El fallecido en la bahía era un empresario del polígono de Raos
Santander ·
Rafael Torre Pando, de 58 años, que perdió la vida al hundirse su embarcación frente a la Duna de Zaera, regentaba un negocio de desatascosEl piloto de la embarcación que perdió la vida en la tarde del martes después de que su nave se hundiera cuando atravesaba la bahía de Santanderes Rafael Torre Pando, un empresario del polígono de Raos. El fallecido, que tenía 58 años y fue encontrado por los buzos de Cruz Roja en la cabina de su barco de recreo, regentaba un negocio de desatascos y era muy conocido en la zona.
En estos momentos, la Policía Judicial de la Guardia Civil se encuentra investigando las circunstancias del suceso. La principal referencia es una llamada entrecortada que realizó la propia víctima antes de que la nave quedara sumergida bajo las aguas en el entorno de El Páramo, un punto intermedio entre Pedreña y el Pantalán de Calatrava.
«La comunicación fue complicada y costaba entender lo que decía. Contó que estaba en peligro inminente de irse a pique y que había mucha agua a bordo. Ahí se cortó y desafortunadamente no supimos más hasta que fuimos. Es posible que coincidiera con el momento del hundimiento», apunta Pedro Laborda, portavoz de Salvamento Marítimo, la institución que se encargó de coordinar la búsqueda y el posterior rescate. Por ahora no ha transcendido si la embarcación tenía chaleco de seguridad y, en caso afirmativo, por qué el piloto no tuvo tiempo para salir de la cabina y ponérselo.
«Llamó y dijo que estaba en peligro inminente de irse a pique. Había mucha agua a bordo. Ahí se cortó»
Pedro Laborda | Salvamento Marítimo
Julián, el propietario del bar El Polígono, cercano a la nave donde tenía Rafa (así era conocido en su entorno) su negocio y donde paraba habitualmente, confirma que se sacó el título de patrón hace un año. «Es una pena. Era una buena persona. No sabemos cómo no le dio tiempo a salir. Igual por intentar salvar el barco...», lamenta. Desde el Puerto Deportivo Marina de Santander, a donde Rafa se dirigía cuando se hundió el 'Roma', un barco de motor de 6,40 metros de eslora, apuntan a que acababa de adquirir el amarre hace «no más de un mes». De hecho, todavía no había completado todos los trámites administrativos. El accidente se produjo alrededor de las 17.50 horas -fue cuando entró la llamada- y el cuerpo pudo recuperarse antes de las ocho y media de la tarde tras dos horas y media de operativo.
Durante la mañana de este miércoles, los profesionales del Servicio de Patología del Instituto de Medicina Legal y Científica de Cantabria realizaron la autopsia al cadáver. Después de comprobar que no había ninguna circunstancia extraña en las causas de la muerte, el cuerpo fue entregado a la familia.
Su capilla ardiente se ha instalado en el Tanatorio de El Alisal (sala 4) de Santander. La conducción tendrá lugar este jueves a las 16.15 horas y su funeral de cuerpo presente se celebrará posteriormente en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Belén. Después será incinerado en el crematorio de Raos.
¿Qué pasa con el barco?
Cuando la presencia de una embarcación hundida no supone ningún riesgo extraordinario -no es el caso- lo normal es que el seguro del barco se encargue de remolcarlo. De esta forma se sacará la nave «a lo largo de las próximas semanas» de la bahía de Santander. «La aseguradora se tiene que poner en contacto con Capitanía Marítima y presentar un plan de reflotación para hacer todo de forma coordinada», explica Laborda, quien cuenta que el proceso es muy similar al que se sigue cuando un coche se queda tirado en la carretera.
Será la empresa contratada por el seguro la que decida cuál es la técnica más adecuada. «Dependerá del problema que presente la embarcación. Habrá que ver si se puede taponar la vía en caso de que esa sea la causa (del hundimiento) y si no quizás haya que hacerle flotar con globos...», apunta. Esta zona de El Páramo es bastante plana y «no presenta complicaciones especiales», por lo que no tendría que resultar una operación de gran dificultad.
Con marea alta hay bastante tránsito en esta lugar, por lo que Salvamento Marítimo dejará allí un boyarín para señalizar el punto exacto hasta que se retire. Además, se ha emitido un radioaviso a los usuarios habituales, principalmente empresas que trabajan en la bahía y clubes náuticos.