Nueva avería en el tren de Cercanías que sustituyó al que se llevaron a Cataluña
La unidad que se trajo en febrero tenía «más antigüedad» que la enviada. Esta incidencia se suma a dos que ya tuvo en la primera semana
Dos nuevas incidencias interrumpieron la circulación ferroviaria de Cantabria durante la jornada del martes, ambas dentro de la línea entre Santander y Reinosa; los ... trabajos de reparación se prolongaron hasta las 02.00 de la madrugada de ayer. Uno de los percances ocurrió a las 20.00 horas cuando se averió el tren que hacía el recorrido entre Muriedas y Boo de Guarnizo; la máquina se quedó parada en las vías y tuvo que ser retirada después de que «un compresor dejará de funcionar», explica Manuel Cortines, presidente del comité de empresa de Renfe, una tarea que se realizó sobre las 21.30 horas de la noche. La unidad que protagonizó esta avería no es otra que la que en febrero se trajo a Cantabria para sustituir al tren que se llevó desde aquí al servicio de Rodalies (Cercanías), en Cataluña.
Ya entonces, cuando se produjo este intercambio, fuentes sindicales ferroviarias no tardaron en reaccionar y advirtieron a este periódico que la unidad que se incorporaba a la red de trenes de Cantabria «viene con muchos achaques, y las incidencias pueden repetirse con frecuencia», en referencia a su antigüedad y a su deterioro mecánico. «Es material viejo, trenes que no quiere nadie», resumieron.
Un segundo problema en Las Fraguas alargó la retirada hasta las dos de la madrugada
Ahora esta incidencia se suma a dos que sufrió este material ferroviario de sustitución cuando apenas llevaba una semana de servicio en la región. En la primera, no pudo tomar la salida y hubo que suprimir el servicio; en la segunda, al día siguiente de salir de la revisión, volvió a sufrir la misma avería, esta vez en medio de la vía, donde se quedó tirada y tuvieron que hacer transbordo de pasajeros. Con el intercambio, Cantabria pasó a tener «menos material del nuevo y más del viejo». Las máquinas que se sustituyeron en la región funcionan, pero por sus años de antigüedad, requieren «revisiones más a menudo», explica Cortines. Los planes de mantenimiento de estas unidades tienen un plazo más corto, necesitan pasar por taller con más frecuencia y «se averían más». Ocurre igual que con cualquier otro elemento mecánico que, cuanto más «viejas», más revisiones necesitan. «El material nuevo tiene más fiabilidad y menos averías». El mantenimiento ahora tiene que hacerse cada menos kilómetros porque «si las llevas al límite se rompen, se estropea un convertidor y ya no puedes hacer nada».
La catenaria, en Las Fraguas
A las 18.00 horas de la tarde, antes de que el tren se quedara parado en las vías, tenía lugar la primera avería de la jornada en la circulación ferroviaria de Cantabria. El incidente, en este caso, tuvo como protagonista a la catenaria aunque «no fue un problema importante», explicó ayer jefe de delegación de Renfe en Cantabria, Álvaro Echániz. Ocurrió en Las Fraguas y fue la propia interacción «del tren con la catenaria la que forzó que se enganchase». Se desconoce si se debió al pantógrafo de la máquina o a que la catenaria «no estuviera en perfectas condiciones, quizá porque alguna tormenta provocara un daño». En cualquier caso no porque este elemento no funcione. «De vez en cuando hay alguna incidencia, pero no es porque esté mal». La catenaria se arregló y ya no «da problemas», añade.
Cuando el tren se quedó enganchado «salió una vagoneta de Adif» para repararlo. Tras ambas incidencias, la dinámica para transbordar a los viajeros de Cercanías y Media y Larga Distancia afectados, fue la misma que en otras ocasiones, por carretera.Echániz remarca que «las averías de tren en Cantabria no son más habituales que en provincias limítrofes».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión