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Cantabria entra en estado de alarma y mantendrá las restricciones ya anunciadas
El toque de queda en la región durará de doce de la noche a seis de la mañana y las reuniones sociales en casas serán de hasta diez personas
España entra en estado de alarma por segunda vez en lo que va de año y marca un toque de queda para evitar las salidas ... nocturnas. Eso sí, en esta ocasión las comunidades autónomas tendrán mayor poder de decisión y podrán 'flexibilizar' algunas de las medidas marcadas por el Gobierno central. En principio, no habrá confinamiento más allá de las localidades o municipios que así lo requieran por un alto índice de contagios, y las restricciones de las reuniones sociales se podrá determinar en función de la situación de cada comunidad. En Cantabria, el toque de queda durará desde las doce de la noche -una hora más tarde que, de media, en el resto de España- hasta las seis de la mañana, mientras que se podrán reunir hasta diez personas no convivientes en una casa, cuando la norma general se sitúa en un máximo de seis.
Aunque el Ejecutivo central ha dado el visto bueno a que cada región 'moldee' las medidas, el propósito es que sean prácticamente iguales en todo el territorio nacional. Además, esta primera publicación en el BOE tiene una duración de 15 días, pero desde el Consejo de Ministros han sido muy claros en su intención de proponer el Congreso prolongar estas restricciones hasta el 9 de mayo con la posibilidad de que, si la situación es favorable antes de esa fecha, darlo por finalizado sin llegar a cumplir los seis meses. Para ello, ya han dejado caer a los grupos de la oposición la necesidad de un consenso mayoritario.
Tras la comparecencia del presidente de España, Pedro Sánchez, para anunciar el estado de alarma en todo el país, desde el Gobierno regional esperaron con prudencia a la publicación del boletín oficial antes de determinar cómo iban a adaptar las limitaciones a la región. Tras consultarlo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, valoró positivamente la decisión del Consejo de Ministros y reiteró que es «necesario para garantizar la seguridad jurídica» que requieren las comunidades para luchar contra la segunda ola de la pandemia en el caso de que la evolución de los contagios haga precisas más restricciones que incidan en los derechos fundamentales de la ciudadanía.
El toque de queda en Cantabria comienza a las doce, una hora después de lo marcado en España
Como el Gobierno central permite adelantar o atrasar una hora el inicio y el final del toque de queda, Cantabria decidió por la tarde retrasarlo hasta las doce de la noche en lugar de iniciarlo a las once. Eso sí, esta norma entrará en vigor hoy porque ayer no dio tiempo a publicar la orden regional y Cantabria se rigió por el boletín oficial publicado en el BOE. Desde la medianoche y hasta las seis de la madrugada sólo será posible la circulación por «causas justificadas», como la adquisición de medicamentos, el cumplimiento de obligaciones laborales, cuidado de mayores o menores de edad y regreso al domicilio. En cuanto a las reuniones sociales, el Ejecutivo central establece la restricción en seis personas, siempre que no sean convivientes, tanto dentro como fuera de las casas. Sin embargo, en Cantabria el límite estará establecido en un máximo de diez personas, como anunciaron el pasado viernes, porque «el Real Decreto-ley lo permite», apuntan fuentes del Gobierno regional.
La región no plantea limitar la movilidad con otras comunidades «porque no hay motivo»
Sánchez también abre la puerta a que cada comunidad limite la entrada y salida de sus territorios, ya sea para todo el perímetro de la región o para un ámbito inferior como un municipio o localidad. En este aspecto, Cantabria no va a aplicar ninguna limitación de movimiento «porque no hay ningún motivo para el cierre». Esto podrá cambiar si la situación empeora. Aquellos que quieran moverse tendrán que tener en cuenta los posibles cierres que se produzcan en aquellas comunidades a las que se quieran desplazar.
También son las comunidades autónomas las que deciden cómo restringir los horarios de locales comerciales, hostelería y otros espacios. En Cantabria, de momento, sólo se han limitado los horarios de bares y restaurantes, que a las once de la noche tendrán que estar completamente cerrados y que no podrán recibir clientes desde las diez. Tampoco se podrá hacer uso de la barra y los aforos se reducirán un 30%.
Revilla, por el momento, no plantea añadir más restricciones aunque todo dependerá de la evolución de la pandemia. «Los Gobiernos autonómicos tienen que estar preparados para actuar con la contundencia necesaria». El presidente hizo un llamamiento a la «responsabilidad ciudadana para respetar todas las normas de seguridad vigentes en este momento y evitar que la situación vaya a peor».
Cantabria, «mejor que otras»
Aunque el escenario no es positivo en ningún punto de España -excepto en las islas Canarias que, en principio, no tendrán toque de queda-, Revilla apuntó ayer que Cantabria «está comparativamente mejor que la media española». Pero no lo dijo con la intención de relajar el ánimo, sino para que la gente «no se confiase». Consideró que, a pesar de que las cifras no fueran tan negativas como en otros sitios, «tenemos que permanecer alerta y actuar todos en consecuencia para que esta segunda ola de la enfermedad tenga la menor incidencia posible en nuestra tierra», declaró.
Aunque Sánchez marca un máximo de seis personas por reunión, en Cantabria será hasta diez en casas
También quiso valorar la instauración del estado de alarma el vicepresidente de Cantabria, Pablo Zuloaga. El socialista declaró que «lo primero es la salud y el bienestar de los cántabros» y apuntó que desde el Gobierno regional seguirán «actuando con este único fin». Ante las restricciones marcadas, expuso que el objetivo de esta declaración es «tratar de evitar un confinamiento domiciliario general con medidas más restrictivas para seguir luchando contra la pandemia». Calificó el estado de alarma como «la herramienta legal más eficaz» para poder limitar la movilidad y reducir los contactos, con el fin de «frenar al virus y ganar esta complicada batalla». Zuloaga quiso marcar las diferencias con el que se instauró en marzo y explicó que es «diferente al primero, pero que vuelve a poner el foco en la necesidad de seguir adoptando medidas que garanticen la salud de los cántabros para aplacar la curva y frenar el número de contagios por coronavirus».
La hostelería mantiene las restricciones anunciadas. Cierre a las once, barras vacías y menos aforo
El consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, reiteró que el toque de queda es un mecanismo «que puede ayudar a evitar fiestas y encuentros tras el cierre de la hostelería porque la gente tiene que ir sí o sí a casa». Hasta ahora, el cierre de la hostelería a la una de la mañana -y desde este sábado, a las once de la noche- no ha ido de la mano del fin de la fiesta. Ante la falta de normas que lo impidieran, mucha gente optaba por irse a casa de algún amigo y continuar hasta la hora que considerasen.
Pero eso se ha acabado, en principio, hasta mayo. Desde hoy, aquellos que salgan a tomar algo o dar una vuelta por la noche tendrán que estar recogidos a las doce. En principio, el boletín oficial contempla que a partir del toque de queda se puede estar en la calle «si estás volviendo a casa». Pero a la propia.
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