Este lunes se han cancelado cinco trenes entre Santander y Torrelavega en hora punta
Ha habido demoras en los trayectos de ida y vuelta, en la línea que une Cabezón de la Sal con Santander
Habrá muchos usuarios de la red de Cercanías que habrán llegado este lunes dando explicaciones a sus trabajos por otra jornada de «desastre» en ... la red ferroviaria de Cantabria. La avería de un convoy a la altura de Ganzo ha provocado la cancelación de cinco trenes que cubren la línea Santander-Torrelavega en ambos sentidos de la circulación, lo que ha afectado a los usuarios en hora punta, entre las ocho y cuarto y diez y cuarto de la mañana.
Renfe, compañía prestadora del servicio, confirma a este periódico que la avería se produjo en torno a las ocho de la mañana, cuando el tren que cubría el trayecto entre Cabezón de la Sal y Santander se detuvo a altura de Ganzo. Esta circunstancia obligó a suspender el tráfico ferroviario hasta la retirada del convoy que no funcionaba. Según Renfe, la mayoría de los retrasos han sido de entre 10 y 20 minutos.
Una versión que no encaja con la de una de las usuarias habituales, María José, que iba a subirse al tren en Cabezón a las 09.15 horas y finalmente lo ha hecho a las 10.45 horas. «Hemos estado esperando en la estación más de una hora. Una chica tenía cita médica en Sierrallana y no podía permitirse no acudir. No le ha quedado otra que llamar a un taxi y pagar 25 euros. Otra chica tenía una reunión de trabajo y también ha tenido que llamar para que la fuesen a buscar. Esto es un desastre».
Tampoco ha sido un día ideal para Katia, hija de Dolores Díez, una persona con movilidad reducida que todos los días se traslada de Polanco a Santander. «Siempre viene una auxiliar para ayudarla a subir y bajar. Pero hoy el tren se ha retrasado 25 minutos y la ayudante ha tenido que irse a otro servicio. He pedido ayuda a otros viajeros que estaban dentro y entre todos hemos conseguido subir a Katia», ha contado su madre. Para más inri, no todos los trenes que paran en la estación de Polanco son accesibles. «No nos quedó otra opción que poner una rampa para facilitar el acceso. Y la guardábamos junto a unas máquinas que hay en la estación. Hoy, después de casi siete años, ha desaparecido. Hacer uso del Cercanías es un suplicio», lamenta Díez.
«Caos»
«Las personas que hacen uso del cercanías de Cantabria merecen una medalla», resalta Díez. Y es que esto se produce tan solo una semana después del último incidente en el que seis trenes de la línea Santander-Liérganes sufrieron retrasos. Fuentes de Renfe explicaron que la avería se produjo a las 07.15 horas y quedó resuelta sobre las 10.40, casi tres horas y media después. «Es un auténtico caos», sentencia.
Sofía Gutiérrez se monta en el tren en Requejada para acudir a su puesto de trabajo en Puente San Miguel desde hace 13 años. «No tengo otra forma de ir. No hay bus de un sitio a otro», explica. «Me he subido a las 08.20 horas y a la entrada de Torrelavega hemos estado parados 10 minutos». Al llegar a la capital del Besaya el maquinista les dijo que tenían que bajarse porque él se iba hasta el convoy averiado.
Una historia a la que Gutiérrez «lamentablemente» está «más que acostumbrada». En el momento en el que se ha percatado de que había problemas, se bajó del tren y pidió un taxi. «Entro a trabajar a las nueve de la mañana y un día puedo retrasarme un poco pero si es de continuo...».Y ese no es su único problema. «No puedo permitirme ir en taxi todos los días. Es que dejaría de trabajar por que me saldría el salario a devolver».
La usuaria del Cercanías no es la primera vez que hace uso de transporte privado pero nunca le han devuelto el dinero, a pesar de haberlo reclamado. «Hoy no lo he pedido. No me sirve de nada porque siempre me dan las mismas respuestas; que si han habilitado un tren a las once de la mañana...¿De qué me sirve a mi si yo no llegaría puntual a trabajar?», se cuestiona Gutiérrez.
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