El flujo de pacientes de otras comunidades en Cantabria dobla a los que son atendidos fuera
La región recibe al año casi 100.000 casos, la mayoría en centros de salud y procedentes del País Vasco, Madrid y Castilla y León
Por cada cántabro que recibe asistencia médica en algún punto de la geografía nacional, la región atiende a dos pacientes procedentes de otras comunidades autónomas ... , siendo vascos, madrileños y castellano-leones -por este orden- los más asiduos en los centros de salud y hospitales del Servicio Cántabro de Salud (SCS). El flujo anual de pacientes de fuera de la región (sin contar los extranjeros) asciende a casi 100.000 -98.716, según los datos de 2018, último balance publicado del Fondo de Cohesión Sanitaria-, frente a los cerca de 49.110 atendidos a la inversa, en su mayoría también en las tres autonomías citadas.
Ese balance incluye tanto las derivaciones para intervenciones o técnicas en las que el Hospital Valdecilla es referencia -caso del trasplante de pulmón, por ejemplo- como las asistencias espontáneas (citas por recetas, consultas de control...), concentradas la mayoría en periodos vacaciones y épocas de mayor tirón turístico. Estas últimas representan el mayor volumen. En el año analizado fueron 94.667 los residentes en otras comunidades distintas a Cantabria que recibieron asistencia sanitaria en la red de Atención Primaria de la región, y más de una tercera parte eran vecinos del País Vasco (36.889). Como es lógico, la proporción de asistencias casa con el de las poblaciones que más frecuentan tierras cántabras. Lo que permite descubrir también el escaso tránsito de los habitantes de Murcia, Islas Baleares, Ceuta y Melilla.
Cantabria es, junto con Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia, una de las pocas comunidades con saldo positivo, lo que la convierte en beneficiaria del Fondo de Compensación estatal, cuyo presupuesto (39,5 millones de euros) va destinado precisamente a equilibrar ese intercambio de asistencia sanitaria entre autonomías. Aunque la parte que recibe, que en 2018 ascendió a casi 6,4 millones de euros (se compara la oferta y la demanda y se abona la diferencia en la medida que dan los fondos consignados), no cubre el 100% de los gastos, la gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Celia Gómez, explica que «proporcionalmente, somos los que más euros por habitante recuperamos (un 11%) de esa atención a pacientes de fuera». De esta compensación «queda excluida la atención urgente que se solicita por el propio paciente durante un desplazamiento a una comunidad diferente a la suya de residencia», puesto que esa asistencia está garantizada, en todo caso, por los dispositivos del Sistema Nacional de Salud.
«Cantabria es una de las seis comunidades que tiene saldo positivo, y es la que recupera más euros por habitante»
Celia Gómez | Gerente del SCS
Hasta 2012 -recuerda Gómez- las consultas de Atención Primaria de la población visitante no computaban a la hora de hacer esa reclamación. Cada comunidad asumía lo que le llegaba, pero aquellas con mayor afluencia turística salían perdiendo. De ahí que se defendiera su inclusión. «En Cantabria llevamos muy bien ese registro», añade la gerente.
No obstante, el mayor desembolso por paciente se concentra en el apartado referido a la atención especializada. En concreto, el SCS recibió en 2018 un total de 4.049 casos derivados para intervenciones o técnicas que no se realizan en las comunidades emisoras -es uno de los principios fundamentales para que se apruebe esa derivación- y que conllevan, en muchos casos, hospitalización (también se contemplan procesos ambulatorios) y, por tanto, gasto farmacéutico. Ahí van incluidos, por ejemplo, todos los programas de trasplante en los que Valdecilla es unidad de referencia para comunidades próximas. De hecho, la mitad (57%) de los trasplantados el año pasado en Cantabria procedían del País Vasco, La Rioja, Castilla y León, Asturias, Navarra, Aragón y Canarias. ¿Cuánto se reclama en cada caso? Las tablas de los costes se recogen en los documentos anexos del Real Decreto 1207/2006 por el que se regula la gestión del Fondo de cohesión sanitaria. Siguiendo con el ejemplo del trasplante pulmonar, dependiendo del grado de severidad, la horquilla oscila entre los 38.700 y los 90.000 euros, aunque se compensa el 80%, «porque se entiende que hay gastos estructurales que se tienen igual, independientemente de dónde venga ese paciente».
6.4millones de euros recibió Cantabria en 2018 del Fondo de Compensación entre comunidades.
Pero, además, Valdecilla es destino también para trasplantes de médula ósea infantiles, de páncreas y de riñón de alta complejidad, así como para ataxias y paraplejías hereditarias, atención a la patología valvular cardiaca y tumores renales con afectación vascular. Sin olvidar que dispone de la única cámara hiperbárica del Norte del país, en la que reciben tratamiento específico con oxígeno puro a alta presión los intoxicados por monóxido de carbono (principal indicación) de las comunidades del entorno. El tratamiento de braquiterapia en cáncer de próstata es otro de los procesos, en este caso ambulatorio, que hace que el hospital cántabro sea foco de atracción para enfermos de fuera. Al igual que la cirugía robótica de obesidad y la radioterapia intraoperatoria.
A la inversa (constan 2.103 casos), entre los diagnósticos que Cantabria remite a otros centros del país se encuentran patologías oncológicas y cirugías cardiacas infantiles. Las autonomías que más pacientes reciben del SCS son el País Vasco (a Cruces se envían también los pacientes con quemaduras graves), Asturias y Madrid. En cambio, el análisis de las asistencias realizadas a cántabros durante su estancia en otras comunidades (47.007 en 2018) refleja que donde hicieron mayor gasto al sistema fue sobre todo en Madrid (9.267 casos), Castilla y León (8.363) y la Comunidad Valenciana (6.185).
La asistencia en zonas limítrofes
Los convenios sanitarios entre comunidades limítrofes completan la asistencia compartida. Un intercambio que no tiene reflejo en el fondo de compensación, porque se entiende que hay una contraprestación. Así, según el acuerdo firmado con el País Vasco, los residentes en el municipio cántabro de Valle de Villaverde reciben Atención Primaria en Balmaseda (Vizcaya), al tiempo que los habitantes de Lanestosa son atendidos en Ramales. Y en atención especializada, los de Valle de Villaverde acuden a los dispositivos de Osakidetza de Ortuella, Zalla, Areatza y Deusto, así como los hospitales de Basurto y Cruces. El convenio incluye también el protocolo de coordinación de urgencias y emergencias en el tramo de la autovía entre Castro Urdiales y El Haya.
Con Asturias, el ámbito de colaboración afecta a la población de Tresviso, que puede acudir a los centros de salud de los concejos de Cabrales, Peñamellera Alta y Peñamellera Baja. Y los vecinos de estos, a su vez, junto con los de Ribadedeva, tienen acceso a servicios especializados de Sierrallana (Torrelavega). Pero el intercambio con el Principado abarca también al ámbito quirúrgico, de tal forma que el SCS deriva los casos de reconstrucción mamaria y el Sespa remite a Cantabria las cirugías bariátricas (un máximo de 25 al año en ambos casos).
Y, después de diez años de idas y venidas, se acaba de cerrar el convenio con Castilla y León, que regula el uso del Hospital Tres Mares para Valdebezana (Burgos), Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga (Palencia). Según el documento que se firmará próximamente, podrán acudir a Reinosa en caso de urgencia derivada por su médico de cabecera, si precisan hospitalización de medicina interna o un TAC (escáner). En este caso, al no haber contraprestación, se facturará la asistencia según lo estipulado en la orden en vigor de precios públicos del SCS.
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