«Ahora se ve normal comprar para devolver: esto transforma el comercio»
El presidente de la Federación de Comercio de Cantabria alerta sobre el gran cambio que sufren ciertos sectores por los nuevos hábitos de los consumidores
VIOLETA SANTIAGO
SANTANDER.
Lunes, 7 de enero 2019, 07:13
Miguel Ángel Cuerno preside una organización de empresarios (la Federación de Comercio de Cantabria, Coercán) que aglutina a 41 asociaciones y representa a 2.500 ... socios. Procedente del mundo de los recambios del automóvil, lleva 17 años en el asociacionismo y participa en varios foros nacionales e internacionales de negociación de cuestiones del sector.
-La percepción es que este año hay mucha más gente comprando en Navidad. ¿Qué dicen los datos? ¿La crisis está en vías de solución o se trata de un simple espejismo por las fechas?
-No, no es un espejismo. Es cierto que hay más gente comprando. Aunque ahora se hace de otra manera, porque el sector comercial es uno de los que está cambiando con más rapidez. Se consume más, pero no todo el empresariado está contento porque hay muchos subsectores y algunos están mejor que a otros. Las joyerías, por ejemplo, van a menos porque las tendencias han variado. Y en el textil la transformación es enorme: antes una joven adquiría un pantalón de marca y ahora lo que quiere son cuatro más baratos, de distintos colores. Se hacen compras masivas en internet, a bajo coste y a grandes cadenas que garantizan la devolución del dinero. Esto está siendo clave. Hay gente que compra sabiendo que devolverá gran parte de lo comprado. Ahora en algunas marcas hay ya una zona de cajas solo para devoluciones -y se originan colas- porque adquirir y retornar se ha convertido en algo normal. Esto obliga al comercio tradicional a reinventarse. O por la vía de ser distinto o por la de ser muy caro, que también funciona. En la alimentación la factura es positiva. Aumenta la compra porque hay mayor confianza. Hasta en el recambio del automóvil, que es lo mío, hay que adaptarse. Yo insisto mucho en que hay que estar en las redes sociales para no morir. Ahora no hay otra forma de competir, porque los hijos han enseñado a los padres a que en internet está toda la información sobre productos y precios. Así que hoy todo depende de lo que te diga el móvil. Si un comerciante no está en el móvil, se queda fuera de juego.
-Mañana empieza el periodo de rebajas por excelencia. Pero la gran distribución, con otros nombres (venta especial, promoción etc.) las ponen de continuo. ¿Esto no destroza a la pyme que lo tiene difícil para no sufrir con los descuentos?
-Sí, permitir rebajas cuando se quiere es de las peores cosas que le ha pasado al comercio en los últimos tiempos. La CEC (Confederación Española de Comercio) avisó del desastre. Y lo ha sido para las pymes, que saben que tendrán que vender a mitad de precio. Llevamos tiempo en conversaciones con el Gobierno central para que se vuelva al sistema de las rebajas en fechas determinadas, pero con internet es muy difícil: estamos en un mundo transparente. Si se quisiera hacer algo por el sector, habría que anular las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT, que existe en Santander y permite a las grandes superficies abrir los domingos en verano). Está más que demostrado que no sirve para nada.
-Una de las últimas buenas noticias ha sido que en Cantabria las rebajas crean 2.100 empleos 'extra' en enero y febrero. ¿Es así?
-Ese trabajo no va ligado al periodo de rebajas: es el de Navidad, Reyes y rebajas. Está vinculado a las grandes cadenas porque el pequeño comerciante no suele poder aumentar. La contratación en la pyme es indefinida y muy estable porque, en general, el minorista aguanta con sus empleados hasta que se arruina. Otros formatos sí contratan, y algunos solo para gestionar las devoluciones de lo comprado 'on line'.
-Santander ha realizado este año varias campañas en barrios en favor del comercio de proximidad. ¿Qué sensaciones le transmiten los profesionales? ¿sirven para algo?
-Sirven mucho, a los gremios las campañas les vienen muy bien porque genera movimiento el sorteo de premios que se suele hacer. El Ayuntamiento de Santander se ha volcado con esto y ha sido buena iniciativa porque ha sabido salir del centro, que es donde están las grandes firmas. Nosotros hemos colaborado y sabemos que lo que se tiene que potenciar es que la gente compre en su barrio. Estos establecimientos existirán siempre porque la ciudad los necesita. El Gobierno regional también está haciendo una labor importante, en forma de apoyos a obras o mejoras e impulsando promociones colectivas. En Cantabria, los políticos de todos los partidos entienden el valor del comercio y hacen buena labor. Nosotros seguimos pidiendo que aumenten las ayudas porque el tradicional lo necesita y todavía se nos respalda menos que a otros sectores.
-¿Las administraciones tienen algún margen de actuación sobre el sector que no estén utilizando? Marcos normativos, intervenciones que se hagan en otros sitios y no aquí...
-Si hubiera que pedir algo, sería más inspecciones para detectar al que vende por debajo del coste o con personal no regulado. Con vigilar que la competencia en los distintos sectores es la adecuada, bastaría. En el sector de electrodomésticos tienen un gran problema con la recogida de los aparatos usados. Algo que habrá sufrido todo aquel que compre un electrodoméstico por internet, porque ninguna web ofrece la posibilidad de retirarle el antiguo. ¿Legislativamente? Lo mejor sería que no se impusieran más normas. Cuando alguien quiere abrir un pequeño comercio, tiene que estar al tanto de lo que pone en un millón de páginas. De éstas, 750.000 son de leyes autonómicas. Al hilo de esto, siempre digo lo mismo: una de las mayores defensas para un comerciante es estar asociado. No se puede vivir sin estar agrupado. La prueba es que los grandes distribuidores, que no lo necesitarían, tienen una asociación para proteger sus intereses. Si ellos se asocian, ¿cómo no lo vamos a hacer los demás? Algo que es tan evidente, todavía hay muchos que no lo ven.
-¿Qué le parece que Santander se promocione como ciudad de compras en Bilbao cuando la vasca es una capital que duplica las posibilidades comerciales de Santander, aunque solo sea por tamaño?
-Oportuna y arriesgada. A los residentes en Bilbao les gusta venir a Santander a darse una vuelta, a comer o irse por los pueblos. Y recordarles que también pueden aprovechar para comprar me parece muy buena idea. Tú se lo dices, y así a lo mejor se lo plantean. Claro que una vez en la zona comercial, la venta tendría que ir acompañada de una sonrisa... Pero ese es otro tema.
-Vayamos a dos grandes cuestiones internacionales que la gente no suele asociar con el comercio cercano y que, de alguna forma, puede dejarse sentir. ¿Qué supondrán el Brexit o la guerra comercial entre China y Estados Unidos? ¿Se van a notar en sectores concretos?
-Si el Brexit es duro, España dejará de vender muchos millones en ciertas áreas. Sin ir más lejos, en componentes de automoción, donde somos una potencia mundial. Y esto afectará a la balanza de pagos, al empleo... Seremos más pobres, así de claro. Con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, pasará lo mismo. Donald Trump quiere devolver a Estados Unidos a la Edad Media. Si se le ponen aranceles a los vehículos, quizá empresas como Mecobusa, Fundimotor y Orán se resientan.
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