Los médicos de familia acuerdan con Sanidad atender a un máximo de 28 pacientes diarios
El Servicio Cántabro de Salud y el Sindicato Médico alcanzan «un principio de acuerdo» para limitar la agenda de citas y controlar así «la saturación» en consulta
Los médicos de familia de Cantabria atenderán a un máximo de 28 pacientes diarios si prospera finalmente «el principio de acuerdo» alcanzado entre ... el Servicio Cántabro de Salud (SCS) y el Sindicato Médico. El «hartazgo» generalizado de los profesionales ante la «sobrecarga laboral» que afrontan en sus consultas, derivada de la alta demanda asistencial y la falta de personal de repuesto para suplir las ausencias, ha acabado estallando en las últimas semanas por distintos focos de la geografía nacional. Cataluña, Andalucía, Extremadura... Cuantos más pacientes, menos tiempo de consulta, se quejan, porque «la jornada no es un chicle», lo que lleva a un «deterioro progresivo de la calidad asistencial».
En Cantabria la cosa no pinta mejor que en el resto de comunidades. La Consejería de Sanidad admite que existe «un problema nacional», que se agrava cada vez que llegan periodos vacacionales o aumenta la presión asistencial –en diciembre y enero se conjugan ambos factores por las fiestas navideñas y la gripe–. «Pero no hay más facultativos en la bolsa de empleo a los que poder contratar», se justifica.
¿Cómo arreglar esto entonces? Los médicos tienen claro que la respuesta pasa por tres pilares básicos. Uno, dotar a la red de Atención Primaria de presupuesto suficiente –no menos del 20% del montante que mueve Sanidad– para que deje de ser la 'cenicienta del sistema'. Precisamente, el SCS prevé en 2019 una dotación de 162,2 millones de euros para Primaria, alcanzando por primera vez el 19% de sus cuentas.
Los facultativos piden un tiempo mínimo de diez minutos de consulta por paciente
Resuelta la cuestión financiera, la segunda parte del 'arreglo' se armaría con un plan de choque en recursos humanos (llámese bolsa de sustitutos), más aún teniendo en cuenta el elevado número de jubilaciones a la vista, y con una organización de las agendas que garantice un mínimo de diez minutos de consulta por paciente. Sobre este último punto negocian desde hace dos meses el SCS y el Sindicato Médico en aras de llegar a un entendimiento que beneficie a profesionales y a usuarios. Aunque las conversaciones aún no han concluido –«Quedan flecos por cerrar»– «se ha alcanzado un principio de acuerdo respecto a las agendas de trabajo de los profesionales médicos», sostiene Santiago Raba, vicepresidente del Sindicato Médico, que «significa equipararse a lo que reclaman los compañeros de Cataluña y Andalucía», comunidades que acaban de protagonizar una huelga por esta reivindicación.
Límite de consultas
La gran novedad de ese futuro pacto, que la Gerencia del SCS aún deberá plantear y consensuar con las organizaciones sindicales con representación en la Mesa Sectorial (UGT, CC OO, CSIF, Satse y ATI), es que pone un límite al número de pacientes que puede atender un médico en su jornada laboral: un máximo de 28 al día. «La intención es que se pueda dar una asistencia de calidad, garantizando unos tiempos mínimos por paciente», añade Raba.
Otro punto de las negociaciones recoge una mejora del precio de la hora de guardia
El Sindicato Médico recuerda que «a principios de verano dejamos claro a la Administración que los médicos de AtenciónPrimaria no iban a soportar otro año más así y que, si no había soluciones a la masificación de las consultas, se convocaría una huelga para el otoño».Entonces, el gerente del SCS, Benigno Caviedes, recién llegado para «recuperar la normalidad» alterada tras las denuncias de irregularidades en la contratación, recogió el guante. En la última propuesta que se ha puesto sobre la mesa se concretó la distribución de esos 28 pacientes diarios, de tal forma que habría dos consultas programadas, de 20 minutos de duración, 20 pacientes a demanda en huecos de 10 minutos, 4-5 huecos para citar urgencias y dos más de media hora, que sería el tiempo disponible para acudir a atender los avisos a domicilio. «Cuando se fuerzan más pacientes es a base de reducir esos 10 minutos», expone Raba.
Excepciones
El documento sobre el que se trabaja contempla que «sólo en circunstancias excepcionales el médico podrá llegar a atender un máximo de 35 pacientes, no como hasta ahora, donde no había límite y no era raro llegar a 40-50 e incluso picos de 70 pacientes por profesional y día», critica el Sindicato Médico. Esa ampliación podría darse, por ejemplo, en época de epidemia o en situaciones de «catástrofe o urgencia sanitaria sobrevenida motivada y justificada por la dirección médica». Asimismo, se llegaría a los 35 pacientes si un médico se ausenta sin ser sustituido y sus pacientes tienen que ser atendidos por sus compañeros –lo que se conoce como autocobertura–, pero «siempre y cuando la Administración pague 80 euros diarios por profesional no sustituido desde la primera ausencia (no desde la segunda, como ocurre ahora), igualando por tanto la forma de compensación que se instauró con los pediatras hace ahora un año».
No obstante, el sindicato precisa que «los médicos prefieren ser sustituidos a cobrar un extra, pero consideran que, al no sustituir, la Administración genera un ahorro económico que le ha llevado a la desidia a la hora de retener en Cantabria a los médicos que terminan su formación MIR». A juicio de Raba, «va a suponer una nueva forma de trabajar para el médico y un reto para todo el equipo», aunque también –apostilla– «un cambio de mentalidad en los pacientes, que no van a tener tanta accesibilidad como hasta ahora para cuestiones administrativas o consultas muy banales, pero van a ganar mucho en calidad».
Otro punto abordado en las negociaciones en curso es una mejora del precio de la hora de guardia. El sindicato recuerda que en el acuerdo de salida de huelga de 2007 se firmó que en «Cantabria sería la media de las seis mejores comunidades autónomas. Sin embargo, no se ha actualizado en los doce años transcurridos y se llegó incluso a bajar un 5% en 2011. Eso ha hecho que los médicos cántabros hayan perdido aún mayor poder adquisitivo que sus homólogos de otros servicios de salud». El documento de conclusiones de la negociación en curso recoge que, a partir de mayo del próximo año, el precio pasaría «de 23,29 euros la hora en día laboral a 25,01 y de 26,45 euros en día festivo a 28,59, lo que supone una subida de en torno al 7-8%».
La formación sindical entiende que «se terminaría así con un agravio hacia el colectivo médico con los llamados festivos especiales (24, 25, 31 de diciembre y 1 y 6 de enero), que se cobraban al doble por parte de todos los trabajadores sanitarios menos los médicos». A partir del año que viene, esos días se pagarían a 46,04 euros la hora, igualándose con el resto de compañeros del SCS y de otras autonomías.
Los SUAP, pendientes del cambio de horario anunciado para enero
Los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) cambiarán de horario, aunque por el momento ninguno de sus profesionales sabe cuándo. La modificación se anunció el pasado febrero, en pleno conflicto laboral con el personal de Urgencias y Emergencias (061) por su demanda de compensación por nocturnidad y festividad, lo que enquistó durante meses las negociaciones. Hasta el punto de que desembocó en una huelga. La idea era adelantar, a partir del 1 de enero de 2019, el horario de los SUAP entre semana de las 17.00 horas a las 15.00 horas, de tal forma que terminarían a las 08.00 horas, en vez de a las 09.00. La modificación afectaría también a las guardias de fin de semana y festivos (24 horas), aunque con más impacto entre los profesionales –el turno comenzaría a las ocho de la mañana, en lugar de a las nueve– que entre los pacientes.
El relevo en la Gerencia del SCS, con la llegada de Benigno Caviedes, suavizó en parte las conversaciones con los trabajadores y, aunque el punto del horario se sacó del acuerdo que se firmó en octubre, se dejó claro que su aplicación era «irrenunciable», en aras de «mejorar la atención a la ciudadanía».Así lo explicaron en su día el exgerente, Julián Pérez Gil, y el subdirector de Recursos Humanos, Alfonso Romano, quien llevó la negociación con el comité y los sindicatos. Ambos apuntaron que la nueva jornada laboral no alteraba el total de horas trabajadas al año y, además, suponía la creación de puestos de trabajo tanto de médicos como de enfermería –en concreto, cuatro o cinco por categoría profesional–.
El colectivo de SUAP rechazó de plano este nuevo horario al temer que acabarían absorbiendo la demanda vespertina de los centros de salud, donde los equipos realizan guardias rotatorias entre semana hasta las 17.00 horas.«Si ahora ya estamos desbordados, esto agravará nuestra situación», se quejaban.
La Gerencia garantizó que el adelanto de la jornada de los Servicios de Urgencias no implicaba que el personal de los equipos de los centros de salud fuera a terminar la suya a las 15.00 horas.Y lo ha mantenido. No obstante, el Sindicato Médico entiende que es «un desperdicio de recursos que se solapen durante dos horas sus jornadas». A día de hoy, a un mes del plazo anunciado para introducir el nuevo horario de SUAP, los profesionales afectados no tienen ninguna noticia al respecto. Tampoco desde el SCS se ha podido precisar a este periódico en qué fecha se aplicará el cambio.
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