández y María Dolores de Cospedal. José Manuel García-Margallo estará mañana, Pablo Casado posiblemente el martes y el equipo de Soraya Sáenz de Santamaría nos visitará el miércoles.
-Pablo Casado ha denunciado presiones del aparato. ¿Usted ha recibido alguna instrucción?
-En absoluto. No he recibido ninguna presión y me cuesta creer que así sea.
-¿Por quién apuesta Sáenz de Buruaga como futuro jefe de filas?
-Tengo una opinión como la de cualquier afiliado, lo que ocurre es que mi posición como presidenta del PP no es como la de cualquier militante. La neutralidad implica que desde la dirección regional y la Presidencia no se emita una opinión que pueda condicionar o restar la libre capacidad de decisión a los militantes hasta el 5 de julio. Dejemos que ellos hablen... Por eso yo he dicho que no hay consignas ni preferencias. Después, evidentemente, valoraremos. Entraremos en la fase de los compromisarios y habrá algunas cuestiones determinantes: la opinión mayoritaria de los afiliados, el papel que puede jugar Cantabria en esa nueva dirección nacional que se esté fraguando y no podemos olvidar que el futuro líder es el candidato a presidir el Gobierno.
Valoración de la sentencia | «He sufrido mucho y he sentido indefensión con la campaña de desprestigio y de difamaciones»
–Íñigo de la Serna está llamado a tener un papel importante si gana Soraya Sáenz de Santamaría y también es una de las favoritas de las bases. Así que con las claves que acaba de dar todo apunta a una apuesta por la exvicepresidenta.
-Íñigo de la Serna ha emitido una opinión libre, personal, que ha querido hacer pública y es absolutamente respetable. Puede coincidir o no con la mía, pero no me voy a posicionar hasta que no hable la militancia.
–Hace dos semanas que se cerró uno de los capítulos más oscuros de la historia del PP cántabro después de 15 meses de disputas y acusaciones de pucherazo. Confiésese: ¿Qué sintió al leer la sentencia que ratifica su victoria sobre Ignacio Diego y tumba todas las irregularidades?
-Lo primero fue un gran alivio. Me sentí muy reconfortada. Teníamos la confianza, la seguridad, la certeza, la conciencia tranquila -que es muy importante en la vida-... Sabíamos que el PP había hecho las cosas bien, pero habíamos llegado ya a un extremo que hay veces en la vida que no basta con tener razón, sino que necesitas que te la den. Lo dramático no es que eso se recurra ni llevar al partido a un proceso judicial, lo dramático es que eso se acompañe con una campaña paralela de desprestigio público, muchas veces con acusaciones infundadas, de malas intenciones, de calumnias... Estoy en política porque me gusta mucho, pero la máxima aspiración que tengo es que mi hija nunca se tenga que avergonzar de lo que ha hecho su madre y poder explicar las cosas. He sentido indefensión en este año y medio.
Candidatura | «Esperaré a tomar la decisión después de que se haya elegido al sucesor de Mariano Rajoy»
–Pero han presentado un recurso.
–No lo temo en absoluto, porque la sentencia está extraordinariamente bien fundada, desbarata todas las acusaciones y no deja el menor resquicio de duda. Es una huida hacia delante y los propios promotores, igual que tenían muy poca confianza en que la sentencia les diera la razón, ahora tienen la absoluta certeza de que están en un viaje a ninguna parte. Lo respeto, como en su día que fueran al juzgado, pero yo nunca lo hubiera hecho. Lo que ya no respeto es la campaña paralela de desprestigio como la carta de Santiago Recio. Yo ya dije claramente que el destino de esa carta no era la presidenta de PP sino los medios de comunicación. Hay veces que la gente no toma decisiones buscando la justicia, sino por el daño o el ruido que quieran causar. Pero es el momento de que cada uno asuma las consecuencias de sus decisiones.
–Entonces, ¿usted ya da por cerrado el proceso?
–Sí, es una sentencia que es una reafirmación pública frente a un desprestigio absolutamente innecesario y porque, en cierta medida, es una reparación al daño causado. Marca un antes y un después, pone definitivamente las cosas en su sitio. No deja lugar a dudas, porque no hay resquicio jurídico y además no contiene ni un sólo reproche ético y dice que la Presidencia del PP era completamente legal, legítima, válida, limpia y moral. Y luego es muy importante porque, aunque no es pieza fundamental, sí es el broche a un proceso de reconciliación en el que llevamos trabajando 15 meses y que ha ido muy bien, pero permite cerrarlo con un broche de oro final.
–¿Y cómo lo ha vivido el resto de la organización?
–Con mucha normalidad, pero porque esa normalidad ya estaba en esta casa mucho antes. Hemos vivido un proceso muy intenso, que nos ha consumido muchas energías y hemos invertido muchísimo cariño y cercanía. Antes de esa sentencia, la inmensa mayoría de los alcaldes había pasado por ese despacho. Probablemente, para algunos también haya habido algún alivio porque era algo que estaba ahí. Lo realmente importante han sido estos 15 meses de trabajo, en donde tengo que decir que no lo hemos conseguido solos. Hemos contado con compañeros que no formaron parte de mi equipo pero que desde el día siguiente aceptaron el resultado democrático del Congreso y se han puesto a remar. Nos han ayudado todos nuestros compañeros y fruto de esa labor hemos conseguido que el Partido Popular vuelva a ser una piña.
–¿Eso incluye también al grupo parlamentario?
–Todo el mundo sabe que hay un expediente que se abrió en su momento y que depende del Comité de Garantías de Madrid. Pero hace mucho tiempo que ese asunto dejó de ser prioritario para nosotros. Nos dimos cuenta de que lo verdaderamente importante era tratar de no abrir heridas, de lograr la cohesión del grupo parlamentario y lo prioritario era llegar al final de la legislatura. Eso lo hemos conseguido y por eso yo acordé en cierto momento con Génova levantar el pie en este proceso. Quiero decir que si ese expediente no ha avanzado más es porque no hemos querido que lo haga, porque lo prioritario era hacer al grupo funcionar con cohesión. Ahora hay una sentencia que pone punto y final y sin cuentas pendientes, tampoco con los diputados si de mí depende. Tengo que ejercer con responsabilidad y generosidad.
–Aunque aún queda un año para las elecciones, se da por hecho que habrá una renovación importante especialmente en la lista autonómica.
–Todavía no es el momento de hablar de las listas. Pero es bueno y habría que empezar a acostumbrarse a ver caras nuevas en el PP, porque si decimos que hemos abierto un tiempo nuevo para hacer lo mismo y estar los mismos de la misma manera, no hacía falta cambiar nada. Los diputados no hemos aprobado una oposición a la política. Habrá una renovación importante, pero se hará, repito, sin cuentas pendientes. Eso no significa que no vaya a repetir nadie, pero de una forma normal y natural tenemos que ver nuevas caras en sintonía con la generación que ahora está tirando de la comunidad y está trabajando. Es necesario abrir una nueva etapa porque todo en la vida tiene un ciclo y se termina. No hay que verlo como una tragedia. Eso es consustancial a la política. Hoy estás y mañana, no.
-¿Va a ser la candidata a la Presidencia de Cantabria?
-Siempre digo que no es el momento, pero ahora lo es menos que nunca, porque estamos en resolver la sucesión nacional. Soy una persona que está a las órdenes de mi partido. Es cierto que cuando uno da el paso para asumir la Presidencia de su partido, uno tiene que hacer ya en ese momento el análisis, porque lo habitual en el PP es que el líder sea el candidato. No voy a tomar esa decisión hasta que no tengamos un nuevo presidente del PP y, entre otras razones, creo que es una decisión colectiva que no debo tomar sola.
«La renuncia del AVE es la decadencia absoluta del revillismo»
-¿La renuncia del Gobierno al AVE es meter un tiro en el pie para el desarrollo de la región?
-Es uno de los mayores actos de deslealtad a los cántabros. Cuando decimos que su tiempo se ha agotado éste es el mejor ejemplo que lo materializa. Revilla pone por delante dos cosas en ese juego de seducción que tiene con Podemos y luego su sumisión al Gobierno de la nación cuando gobierna el PSOE. Lo primero que ha hecho es bajar el listón y dar carta blanca a Pedro Sánchez. Estamos atónitos. Esta es la decadencia absoluta del revillismo y del regionalismo. Algunos no creíamos verlo jamás. Revilla se ha tirado al suelo, ha enmudecido y ha dicho 'haced conmigo lo que queráis'.
-¿Cómo valora que el PSOE haya colocado a su líder y candidato a la Presidencia en la Delegación del Gobierno?
-Yo nunca lo hubiera hecho. Ni yo ni nadie. Es la antítesis de la regeneración. Es el peor de los comienzos posibles. Zuloaga llega con mucha prisa y a cualquier precio. Utilizó Bezana como un trampolín y ahora utiliza una institución que es de todos. Es un ejemplo que tiene pocos precedentes y que ha sorprendido a propios y extraños. Creo que el PSOE de siempre no lo hubiera hecho jamás en la vida. No hay necesidad de forzar tanto las cosas y no todo vale en política.
-Después de las resoluciones del Debate del Estado de la Región, ¿puede seguir la consejera de Sanidad en su cargo?
-Ha habido unas irregularidades gravísimas en el Servicio Cántabro de Salud. Recibió una denuncia de la jefa de Contratación con prácticas y acusaciones gravísimas, no investigó, la tapó, urdió una trama para enterrarlo y sigue aferrada a su cargo. Luisa Real ha hecho mucho daño en esta legislatura al servicio público de salud. Está bajo sospecha. Sólo goza del apoyo de Revilla. Pero es que el presidente del Gobierno puso por delante de la honestidad, la integridad, la ética pública y la decencia su pacto de gobierno.
-¿El pacto con la defensa de Higuera para que no entrase en la cárcel debe tener consecuencias políticas?
-Les han pillado con las manos en la masa. Debe tener consecuencias en las urnas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión