El Ministerio ordena suspender todas las licencias en quince municipios afectados por el tren a Bilbao
Los alcaldes movilizan ya a sus vecinos para presentar alegaciones al trazado del corredor por las «cicatrices» que dejará en sus territorios y las «graves afecciones» para familias y negocios
Muchos de los ayuntamientos por los que discurrirá, en un futuro algo lejano aún, el trazado del tren Bilbao-Santander están mostrando ya su « ... oposición frontal» a las alternativas publicadas por el Ministerio de Transportes en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 7 de noviembre. De las seis o siete variantes que se propusieron inicialmente, se han seleccionado la A1 y la C1, que afectan a quince municipios desde Castro Urdiales a Santander. La primera consecuencia de la publicación es la «suspensión inmediata» de licencias urbanísticas, «durante año y seis meses», allá por donde se proyecta el paso del futuro ferrocarril. La segunda, «la incertidumbre» que causa a los cientos de afectados en sus propiedades, ya que este estudio –se haga o no– «solo decaerá cuando pasen diez años de su publicación».
Municipios como Medio Cudeyo, Marina de Cudeyo, Ribamontán al Monte, Bárcena de Cicero, Solórzano, Guriezo, Villaescusa y Hazas de Cesto ya están movilizando a los vecinos para presentar alegaciones a un trazado que no les gusta nada porque cambiará su futuro sin recibir nada a cambio ya que, según los alcaldes, las dos alternativas que se presentan tienen «más perjuicios que beneficios» para ellos, ya que verán pasar el tren de largo, ni siquiera parará.
«A nosotros nos parte el Ayuntamiento en dos, tanto la primera alternativa como la segunda», indica el alcalde de Ribamontán al Monte, Joaquín Arco (PRC). Esta semana reunía a sus vecinos en el polideportivo municipal para informarles de las últimas novedades del estudio y cómo afectará a sus propiedades. En principio, la primera consecuencia –que es inmediata y afecta ya a los vecinos– es la «suspensión y aprobación de nuevas clasificaciones y calificaciones de suelo, los efectos de las ya aprobadas y el otorgamiento de nuevas autorizaciones y licencias urbanísticas», resume. Una medida que le «preocupa mucho» y que estudian ya cómo afrontar, ya que «hay familias que han comprado terreno y lo tienen todo listo para hacer una vivienda y ahora no pueden», relata Arco angustiado por los proyectos de vida «rotos» desde que se han paralizado los permisos. «Los ayuntamientos estamos más de un año con las manos atadas», incide.
«Para nosotros supone una cicatriz importante para tener un tren que no podemos aprovechar»
Joaquín Arco
Alcalde de Ribamontán al Monte
«Nos oponemos de forma categórica a ese trazado, arrasan con todo San Salvador»
María Higuera
Alcaldesa de Medio Cudeyo
Incertidumbre
Este mismo regidor se reunió la semana pasada con el delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares (PSOE), a quien trasladó la «inquietud e incertidumbre» de sus vecinos y le pidió que reuniese a los alcaldes afectados para poner sobre la mesa todos los problemas que les está generando la publicación del estudio y los trazados. «En nuestro caso nos supone una cicatriz importante para tener un tren que no podemos aprovechar porque solo parará en Castro o Laredo y encima no es de alta velocidad», refleja Arco, que entiende que hay que «movilizar» a los vecinos para que presenten las alegaciones pertinentes porque «se agotan los plazos en unos días», avisa.
En Medio Cudeyo, su alcaldesa, María Higuera (PRC), opina otro tanto de lo mismo. En su caso, «nos oponemos categóricamente porque arrasan con todo San Salvador». «Nos llevan por delante más de treinta viviendas, el colegio, la iglesia...». Y es que su municipio es «el más afectado» de todos, por lo que presentarán alegaciones. La regidora echa de menos «un estudio más serio» por territorios.
«Estamos machacados ya con la autovía, con tres subestaciones eléctricas y, ahora, este otro tren»
Gumersindo Ranero
Alcalde de Bárcena de Cicero
«Nos destruye viviendas, cabañas, naves ganaderas, un chalé, una cuadra y parte el pueblo en dos»
Santiago Campo
Alcalde de Solórzano
Adelantan también los alcaldes que los servicios técnicos municipales están estudiando en profundidad el documento con la clara intención de presentar alegaciones. «Nosotros lo estamos mirando ya para asesorar a los vecinos y luego como ayuntamiento también haremos nuestra propia alegación técnica con expertos», explica el alcalde regionalista de Villaescusa, Constantino Fernández.
Las reclamaciones las hará cada consistorio a título propio, aunque también barajan unirse para «presentarlas colectivamente», y ya hay juntas vecinales, como la de Ambrosero, que anuncian que darán este paso ante lo que consideran «un atropello». Además, facilitarán a los vecinos afectados los trámites necesarios para que puedan exponer oficialmente su rechazo.
Sentir compartido
El sentir es compartido: «No nos oponemos a la construcción de esta infraestructura, pero no podemos pagar siempre los mismos». La gran mayoría de ayuntamientos cántabros por los que pasaría el corredor, pero donde no parará el tren, alegan que ya sufren las consecuencias del paso de la autovía y de la vía del tren actual, por lo que esta nueva conexión ferroviaria «dividiría aún más el interior de nuestros pueblos».
En Solórzano, su alcalde, Santiago Campos (PP), ha reunido ya a los vecinos para presentar alegaciones. «Nos destruyen viviendas, cabañas, naves ganaderas, un chalé, una cuadra y parte el pueblo en dos», lamenta. En su caso, el trazado pasa muy cerca del núcleo urbano, «a unos cien metros de las urbanizaciones».
En Bárcena de Cicero tampoco ven con buenos ojos estos trazados. En su caso, las localidades de Treto y Ambrosero serían las damnificadas por el paso del tren. «Estamos mirando bien todo el documento, pero claro que vamos a presentar alegaciones», asegura el alcalde, Gumersindo Ranero (PRC). «Estamos machacados ya con la autovía, con tres subestaciones eléctricas, dos gasoductos, la carretera nacional, el tren y ahora este otro tren, que afecta a un gran número de terrenos y vecinos», describe. Allí afecta, y mucho, a la Junta Vecinal de Ambrosero, por lo que su pedáneo, Ángel Moncalián, sostiene que si esta línea llega a ver a luz, «sería nuestra sentencia muerte». Moncalián es consciente de que se trata de una actuación «muy costosa» para que se haga realidad y que quizás no se construya nunca, pero no se fían «ya que hay ya un plano real y la voluntad de hacerlo está encima de la mesa. Hay que empezar a movilizarse y no permitir esto», considera.
En Hazas de Cesto, la postura se repite. Enrique Lastra (PSOE) también se queja de que el tren atraviese los pueblos de Beranga y Praves: «Nos parte el municipio por la mitad». Mientras, en Guriezo, su alcalde, Ángel Llano (PRC), está «revisándolo todo», porque una de las alternativas «afectaría a todo un barrio del municipio», incide.
En Marina de Cudeyo, anoche hubo otra reunión informativa, según comparte su alcalde, Pedro Pérez Ferradas (PSOE). Allí están preocupados especialmente por cómo afectará a la localidad de Orejo.
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