Los municipios costeros toman más medidas para evitar la llegada a segundas residencias

Los municipios costeros de Cantabria no bajan la guardia. Ante un nuevo fin de semana y a escasos días para una Semana Santa un tanto atípica, aumentan, en algunos casos, las medidas para evitar la llegada de vecinos a sus segundas residencias. De su lado, la Guardia Civil asegura que mantendrá los controles que han llevado a cabo desde las últimas dos semanas tanto en los accesos desde la autovía como en las carreteras nacionales.

Uno de los municipios que pretende reforzar los controles es Comillas. «Colocaremos patrullas tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil en la entrada de La Rabia, Cabezón de la Sal y Ruiloba», adelantó la alcaldesa, Teresa Noceda, quien ya llevó a cabo esta misma medida el pasado fin de semana. «Creemos que es la medida más efectiva para evitar que la gente de fuera entre en Comillas, porque ya hemos visto cómo hay personas que incumplen la normativa y se atreven a viajar a sus residencias de verano».

En San Vicente de la Barquera, la Policía Local también tiene previsto «intensificar» los controles después de detectar en los últimos días un mayor movimiento de vecinos en los supermercados, que procederían de las segundas residencias y mayoritariamente madrileños.

Por su parte, los vecinos de Suances y el grupo municipal de Ciudadanos han solicitado al Consistorio «que se intensifiquen los controles viarios en el municipio o bien se corten los accesos» tras detectar en los últimos días la ocupación de al menos cuatro viviendas que estaban vacías.

En otros municipios costeros de momento mantienen las medidas que ya adoptaron hace unos días. Es el caso de Noja, donde señalan que el corte de todas las carreteras, a excepción de la CA- 147, ha funcionado. «No ha habido llegadas el pasado fin de semana y los desplazamientos se han reducido mucho». En principio, dicen, no hay previsión de que lleguen veraneantes ni estos días ni para Semana Santa, y la idea es mantener este cierre de accesos hasta que acabe el estado de alarma

En Bareyo, el alcalde José de la Hoz, asegura que el desplazamiento de segundos residentes el pasado fin de semana ha sido «prácticamente nulo». «Puede haber ocurrido algún caso puntual pero nada que ver con lo que sucedió el primer fin de semana», apunta.

Por su parte, el regidor de Arnuero, José Manuel Igual, explica que sólo ha recibido tres llamadas de vecinos alertando de la presencia de segundos residentes y la Policía Local ha tenido muchos menos avisos este pasado fin de semana.

En la frontera con Vizcaya, la alcaldesa de Castro Urdiales, Susana Herrán, cree que los controles que está poniendo en marcha tanto la Ertzaintza, a la altura de El Haya, como la Guardia Civil en las dos entradas al municipio, están dando sus frutos, «ya que el pasado fin de semana apenas hubo dos sanciones».

En el municipio de Val de San Vicente, el alcalde, Roberto Escobedo, coincide en que el endurecimiento de los decretos aprobados por el Gobierno de España se ha notado en los viajes para ocupar segundas viviendas. «No parece que esté llegando más gente, como ocurría al principio, sobre todo de Madrid y el País Vasco». Y en Miengo, el alcalde José Manuel Cabrero, tampoco ha notado que haya habido visitas de este tipo durante los últimos días.

::