La historia de las avispas se escribe en el ámbar de El Soplao
Un grupo de científicos describe una nueva especie fósil, de gran tamaño y preservada en la resina de la cueva cántabra desde hace 105 millones de años. Es la 'Creventania orgonomecorum'
La historia de las avispas sigue escribiéndose. Un grupo internacional de científicos acaba de publicar un nuevo capítulo en la revista 'Palaeoentomology', donde ha descrito ... una nueva especie fósil en el ámbar de la cueva de El Soplao. Se trata de la 'Cretevania orgonomecorum', y, en este artículo coral, los investigadores destacan de ella su gran tamaño y unos rasgos anatómicos únicos, como la estructura de las antenas y la venación de las alas. Se trata de uno de los ejemplares más grandes dentro de este género –una «hembra completa y bien conservada», según reza el resumen online del artículo–, comparable con especies halladas en Myanmar y China. La 'Cretevania orgonomecorum' es una avispa colosal desde muchos puntos de vista.
Se ha encontrado en un fragmento de ámbar que data del Albiense medio, es decir, en torno a 105 millones de años. El hallazgo devuelve la atención al subsuelo cántabro, donde, entre otras muchas cosas sorprendentes, figura el yacimiento de ámbar del Soplao, dado a conocer en 2008 y con más de 1.500 inclusiones fósiles documentadas y treinta especies descritas hasta el momento. Además de un atractivo turístico que cuenta por miles sus visitantes anuales y cuya denominación alude directa a su pasado minero, El Soplao también es lugar para la ciencia, y este yacimiento, en concreto, es un espacio fecundo para la catalogación de insectos atrapados en la resina. No es raro que el enclave de El Soplao aparezca en revistas especializadas.
Puede decirse, por tanto, que El Soplao contiene «uno de los yacimientos de ámbar más destacados a nivel mundial». Lo dice el Gobierno de Cantabria, que saca pecho con un descubrimiento que ha financiado junto con el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, y junto con la Generalitat Valenciana. Enrique Peñalver, investigador del Centro Nacional Instituto Geológico y Minero de España y coautor del estudio también le da contexto. El hallazgo, asegura, «amplía nuestro conocimiento sobre la evolución de las avispas evánidas y confirma la extraordinaria riqueza paleontológica del ámbar español».
El descubrimiento del género Cretevania, extinguido durante el Cretácico, abre otras puertas. Más allá de propiciar la revisión de la clasificación del género Cretevania, aporta «nuevos caracteres diagnósticos» que ayudarán a delimitar especies en investigaciones futuras. «Este grupo podría actuar como 'fósil guía' para datar depósitos cretácicos, dada su amplia distribución y diversidad», dicen los científicos que han estudiado este ejemplar y que trabajan en el Instituto Geológico y Minero, pero también en las Universidades de Barcelona y Valencia, la Academia de las Ciencias de China o del Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford. La historia de las avispas y de otros muchos insectos puede que siga escribiéndose en el subsuelo cántabro.
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