Cantabria cierra la primera quincena de julio con un 85% de ocupación
El aumento de la oferta de pisos turísticos lastra los resultados del alojamiento tradicional
Hace ahora un año, los hoteleros miraban al cielo y se lamentaban: todas las previsiones apuntaban a un verano de récord hasta que el mal ... tiempo las desbarató. Si se hace un poco de memoria se recordará que los días de verano, tal y como cualquiera se los imagina, vinieron a coincidir con esas semanas que concentran el turismo en la región, entre mediados de julio y mediados de agosto. En este 2025, el sol no ha sido tan tímido: aunque le costó entrar a la primavera, el estío cumplió desde el primer día, con una segunda quincena de junio para playeros y un julio que ha empezado también con buen pie. Puede que a los madrileños les haga gracia un día de lluvia y jersey, pero tres seguidos no.
Pese a todo esto, Eduardo Lamadrid, presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, estima que no hay grandes diferencias entre el porcentaje de ocupación de alojamientos de esta primera quincena de julio y la del año pasado, y que cifra en un 85%. No duda de que el buen tiempo haya atraído más visitantes, pero describe un panorama de feroz competencia, con un «aumento exponencial» de la oferta de viviendas turísticas, tanto de las legales como de las piratas, y recuerda que el Colegio de Registradores de la Propiedad de Cantabria ha tramitado más de 4.000 durante la primera mitad el año. «De momento, los resultados de esta primera quincena de julio apuntan a un buen verano en Cantabria. Sabemos que el tiempo es determinante para la ocupación, sobre todo para las reservas de junio y septiembre, ya que en julio y agosto siempre hay buenos niveles. En la segunda quincena de junio se ha notado ese buen tiempo, y el final de mes ha sido un adelanto de los meses de julio y agosto».
El Hotel Santemar, en Santander, cierra la primera mitad de julio con un 90%, unos números «muy buenos» para su director, Francisco Agudo, antes del tirón de la Semana Grande. «El calor que se está padeciendo en comunidades como Castilla y León y Madrid ha hecho que se haya adelantado julio. Si todo sigue en esa línea, será un mes mejor que el del pasado año».
La decena de establecimientos que regenta la familia Cuevas, repartidos por toda la región (Santillana, Suances, Santander, Somo, Liérganes...), permite 'tomar la temperatura' del turismo en Cantabria. «Estamos en un nivel similar al del año pasado, con bastante diferencia de ocupación entre los días laborables y los fines de semana, que no debería ser tanta en julio; puede variar entre un 60% y prácticamente el 100%», explica Ángel Cuevas. «Las perspectivas son buenas, y aunque sea pronto para decirlo, veo este año con unos resultados similares a 2024. De enero a mayo ha sido peor, la primavera ha sido más bien triste y flojita, pero junio se ha comportado muy bien en todos los sitios».
Julio está siendo un mes «tranquilo» en Laredo para Carmelo Morales, del Hotel Las Anclas. «Hemos tenido una ocupación del 70%, después de un mes de junio muy bueno. Ahora esperamos que la segunda quincena de julio vaya bien y que empiece el verano de verdad». Morales apunta que la suya es una localidad con mucha segunda vivienda, en la que se está empezando a notar «la proliferación de viviendas turísticas ilegales». «Es posible que el balance de este mes haya tenido que ver con eso».
El poder de atracción de Liébana se sobrepone incluso a las obras de la carretera del Desfiladero, que hacen tan tedioso el viaje. Al menos, eso indican los resultados del Hotel Infantado, en Ojedo, con una ocupación media del 90% y noches sin habitaciones libre. «Las obras han frenado al turista que viene de Santander a pasar el día y a comer... pero ya volverá», pronostica, confiada, Isabel Fombellida. «Estamos funcionando bastante bien, dentro de nuestras posibilidades: las estancias se han alargado un poquito más. Nos beneficia tener piscina, porque el cliente busca eso, y la inversión que hemos hecho en la instalación de aire acondicionado ahora está jugando a nuestro favor. Como algo extraordinario, este año se ha alargado la temporada del turismo británico, que a partir de mayo o junio tiende a desaparecer normalmente». «Aunque las previsiones para agosto estén todavía para coger con pinzas, las previsiones para el resto del verano son muy buenas».
Las frases
Asociación de Hostelería
Eduardo Lamadrid
«Los resultados de esta primera quincena de julio apuntan a un buen verano en Cantabria»
Asociación de Turismo Rural
Jesús Blanco
«Ha sido una quincena mejor que la del año pasado por el calor en el resto de España»
Avutcán (Viviendas turísticas)
Jaime Paino
«Esta es la quincena más floja del verano, y todavía no hemos tenido estancias largas»
Hotel Santemar (Santander)
Francisco Agudo
«Hemos tenido un 90% de ocupación. Si todo sigue en esta línea, será un mes mejor que el de 2024»
Hotel Fombellida (Ojedo)
Isabel Fombellida
«Las obras del Desfiladero frenan al turista que viene de Santander a pasar el día, pero ya volverá»
Dependencia del clima
Que el trabajo del sector depende en gran medida del tiempo es algo que saben todos sus profesionales, pero Jesús Blanco, presidente de la Asociación de Turismo Rural, opina que, en este principio de verano, los turistas han llegado a la región no tanto atraídos por su sol como huyendo de los calores de sus regiones. «La primera quincena normalmente siempre esta floja, y aunque este año no ha estado fuerte-fuerte, sí ha sido mejor que la de 2024 por el calor que hace en el resto de España: ese calor es el que trae a los turistas para acá».
«Nuestro cliente no ha cambiado: viene huyendo del calor, buscando una temperatura más baja, playa, montaña y disfrutar un poco de la naturaleza; no hay grandes diferencias de ocupación entre el interior y la costa».
Entre los miembros de Avutcán, la asociación que representa a cientos de propietarios de viviendas turísticas en Cantabria, la media de ocupación en este mes no ha sido tampoco muy llamativa. «Esta es la quincena más floja del verano, y todavía no hemos tenido estancias largas», señala su presidente, Jaime Paino. «En julio y agosto, salvo las excepciones de los festivales de jóvenes, el perfil del cliente es más familiar. Ajulio le cuesta arrancar pero en esta nueva semana, siguiendo la misma dinámica de otros años, empiezan las estancias más largas, los precios son más elevados y la ocupación, muy alta, entre el 85 y el 90%».
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