«La costera del bocarte ha sido positiva al agotarse la cuota y volver a precios de antes del covid»
El presidente de la Federación de Cofradías se muestra satisfecho con el desarrollo de la pesquería, que ayer se cerró con las últimas subastas en lonja
La costera del bocarte toca a su fin. Las lonjas del Cantábrico acogieron ayer las últimas subastas del primer semestre al haber consumido ... ya la flota pesquera el 90 % de la cuota anual, fijada en 26.500 toneladas. A partir de julio, las embarcaciones podrán capturar el 10% restante, pero será ya una cantidad testimonial. La campaña se cierra dejando un buen sabor de boca en los puertos de la región. «Ha sido positiva», apunta el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Miguel Fernández, a modo de balance.
La primera razón, esgrime, es que se «ha agotado la cuota y todos los barcos que se dedican a esta especie han tenido capturas». Y la segunda, es que los precios han vuelto al nivel de 2019, antes de la pandemia. Y, eso, es reseñable porque «veníamos de un año, el 2020, en el que apenas se pescó y además, los precios fueron bajos». Una cosa con otra lleva al sector a mostrarse ciertamente satisfecho con el desarrollo de esta pesquería.
«Las conserveras están abastecidas. Lo que ocurre es que quieren pescado grande a precio muy bajo», apunta Fernández
La campaña tuvo un inicio tempranero. Arrancó a principios de marzo, antes incluso de que diera la cara el verdel, pero han sido los meses de abril y mayo los que han arrojado capturas más relevantes. En Santoña, a comienzos de abril se registraron cifras de récord, subastándose más de 600.000 kilos en una sola jornada de faena.
Estos últimos días de costera, tanto el lunes como ayer, al muelle de Santoña han seguido entrando barcos, tanto de casa como de otros puertos, vendiéndose cada día en la Cofradía en torno a 100.000 kilos de bocarte. Las capturas se han desarrollado principalmente en aguas de Cantabria y Asturias. Las primeras semanas se localizaron ejemplares de menor tamaño, aunque ya este último mes se han descargado anchoa de unos 30 granos (piezas por kilos), que se han cotizado a un precio más elevado.
«El pescado que llaman pequeño no es ilegal. Está dentro de los parámetros que marca Bruselas. La flota puede pescar bocarte de hasta 90 granos y nosotros nos restringimos a 65», señala Fernández a colación de las críticas del sector conservero sobre que están capturando género pequeño. «El 95% de las fábricas está perfectamente abastecida. Lo que ocurre es que quieren pescado grande a muy bajo precio y, eso, en el mercado libre ya no existe».
Además, el presidente de las Cofradías destaca el buen estado de la biomasa ya que estudios científicos sostienen que este año es el mejor desde 1987. «La campaña se ha clausurado y sigue habiendo bocarte en la mar. Este año podíamos haber llegado hasta 50 millones de kilos. Entendemos que hay un plan de gestión firmado por españoles y franceses y lo respetamos».
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